Pov
DANIELA
Era una idiota. No había otra manera de explicarlo. Allí, de pie, mirando a Valentina, las palabras salieron solas. Había sido un error. Podía ver a la señorita Garzón mirándome por el rabillo del ojo; y al ver el dolor y el shock en su cara me hizo sentir como si me hubieran golpeado el estómago. Podía imaginarme como se sentía. Acababa de compartir con ella una de las experiencias sexuales más intensas e increíbles de mi vida, y me había referido a ello como un error.Dios, incluso yo quería darme una patada en el culo.
“Error o no, tiene que parar ahora.“ Las palabras de Valentina me sacaron de mis pensamientos. “Que pasa si hubiera sido Mafe? Y Daniela, eres su jefa! Te has olvidado de eso?“ Esa afirmación solo profundizo la vergüenza que sentía por mi comportamiento.
Me estaba aprovechando de ella? Volví a pensar en nuestros numerosos encuentros, y me aliviaba de alguna manera pensar que ella había sido una participante activa en todo esto, pero ni así conseguía calmar mi culpa. “Mira, las dos son adultas y no se que está pasando aquí. Pero sea lo que sea, no pueden permitir que German lo descubra.“
Mi padre. Con todo lo que había ocurrido, no me había parado a considerar las consecuencias si él nos hubiera descubierto. No solo sería una profunda mierda para mi; para la señorita Garzón sería devastador. Había visto de primera mano cómo se llevaba con mis padres, y este tipo de situación dañaría esa relación sin reparación posible. Mis padres eran buena gente, amables, y sabía que nunca se lo tomarían muy severamente, pero eso no cambiaba el hecho de que estarían profundamente disgustados… con nosotros dos.
Sabía que Maria Jose estaba teniendo la misma batalla interna que yo. Pero todavía no estaba preparado para su respuesta en cuanto la dijo.
Un minuto…pensé en ella como…Maria Jose?
“Eso no será problema.“ dijo, mirándome de una manera que me hizo retroceder ligeramente. “Aprenderé de mi error. Si me disculpan.“ Antes incluso de poder pensar en una manera de detenerla, se dio la vuelta y bajó las escaleras.“Has perdido el juicio, Daniela?“ el intentó de Valentina por susurrar fue en vano. Me giré rápidamente para mirarla en cuanto su puño golpeo mi bíceps.
“Valentina!“, le grité, frotando el punto dolorido mientras la miraba. “Qué demonios te pasa?“
“Desde cuándo están con esto? Tengo la sensación de que esta no ha sido la primera vez.“ No quería que se metiera en esto, especialmente, aquí. “Vale, te quiero, pero esto no es asunto tuyo.“ Sus ojos se abrieron más y abrió la boca.
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La Oficina
Ficção GeralPoche es una secretaria que trabaja para la gran empresaria Daniela Calle. Su aventura empezó solo con sexo y se convirtió en un gran amor. Daniela Calle es intersexual.