capitulo 30- Dime qué me deseas

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PovPoche

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Pov
Poche

Sus brazos me envolvieron y finalmente una alarma sonó dentro de mi cabeza. No podía hacer esto. Qué estaba haciendo? Me prometí a mi misma que lo intentaría. En vez de eso, me estaba tirando a élla en el primer momento que nos dejaron solas. Me estaba respetando a mí misma? Lo había perdido todo?

Me miró, confusa, mientras intentaba recuperar el aliento, alertado del pánico en mis ojos.

Tenía que salir de allí.

“Me prometí que no haría esto.“ dije en voz alta, más para mi misma que para élla. Y antes de que mi resistencia se colapsara completamente, me giré y salí del ascensor.

“A dónde vas?“ gritó detrás de mí.

“No quiero hablar de esto ahora!“ le grité. Joder! Teníamos que estar al final del pasillo?

Escuché sus pisadas detrás de mi, y sabía que estaba en un lío. No podía huir de élla siempre. Y no estaba segura de si quería seguir haciéndolo.


Pov
Daniela

Qué demonios acababa de pasar?

Ella…?

Y entonces…?

Qué coño..?

Un millón de pensamientos se pasaron por mi mente en ese segundo. No podíamos seguir haciendo esto. O esto continuaba, o se terminaba. Ahora. Interfería en mis negocios, en mis sueños, en mi cabeza, en mi jodida vida. Pero no importaba cuando intentara mentirme a mi misma. Sabía lo que quería. No podía dejarla escapar.

Prácticamente estaba corriendo por el pasillo, y corrí tras ella.

“Para!“ le grité, ignorando a los ocupantes de las demás habitaciones. Me ignoró, y continuó huyendo de mi.

“No puedo hablar contigo de esto ahora mismo. Estoy cansada, y triste, y necesito dormir.“

“No puedes empezar algo así y luego esperar que simplemente te deje marchar!“

“Ya lo creo que puedo!“ gritó por encima de su hombro. Llegó a su puerta, y forcejeó con la llave, antes de abrirla.

Mierda! Teníamos que hablar de esto ahora! Siempre estábamos huyendo la una de la otra, y yo estaba jodidamente cansada de huir.

Alcancé su puerta justo a tiempo, y nuestros ojos se encontraron por un breve momento, antes de que la cerrara. Mi mano salió disparada, golpeando la puerta con tanta fuerza que golpeó estrepitosamente la pared de detrás.

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