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(Pov Kazuha)

Kokomi me había enviado una carta informando que Gorou vendría a la isla Narukami. Así que es mi oportunidad de revelar todo lo que el fatui me dijo para detener una catástrofe.

Iba corriendo rápidamente por todos lados donde pueda posiblemente encontrar a Gorou pero en cambio encuentro al Viajero.

— Kazuha, ¿Todo bien?— El chico me observa con preocupación al ver mi agitación.

—¡Aether tenemos un gran problema!— Lo tomé por los hombros.—La octava heraldo está negociando en estos instantes con la Arconte, además ella es la que se encarga de distribuir los engaños entre los soldados.— Aether entendió rápidamente el mensaje.

—¡Entonces no hay tiempo que perder!—Se fue rápidamente a la residencia de la Raiden con Paimon.

Todavía debo encontrar a Gorou ¿Donde podría estar el general de la resistencia?

(Pov Aether)

Los guardias estaban dificultando mi paso así que tuve que luchar contra ellos dejandolos noqueados.

—¿Kazuha como supo todo eso?— Paimon tenía la misma pregunta que yo.

— No lo sé Paimon, pero debemos detener a Signora como sea. Debemos evitar que controlen Inazuma en especial a la marioneta.— Yae miko nos reveló que ella es una marioneta.— Ella es la principal culpable por la muerte de Teppei.

Entramos al lugar y efectivamente estaba Signora con la Shogun. Las dos se giraron hacia nosotros.

La signora suspiró.— La forma en que la gente entra aquí a sus anchas es tan poco civilizada. Si esto no fuera la residencia de la Shogun creería que es el mercado.

— El derecho de hablar asi sobre los habitantes y visitantes de Inazuma es mío, Signora.— Dijo la Shogun de forma severa.

— Disculpeme todapoderosa Shogun.— En voz había un atisbo de molesta. Se sintió humillada.

—¡Signora!— Que mujer tan intolerable.

— Si, ya sé que no puedes dejar de pensar en mi, pero no hace falta que digas mi nombre todo el tiempo.— Rodó los ojos.— No me so derprende que estés aquí, ya que siempre andas detrás de mi como mi sombra.

— Estas distribuyendo en secreto los engaños...— Apreté con fuerza el mango de mi espada.

Se carcajeo.— Ah, ¿Así que has venido a denunciar mis crímenes frente a la Shogun?— Me miró divertida.— Yo solo soy una diplomática de Sneznhaya. Me temo que no tengo ni idea de lo que estas hablando.

—No nos está tomando enserio...— Paimon estaba molesta.

—Mucha gente perdió sus visiones y sus vidas por los engaños.— Es tal como Scaramouche pero más despreciable.

— Deja de hablar de gente y cosas que ya no importan.— Comenzaba a mover el abanico.— Para empezar, no eran nadie hasta que les di los engaños y ahora serán recordados como los pilares de la revolución para lograr la eternidad.— La shogun observaba algo inquieta a la Signora.— ¿Acaso eso no es el mayor honor para sus patéticas vidas?— Se giró hacia Raiden.— ¿Acaso me equivoco Shogun Raiden?

— Es hora de poner fin a esto.— Ya no podía contener mi rabia ante su altanería y arrogancia.

Se rió fuertemente.— Oh por favor ¿Tú me detendras?— Se acercó a mi.— Deja recordarte que eres el criminal más buscado de todo Inazuma y no olvides que estas en la residencia de la poderosa Shogun.— Quedamos frente a frente.— Recuerda que mi fuerza es superior a la tuya.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora