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Hola, perdonen por esta pequeña nota pero es para agradecer todo el apoyo que le han dado a la historia<3.
Ya son 1k de lectores y aún no me lo creo jdidjkd.

Desde ahora Scaramouche se llamará Fujin, para que no se confundan.

Disfruten de la historia<3

(Pov Fujin)

Ha pasado un tiempo desde que recuperé mi memoria.
Comencé a asistir a la estúpida academia que está llena de humanos tan arrogantes y egocéntricos. También veo a diario a Nahida.

Me regañaba a diario por referirme a ella como arconte o reina menor Kusanali. Así que comencé a llamarla por su nombre.

Ahora estabamos caminando por el inmenso bosque de Sumeru. Nahida iba detrás mío caminando.

—¿Has tenido alguna interacción con algún humano?— Negué.— Deberías relacionarte con otros estudiantes, si no lo haces...— Me apunto con el dedo.— Te meteré a diversas clases.

— Ya lo entendí.— Que fastidio.

—¿Que hay de tus sentimientos?— Me giré para mirarla.

— Cada vez la verdad está más clara sobre mi pasado.— He reflexionado bastante sobre mi vida, he podido ver con claridad que Dottore dañó a todo mi entorno durante años y era solo para utilizarme, pero también yo me deje llevar por el odio e hice cosas crueles.— Debo admitir que cometí atrocidades que no tienen justificación.

— Es bueno escuchar que admites haberte equivocado, tu propósito está a medio camino.— Sacó un pequeño cubo. En ese cubo se veían tres cadenas y una acaba de desaparecer.— Esto contiene los últimos recuerdos. Como ya has visto, tiene un sistema de cadenas, cuando completes todo lo que te he dicho podrás acceder a ellos.

— Comprendo.— ¿Cuáles serán esos recuerdos?¿Porqué no pude acceder de inmediato a ellos? No creo que sea un crimen macabro.— Debo irme, tengo que buscar información sobre una investigación para la escuela de etiología.

— No te desvíes del camino Fujin, te tengo vigilado.— Rodé los ojos, aveces en verdad parece una madre preocupada por su descarrilado hijo.

Volví a la ciudad y allí estaba esa erudita que no se cansa de hablarme.

—¡Hola Fujin!—Es la única humana que he logrado tolerar.—¿Estás listo para que podamos investigar?

— Vamos de una vez a la academia.— Iba a caminar a la academia pero me tomó la mano.

— Vamos a comer algo antes de estar horas encerrados en la biblioteca. Yo invito.— Sonrió amablemente.

Cuando tomó mi mano sentí una gran necesidad de quitar la mano, como si estuviera haciendo algo indebido.

Por mi cabeza pasó un fugaz recuerdo de una mujer, pero esa mujer apenas se veía. Era imposible reconocerla.

— Está bien, pero que sea rápido.— Espero que Nahida esté feliz con esto.

Le pedi amablemente que soltara mi mano para no generar incomodidad entre ambos y ella lo entendió.

Llegamos a una cafetería y ella pidió por mi.
Ella inició una conversación demasiado superficial pero se notaba que quería entablar algo más que trivial.

Debo hacer caso a Nahida y relacionarme con los humanos aunque sea de forma cordial.

—¿Llegaste solo a Sumeru o acompañado?— Bebía su café.

— Llegué solo. Quería conocer Sumeru, después de todo antes era un viajero errante.— Odio los dulces, pero no seré descortés.

—¿No tienes pareja?— Directa al grano. Como siempre.— Si no quieres responder, estas en todo tu derecho.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora