Problema

2.6K 109 1
                                    

Mientras todo el mundo comenzaba a salir para almorzar, yo seguía sentada en mi mesa, con mi cafe y mi paquete de Ritz Bits que había comprado en la maquina expendedora de camino al baño. Normalmente me habría traído algo para almorzar, o saldría con los demás compañeros para comer algo, pero el tiempo no estaba de mi parte hoy. Escuché abrirse la puerta de la otra oficina. Levanté la mirada y sonreí mientras mi amiga Lucía  entraba. Lucia  llevaba trabajando para Calle  Inc casi tanto tiempo como yo. Era dulce y amable, y una de mis personas favoritas aquí.


-“¿Lista para comer, poch?“ - me preguntó, sonriendo dulcemente.


-“Dios, lu lo siento, se que te lo prometí, pero hoy es un día de mierda. No hay manera de que pueda acompañarte.“ - La miré, disculpándome, y su sonrisa se cambió por un mohín.

-“¿Día de mierda o, jefa de mierda?“- se sentó y se rió por lo bajo. Lucia lo sabía todo acerca de Daniela  “la gilipollas“ Calle. Era una leyenda viva en este edificio. Nadie discutía con élla si querían mantener su empleo.


-“Tienes razón en lo segundo“ -le respondí. Cerré los ojos y dejé escapar un gran suspiro.-“Mira, estoy absolutamente inundada de trabajo. Baja y come sin mi“


-“Pero..“ -ella intentaba discutir.


-“lu, de ninguna manera. Incluso si trabajo sin parar hasta las siete, sigo pensando que no puedo terminarlo a tiempo. Lo siento mucho, prometo estar contigo la próxima vez“


-“Está bien. Pero no dejes que tu jefe te putee. Tiene suerte de tenerte y lo sabe. Todos sabemos quien maneja aquí las cartas, Poch“ -Lucia sonrió y salió de la oficina.


Dios, iba a ser un día muy largo. Me di cuenta por tercera vez que mis medias empezaban caerse. Siempre me vestía de manera impecable para ir al trabajo. Siempre llevaba mi pelo con estilo, aunque al final del día termina hecho un caos mi liso cabello iban por libre. Y gracias a mi mejor amiga, Abisambra, mi ropa era moderna y profesional. Insistía en que yo estaba hecha para el look de “secretaria caliente“, así que en mi armario predominaba muchas faldas lápiz,blusas femeninas y blazers, joyería simple y por supuesto, y de nuevo gracias a Aby, los mejores zapatos que el dinero podía comprar. Siempre había odiado los tacones, pero ella me había enseñado que los más caros solían ser de mejor calidad y eran mas cómodos.Odiaba admitirlo, pero tenía razón. Y ahora mi armario era el hogar de muchísimos pares de sexis zapatos de diseño. Lo único que odiaba, eran mis gafas. Siempre me sentía como una tonta con ellas. Pero las lentillas no me iban bien, y no podía leer sin ellas. Así que Dulce me ayudó para escoger las gafas perfectas que, en sus propias palabras,“completaban el look.“

Mientras me agachaba por debajo de mi mesa para subirme las medias, sentí que alguien se aproximaba. Sin mirar, hablé,


-“Mira lu, ya te lo he dicho..“ - pero paré cuando finalmente levanté la vista y vi que no era Lucia la que estaba allí. Mis mejillas se encendieron y me bajé la falda para taparme las medias. -“Lo siento señorita Calle , yo…“ -pero élla me cortó.

-“Señorita Garzon, ya que obviamente tiene tiempo para visitar a las otras chicas de oficina, también lo tendrá para terminar el proyecto de Nike“ dijo mientras me miraba.

“- También necesito que vaya hasta contabilidad y recupere el análisis de las ganancias del tercer trimestre. ¿Cree que podrá arreglárselas?“


Había dicho chica de oficina? Suspiré con fuerza y miré a los montones de trabajos que todavía tenía que hacer, intentando calmarme. Volví a mirarla y me encontré con sus deslumbrantes ojos marrón .

-“Con todos mis respetos, señorita Calle. Soy la única persona y..“

-“No era una petición. Eso será todo, señorita Garzon“ - me cortó, mirándome por un momento con la mandíbula apretada, y luego se dio la vuelta y volvió rápidamente a su despacho, dando otro portazo.

La Oficina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora