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(Pov Kairi)

Maldito Scaramouche que se va con Dottore. Tendré que buscar un lugar para hospedarme por la noche.
Todo pinta a que nos quedaremos por bastante tiempo así que usaré los fondos de Scaramouche y mios, compraré una casa para que vivamos juntos pero primero debo encontrar un lugar para pasar la noche.

Después de estar deambulando encontré un lugar. Realmente estoy agotada pero también estaba preocupada por Scaramouche, ese idiota de Dottore nunca me dió buena espina.

Debo dejar de sobrepensar las cosas y solamente dormir para buscar un lugar para vivir en Sumeru.

—¿Por qué siempre es tan difícil hacerte despertar?— Decía una voz familiar mientras me estiraba mi mejilla.

Me senté en la cama y abri los ojos con pesar y ahí estaba mi bobo favorito.-¡Scara!- Me tiré encima de él.— Ayer casi muero congelada y tuve que buscar un lugar para pasar la noche.

—Perdón por dejarte esperando en la Academia, tenía que resolver algunos asuntos.— Me abrazó y apoyó su cabeza en mi hombro.

— No importa, solo espero que siempre vuelvas a mi lado.— Le acaricié el pelo.— Oye... Tengo una idea.— Hizo un sonido en señal de que siguiera hablando.— Quiero comprar una casa para que vivamos juntos. Presiento que estaremos bastante tiempo en Sumeru, además dijiste que ya no queda mucho tiempo para que nos desvinculemos de los Fatui. Tendremos que tener dinero para ese momento.

Scaramouche se rió y me abrazó con más fuerza.— Si quieres que tengamos una casa así será.

Lo saqué de mi hombro y tomé su cara con mis manos.—¿Está todo bien?—Scaramouche me miró confundido.

—Todo esta bien humana, ahora suéltame la cara.— Le solté su cara y se acurrucó en mi pecho.— Me gusta estar contigo mortal, nunca lo olvides.

— Ten más que claro que nunca lo olvidaré.— Le di un beso en su cabeza.

Nos quedamos un rato así hasta que Scaramouche se aburrió. Al salir del lugar me despedí del señor.

Ayer compré un mapa de la ciudad de Sumeru y con esta adquisición comenzamos con la búsqueda de nuestra futura casa.
Visitamos varias zonas pero al idiota de Scaramouche nada le gustaba.

—No hay nada de tu gusto, estás complicando todo.— Hablé frustrada mientras descartaba la zona que acabamos de visitar.

—No me culpes por tener buen gusto.—Dijo con tono de reproche.—¿Cuantos lugares quedan?

— Queda la Calle Alhaja y.... Solamente ese lugar.— Puse mi mano en la cara y suspiré.— Si no te gusta este lugar, juro que te mato.

Fuimos de la mano hacia el lugar mientras hablabamos de cosas sin mucha importancia. Estaba muy feliz de tener un día normal con Scaramouche, era algo que no se presentaba seguido con la ajetreada agenda de él.

Cuando llegamos al lugar había una casa que era bastante linda y estaba en venta.
Fuimos y había un señor dentro de ella, debe ser el vendedor.

—¿Ustedes quieren ver la casa?— Nos miramos y asentimos.

La casa constaba de un solo piso pero era algo espaciosa. Tenía cuatro habitaciones y cada una tenía un baño propio, la sala principal era hermosa, la cocina era perfecta para mi. Era una casa ideal.

— Les daré un momento a solas para que piensen.— El caballero se fue a otro lugar.

—Y, ¿Qué opinas?—Estaba ansiosa por la repuesta de Scaramouche.

Miró a su alrededor y suspiró.— Es la más decente de las que hemos visitado.

Me lancé sobre él y le di un pequeño beso.— Por fin terminamos con esta tortura.— Scaramouche me dió la mano y sonrió tiernamente.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora