El Sexto Herlado de los Fatui

Recuerdo✨

(Pov Kairi)

Hoy es el cumpleaños de Scaramouche y es el primer cumpleaños que pasaremos juntos como pareja así que quiero que tenga un día de maravilla.

Ya llevamos un año viviendo en Sumeru, hemos tenido peleas estúpidas pero hemos podido encontrar un punto medio para nuestra convivencia.

Me levanté sigilosamente para no despertarlo y me dirigí a la cocina para realizarle algo delicioso para desayunar.

—¿Qué podría cocinar para Scaramouche? Prácticamente no le gustan las mayorias de recetas del mundo.— Suspiré un poco y me puse a leer recetas.

Me puse manos a la obra para realizar algo del gusto de Scara aunque tengo un 70% de fallar pero esta hecho con amor así que...¿Eso cuenta no?

Después de estar casi una hora preparando todo podía decir que finalmente estaba rico y con una presentación de primera, si no le gusta esto es un tonto.

Fui a nuestra habitación con una pequeña bandeja para darle la sorpresa.

—Scaramouche.— dejé el desayuno en la mesa de noche.— Oye, despierta.—No respondía por lo que comencé a peñizcar su cara.— Oh por favor, esto debería ser al revés.

Scaramouche abrió sus ojos con pereza y ahí estaba su cara de fastidio.— Que quieres Kairi, estoy agotado por lo de anoche.— Miré hacia otro lado al recordar la divertida y alocada noche que tuvimos.

— Ten, te preparé el desayuno.— Agarré la bandeja mientras que él se sentaba.— Feliz cumpleaños por cierto.—Le di un pequeño beso en la frente.

Scaramouche me miró confundido.— mortal, ¿Como sabes que es mi cumpleaños?— Decía mientras comía un poco.

—La verdad busqué muchisima información de todos lados hasta que en un libro de tatarasuna mencionaba algo de un Kunikuzushi y festejaban algo, así que deduci que era tu cumpleaños.— Me senté cerca de él y el solo asintió en silencio.

Comió su desayuno en silencio mientras que yo lo miraba atento a sus reacciones hasta que al fin dió su veredicto.

—Has mejorado bastante cocinando Kairi, ya no tengo miedo de morir intoxicado por ti.— Me sonrió.

—Aveces olvido lo imbécil que eres.— Me levanté de la cama y me fui de la habitación.— Además no puedes morir envenenado, idiota.

Me senté en el sofá de nuestro hogar y me puse a leer algunos documentos de los Fatui, claro que sentí los pasos apresurados de Scaramouche pero ignorarlo es la mejor opción.

—Oh vamos querida Kairi, era solo una broma.— Me quitó los papeles de la mano y bufé.

— Como digas.— Giré mi cabeza para mirarlo a los ojos.— Vamos a la ciudad, quiero comprar un par de cosas.

Scaramouche meditó un poco antes de responder, no le gusta mucho salir de casa y menos ir a la ciudad pero por los arcontes, es su maldito cumpleaños y ya tengo todo planeado de hace unas semanas.

— Está bien, solo porque te he hecho enojar.— Me paré y lo abrace.— Te quiero humana.

No habia nada más reconfortante que me diga esas palabras.— Yo también te quiero Scaramouche.—Le di un beso corto que prontamente se volvió un beso más fogoso que me hacía desear más que un beso, pero no puedo caer en el deseo o si no arruinaré mis planes.— Scara, ve a vestirte.

— Si que matas el ambiente mujer.— Me fulminó con la mirada y me dejó un casto beso.— Ya vengo.

Aveces me asusta el comportamiento que ha tenido durante este tiempo pero tampoco me quejaré tanto de ello porque he conocido una faceta única de Scaramouche que hace que me vuelva realmente loca por él.