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(Pov Kairi)

Al llegar a mi casa no pude evitar sentirme nerviosa, mis antiguas servidoras ya comenzaron a sacar sus propias conclusiones sobre el asunto mientras que Scaramouche exploraba la vivienda.
Al notar que Scaramouche estaba lejos comenzaron a hablar.

— Nunca imaginé que la señorita  Kairi tuviera novio.— Se acercaban las mujeres.

— Así que con el joven restaurará el clan Kaedehara.— Me sonrojé ante el comentario.

— Es bastante guapo señorita, ha tenido muy buen ojo para elegir a su pareja.—¿Porqué tienen que decir tantos comentarios vergonzosos?

— Es gracioso como sacan sus propias conclusiones.— Suspiré.— Él no es mi novio. Además ya dije que el clan está oficialmente extinto ante la ley, Kaedehara es solo un apellido común.

Las caras de las mujeres eran de diversión, como si no creyeran mis palabras.

— Pero que cosas dice señorita, con tan solo observarla por unos minutos me di cuenta que está enamorada de él.

— Es verdad, además usted una mujer con una belleza particular. Ha de ser un tonto si no siente algo por usted.— Fruncía su ceño mientras hablaba.

—¿Cómo se llama su "acompañante"?.— Se rieron por el sarcasmo ante el comentario.

— Mi nombre es Kabukimono, un placer.— ¿En que momento apareció? ¿Escucho todo? ¿Desde cuando se llama así?

Todas quedamos sorprendidas ante su repentina aparición.

— Entiendo el nombre, no lo digo con intención de ofenderlo joven pero su nombre a de ser por su vestimenta.— Scaramouche no explotó ante las palabras de mi querida Yako.

— Tienes razón, es por ese motivo.— Scaramouche se quita su sombrero y lo deja tendido en un mueble.— Necesito que ustedes vayan a la ciudad y me traigan un nuevo traje pero que no sea llamativo.— ellas asintieron y se retiraron.

Ellas se retiraron así dejandome a solas con "Kabukimono".

—¿De dónde salió ese nuevo nombre?— Me senté en el tatami que se encontraba en el suelo.

— Es una medida que tomé para que no reconozcan mi verdadera identidad, más de una persona conoce mi verdadera identidad, por eso desde ahora debes llamarme así ¿Entendido mortal?— ¿Acaso no se le pudo ocurrir un nombre más corto?

— Entendido Sexto. Te pido unas disculpas por los comentarios de ellas, es la primera vez que conocen a una persona ajena a la familia.— Me rasqué el cuello por la verguenza.

— No me importa los comentarios estúpidos de las personas.— Se sentó en tatami que estaba cerca.— Aunque deberias mentir y decir que somos pareja.— ¡¿Que mierda le ocurre ahora?!

— No sé que te está ocurriendo hoy Kabukimono, das ideas demasiado raras.— Rodó los ojos.

—Deberías usar el cerebro de vez en cuando. Lo de ser pareja es por la sencilla razón de que tus sirvientas no inventen un rumor de su joven ama que volvió con un muchacho totalmente desconocido o acaso no piensas que ahora mismo estén cotilleando sobre el asunto.— Para mi pesar, tiene razón.

— Yo solo obedeceré tus órdenes querido.— Lo miré para ver su reacción ante el apodo y valió la pena, su cara se sonrojó por algunos segundos y miro hacía otro lado.

— No me vuelvas a llamar por ese asqueroso apodo o te corto la lengua.— Que tierno. Levante mis manos en señal de resignación.

— Solo bromeaba, entonces les diré que somos novios y que no lo quería decir abiertamente.— Me levante del tatami y fui en dirección a la cocina.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora