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(Pov Kaveh)

Alhaitham tomó la decisión de decirle a la arconte acerca de Kairi, pero esa decisión le tomó algunos días.

Estabamos tomando desayuno juntos antes de ir a ver a nuestra arconte.

—¿Que crees que ocurra si Nahida se entera?— Arrugó el entrecejo.

— Esa chica está totalmente perdida, yo sabía que tuvo una vida dura pero no pensé que toda su nación la abandonara.— Eso es terrible.— Yo creo que la Reina Menor Kusanali hablará con ella.

— Yo también lo creo, ojalá no este ese chico cuando hablemos con ella.— Asintió mientras bebía té.— Cuando la conocí era una chica tan dulce pero ahora es todo lo contrario.

— Es increíble lo que puede provocar el amor.— Terminé de tomar mi desayuno y él igual.— Bien, vamos a hablar con Nahida.

Salimos de casa y fuimos a su santuario, espero que esté en ese lugar.

Los guardias nos dijeron que estaba así que entramos.

—Alhaitham, Kaveh.— Estaba ese chico.—¿Que puedo hacer por ustedes?

— Necesitamos hablar con usted.— Miramos al chico y entendió el mensaje.

— Fujin, creo que debes irte.— El asintió y se fue.—¿Que sucede?

Miré a Alhaitham y suspiré.— Es sobre Kairi.— Nos invitó a sentarnos.

Nos sentamos y mi compañero comenzó a hablar.— Hace unos días fuimos a visitarla y lo que vimos no fue nada agradable.— Nahida se veía confundida.— Nuestra primer sabio no se encuentra bien físicamente y tampoco mentalmente.

—¿Que le sucedió?— Es la primera vez que veo que pierde la compostura.

— Creo que lo que sucedió con Fujin detonó emociones que albergaba dentro de ella.— Suspiré frustrado.— Mencionó cosas de su pasado y se veía muy afectada mentalmente. Estaba muy a la defensiva

La arconte puso su mano en su mentón y suspiró.— Kairi ha vivido una vida muy difícil. Desde pequeña fue maltratada por su abuelo, luego su hermano la abandonó por muchos años, conoció a un Fatui que salvó su vida pero a cambio la metió dentro de la organización.— Proyectó una foto donde Kairi estaba al borde del llanto.— Esta fue la primera vez que ella le quitó la vida a alguien. Como pueden ver, eso le afecto mucho.

— Había mencionado que era una asesina.— Maldición, pobre chica.

— Lo es, pero la mayoría de veces lo lamentó. Además que Kairi ha estado en una relación muy difícil de sobrellevar para ella. Y para agregar más estrés, el Segundo Heraldo de los Fatui quiere eliminarla.

—¡¿Qué?!— Alhaitham me fulminó con la mirada.— Lo siento pero es demasiado para una chica como ella.

— Lo sé, por eso le he dado este tiempo de soledad para que pudiera liberar un poco de su amargura.— Se levantó de su asiento.— Ya fue suficiente, no quiero que empeore más su estabilidad mental.

— Gracias por ayudarle.— Tomé su mano agradecido.— Ella es una mujer increíble y esto no lo merece.

Salimos los tres del santuario y nos despedimos de ella. Espero que Kairi no sea terca y se resista a Nahida.

(Pov Nahida)

Cree que no siento su presencia cerca pero está muy equivocado.
Debo detenerlo antes de que provoque un peor desastre.

— Fujin, se muy bien que estás aquí.— Miré en donde estaba ocultándose.— Ven, necesito hablar contigo.

Apareció y se veía sumamente molesto por haberlo descubierto.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora