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(Pov Fujin)

Dejé a Kairi en la puerta del auditorio y volví a besarla.

Estaba feliz porque por fin pude decir lo que sentía por ella pero es un poco extraño, cuando Indira me besó me senti culpable pero esta vez no sucedió.

También he pensado que me sentí atraído muy rápido, como si ya lo hubiera estado pero sé que no es así. Prefiero no darle más vueltas o terminaré frustrado como antes.

Nahida normalmente no tarda mucho tiempo con las reuniones que hace así que la esperaré sentado en este lugar, hay revistas llenas de estupideces que me pueden entretener por un tiempo.

Apareció Indira y se veía molesta.— Fujin, ¿Por qué no me dijiste que te gustaba la primer sabio?

Ya sé por donde va esto.— No es de tu incumbencia mi vida.— Deje de lado lo que leía.

— Me dijiste que no querías estar con nadie.— Se sentó a mi lado pero me hice a un lado.— Que poco sincero eres.

Rodé los ojos.— Si fui sincero. Kairi me comenzó a gustar hace poco.

— Increíble.— Por lo siete, esta chica esta totalmente a la defensiva.—¿Por qué no me lo dijiste? Se supone que somos amigos.

— Lo somos, solamente no quise dañar tus sentimientos.— Me miró molesta.— Hay que ser un idiota para no notar que aún te gusto.—Salieron los eruditos del auditorio.— Debo irme.

Me paré del asiento pero Indira caminaba detrás mío.—¡¿Porque eres tan cruel?!

Que irritante se puso.—¿Cruel?— Me giré a mirarla.— Te dije de un principio que no me gustabas y tu seguiste.— Estaba roja de lo vergüenza.— No me hagas responsable de tus sentimientos, niña.

Cerró sus puños molesta.— No pensé que fueras de esta forma.— Miró hacía donde estaban saliendo los eruditos pero no presté atención a lo que observaba.— Te arrepentirás de esto.

— Hay pocas cosas de las que me arrepiento y de esto no lo haré.— Me agarró del traje.—¡¿Que crees que haces?!—Estampó sus labios contra los mios, me costó reaccionar pero la separé de mi.—  Eres una tonta, da por muerta nuestra amistad.

Tenía una sonrisa burlesca que me daban ganas de extingirla.— Está bien.— Miró nuevamente al otro lado.

Miré hacia ese lugar y estaba Kairi observando. Sus ojos estaban vacíos y su cuerpo temblaba por completo.

—¡Planeaste todo!— Seguía sonriendo.

Fui corriendo en donde estaba la mortal y se veía muy mal. Maldita Indira.

—¡Kairi!— No reaccionaba.—¡Kairi!

—¡No me toques!— Me empujó con mucha fuerza.— Nunca tuve que haber creído en ti.

Me dolió mucho lo que me dijo, es de las pocas personas que ha creído en mi y pasa esto.

—¡Cálmate mortal!— Traté de tocarla de nuevo pero me empujó.—¡Por favor, Kairi!

—¡No quiero escucharte!— Tenía las mejillas empapadas por las lágrimas y eso me dolía.—¡Vete con ella!—Me dolía el pecho por tantas emociones en un solo momento.—¡Aether!¡A-aether!

Me desespera que no me deje ayudarla, tengo que explicar lo que sucede pero me asusta verla en este estado. Es como si estuviera al borde del colapso mental.

Apareció el viajero pero paso por completo de mi y se preocupó de la mortal.—¡¿Que ocurre?¡¿Kairi?!

—¡Copia de Kazuha!— Paimon también apareció.—¡¿Que te sucede?!

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora