Capitulo 47- Te extrañe tanto mi amor

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Pov Poche

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Pov
Poche

 “Dios, te he echado de menos.“

Sentí sus palabras mientras sus labios acariciaban mi pelo, y no pude evitar sonreír. Presioné mi cara contra sus pechos e inhalé profundamente, agradecida por tener su esencia.

“Yo también te he echado de menos.“ dije, colocando mi barbilla contra su cuerpo y mirando hacia arriba, a su cara. Dios, era tan hermosa.

Te extrañe mi amor

“Entra,“ sugirió, acompañándome y cerrando la puerta detrás de nosotros. “He hecho la cena, y la película está lista.“

Sonreí y la seguí hasta la cocina, incapaz de parar de admirar la manera en que sus vaqueros se quedaban en sus caderas, y recordando como de suave era su piel sobre las puntas de mis dedos. Entramos en la cocina y me mordí el labio para reprimir una sonrisa mientras mi mente recordaba la última vez que habíamos estado aquí. La cena tenía una pinta maravillosa, y no puse objeción cuando cogió mi bolso y me dio un plato de comida, con un rápido beso.

Dani, esto tiene una pinta increíble. La verdad es que no cocinas como la típica soltera.“ Inhalé profundamente. Olía incluso mejor, y se me hizo la boca agua. Se sirvió su plato y cogió mi mano.

“Bueno, no muchas solteras viven en Francia durante seis años, y hay muchas otras cosas que me gusta hacer en la cocina, Amor“ respondió con una risa. Puse mis ojos en blanco y continuó. “Aprendí a cocinar, una de las ventajas de vivir allí.“

Nos sentamos la una con la otra en el sofá, y puso la película.

Dani, siempre pareces muy feliz cuando hablas de París. Por qué te fuiste?“ Podía habérmelo imaginado, pero se tensó un poco cuando se lo pregunté.

“Oh, la verdad es que no hay ninguna razón. Solamente era hora de volver a casa.“

Asentí y me eché hacia atrás en el sofá, considerando su respuesta mientras

comenzaban a aparecer los créditos de apertura de La ventana indiscreta. Me di cuenta de que recordaba mi película favorita, y la miré con una sonrisa. Se rió y me atrajo a ella. rodeando mi hombro con su brazo. Terminamos de comer y a medida que la película avanzaba, nos íbamos acercando más. Me giré hacia ella, apoyando mi cabeza en su pecho y entrelazando mis piernas con las suyas, con mi brazo sobre su estómago. Mis dedos trazaban vagamente círculos sobre su abdomen y sonreí cuando sentí que sus músculos se tensaban bajo mis caricias.

En algún momento me quedé dormida, y cuando me desperté Dani me estaba quitando la ropa y tumbándome en la cama. Su cálido cuerpo se tumbó a mi lado, y me di la vuelta para mirarla; su piel, desnuda y cálida se presionaba contra la mía. Mis labios rozaron su pecho y sus brazos me abrazaron con fuerza.

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