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(Pov Fujin)

Han pasado 4 meses desde que le propuse matrimonio a Kairi y ha sido lo mejor que he hecho.

Me ha tratado al igual que a un niño consentido y no me quejo, siempre que sea ella la que me de cariño soy el hombre más feliz del mundo.

Fui a ver nuevamente a Nahida, le contaba lo feliz que estaba y que dentro de un tiempo le diría a la mortal que iniciemos con los preparativos de la boda. Muchos compañeros de clases me han dicho que es una labor tediosa y odio eso así que dejaré que Kairi haga lo que quiera, yo cumpliré con ir.

La novia de Kazuha está embarazada y la mortal está muy feliz por ellos dos. ¿Saldrá otro ser igual a mi futura esposa? Será todo un misterio.

Estaba sentado en el comedor hasta que siento la voz de alguien.

Hola, Fujin—¿Nahida? Pero si
la vi hoy.

¿Que ocurre? Nos acabamos de ver.— No me esperaba esto.

Lo sé, pero necesito que vengas con urgencia a mi santuario.— Que molestia.— Y sin quejas.

Suspiré molesto.— Como digas.— Me levanté del lugar en donde estaba sentado.

Tienes que venir con Kairi.— Que maldito dolor de cabeza.— Van a revivir sus viejas andanzas como Fatui.

Me detuve en seco.—¿Qué quieres decir?— Nahida no respondió.— Ahora no dirás nada, genial.

Salí de casa para buscar a la mortal. Maldición, no me gustó lo último que dijo Nahida.

Fui a la tienda favorita de comida de Kairi y gracias a los dioses que estaba allí sentada.

—¿Fujin?— Era obvia su confusión?—¿Que pasa?

— Necesito que vengas conmigo al santuario de Nahida, nos necesita.— Se preocupó de inmediato.— Tranquila, no le sucede nada malo.

Miró a sus acompañantes y ellos le sonrieron.— Si la arconte te requiere, es porque es algo importante.

—¡Lo lamento mucho!—Hizo una reverencia y tomó mi mano.— Nos vemos otro día.— Se despidió.

Nos fuimos rápido al santuario de Nahida, era muy obvia lo confusión que tiene mi futura esposa pero no puedo aclarar nada cuando yo tampoco sé que sucede.

Abrí la puerta del lugar y Nahida estaba esperandonos ansiosa.

—¿A que se debe esto?— Nahida nos entregó unas capsulas. Denuevo estas cosas.

—Tomen estas cápsulas y quiero que me digan lo que ven en estas cosas.— Tomamos las cápsulas.

En la cápsula vi a esos tres sopencos frente a una puerta gigante luchando contra algunos lobos, después estaban realizando una fogata y se abrazaban soportando el frío.

La puerta era extraña, tenía un símbolo que siento que había visto antes pero no lo recuerdo y habían cristales morados, lo más probable que sea contaminación del abismo.

Me giré a ver a la mortal y estaba siendo presa del pánico y la angustia.

—¡¿Donde están?!— Su voz salía con desespero.—¡Tenemos que ir a salvarlos!

Nahida tomó sus manos para tranquilizarla.— Están en el desierto, en específico en la fosa Afrasiyab. Escuché muchas veces mi nombre y al escuchar sus voces sabía que eran los chicos que están bajo tu cuidado.— Se separó de Kairi.— Al hablar con ellos, me contaron como terminaron en ese lugar. Fueron a explorar unas ruinas para una investigación y se adentraron más al ver unos cristales morados y notas de un desconocido.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora