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(Pov Mai)

Cuando estaba escapando de la academia vi a Dottore observandome a la lejanía pero no me importaba, tenia que buscar a algun doctor o algún curandero de Sumeru para que Kairi no muriera.

Silbé lo más fuerte que pude y aparecieron los demás. Gojo salió de la nada junto a Kuro.— Chicos necesito que me ayuden, mis brazos ya no dan para más.— Gojo tomó a Kairi en brazos y se percató de como estaba.

—Ese infeliz de Scaramouche.—Gojo miraba molestó a Kairi por como la dejó Scaramouche.— Conozco un lugar en donde pueden ayudarla pero no sé si seremos bien recibidos.

—¡Solo guianos!— Gritamos unisonos con Kuro.

Gojo comenzó a correr rápidamente al bosque de Sumeru, con solo eso sabía ya donde iriamos. Espero que ese chico nos ayude.

Llegamos a la villa Gandharva y la gente nos miraba asustada por llevar a una mujer moribunda, además estabamos con nuestros uniformes de Fatui.

Empezamos a buscar al chico que era el guardabosques más importante de aquí.
Llegó una chica debido al terror que tenía la gente al vernos.

—¿Que hacen aquí los Fatui?— La chica peliverde nos miraba un poco asustada y nerviosa.

— Buscamos al erudito que es guardabosques.— Gojo hablo demasiado severo cosa que empeoró todo.

—¿Para que lo quieren?— Salieron algunos guardabosques.

Maldición, debemos actuar rápido.— Porfavor, necesitamos ayuda urgente.— Apunté a Kairi.— Ella está muriendo y el nos podrá ayudar.

Un chico con orejas con pelo negro y hasta los hombros apareció.— No sabía que los Fatui quedaron cortos de médicos.— Nos miró con desaprobación.— No son bienvenidos.

Yo me puse de rodillas y por consiguiente Kuro también y Gojo solo bajo su cabeza.

— Por favor, ayúdennos.— Kuro tiro lejos su insignia.— Si no quiere ver nada sobre los Fatui así será pero solo le pedimos que salve la vida de esta chica.

El chico tenía un pequeño debate mental pero al ver como salía sangre de su estómago no tuvo más opción.

— Siganme.— Nos miró de reojo.— Uno de ustedes debe traerme algunas cosas que necesito pero primer vayamos a tratar la herida.

Todos soltamos un suspiro de alivio y lo seguimos.

Llegamos a una pequeña cabaña y había todo tipo de cosas en ese lugar.
El chico le dió indicaciones a Kuro para que fuera a buscar algunas plantas que necesitaba mientras que Gojo dejaba a Kairi en una mesa extraña.

— Tú.— Me hablaba a mi.— Entregame tu daga que tienes ahí, necesito quitarle las prendas superiores para poder visualizar el corte.

Le entregué mi daga y traté de cubrirla lo que más pude.

—¿Es muy grave?— Pregunté con miedo.

El chico asintió preocupado.— Trataré de hacer lo que pueda, no me especializo mucho en esto.— Sacó algunas cosas de un estante.— Limpiare la herida y revisare que tanto daño hay.— Nos miró inquieto.— Quiero saber porque me buscaron.

Gojo solo suspiró cansado.— No podiamos llevarla con un doctor de los Fatui.— Pasó su mano por su pelo frustrado.— Somos desertores de los Fatui. Es cuestión de tiempo para que nos busquen por traición.

Es verdad, Dottore me vio saliendo de ese maldito lugar. Ya debe saber que yo fui la que le enterró la espada a Scaramouche.

— Mmm.— No creo que nos crea a la primera.—¿También es Fatui?— Hablaba de Kairi.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora