— ¡Despierta!
Taehyung se sentó de golpe en la cama, desorientado, sintiendo el cuello algo entumecido y un poco de dolor en los parpados, o quizás eso solo era idea suya, pero sentía que le dolían. No tardó más de cinco segundos en notar que estaba en su habitación y que la voz estruendosa era la de su madre.
Cerró los ojos fastidiado, dejándose caer de nuevo contra el colchón, acurrucándose entre las sabanas, escuchando el repiqueo de los tacones contra el piso.
>>He dicho que te levantes, Kim Taehyung.
El castaño resopló, hundiéndose más en su almohada. —No tengo ganas, hoy quiero quedarme en casa.
—Llevas quedándote en casa una semana.
Taehyung apretó más los ojos, reconociendo la voz de su asistente.
Kang Seulgi era la única mujer, fuera de su madre, en quien más confiaba en el mundo, y era su asistente personal y amiga, no debió sorprenderle del todo que estuviese allí.
— ¿Por qué trajiste a Seulgi? —la voz le salió más caprichosa de lo que pretendía, pero de todas formas, ¿podía avergonzarse sobre eso frente a esas dos mujeres? Lo habían visto en peores escenarios. — ¿Y por qué vinieron? Pudieron haber llamado.
—Lo hicimos. —la voz de su madre era de molestia y preocupación, Taehyung comenzaba a ceder. —Toda la mañana. ¿Sabes qué hora es? Pasa del medio día.
—Tuve que justificarte como enfermo porque faltaste para la reunión por video llamada con los canadienses. —Seulgi lo regaño, aunque sonaba más cansada que enojada. —Y ahora estas aquí y apesta a cigarrillo y suciedad, ¿Cuándo fue la última vez que te bañaste?
Taehyung pataleo cuando Seulgi tiro de las sabanas hasta destaparlo, dejando frente a ellas en un simple bóxer rojo. Ni siquiera fingió sentirse avergonzado, no es como si pudiese tener pudor frente a su madre y no es como si Seulgi no lo hubiese visto desnudo antes.
Abrió los ojos, girándose sobre el colchón para mirarlas. Ambas mujeres frente a la cama, su madre con esa apariencia sobria y extravagante que la caracterizaba, mirándolo como si fuese un completo extraño, y Seulgi, impecable en su traje de dos piezas de un tono rosa pastel que la hacía lucir muy bonita, observándolo con preocupación.
No debía estar dando la mejor imagen si ambas lucían como si él fuese un vagabundo en la cama del famoso CEO Kim Taehyung.
—Me bañe el miércoles. —Y fue todo lo que dijo antes de arrastrarse al filo de la cama, estirándose.
—Hoy es miércoles, Taehyung.
Se paralizó. Y entonces sus ojos observaron el lugar a su alrededor.
Una pequeña pila de al menos tres bóxer que obstaculizaban cerrar la puerta de su armario, tres cajetillas de cigarrillos a la vista y debía suponer que podían ser más porque el cenicero en el piso estaba desbordado, una botella vacía de whiskey irlandés y otra de Coñac, podía reconocerlas de su reserva especial, la sabana en el piso, con manchas oscuras que podían ser de suciedad, un vaso de jugo en el piso, cerca de la puerta del baño, una bolsa de frituras un poco más allá y un paquete de fideos crudos a medio comer.
Perceptivamente su piel comenzó a sentirse pesada, gruesa y sucia, pudo percibir el olor que desprendía su cuerpo y lo tieso que estaba su cabello, pudo también notar que su voz estaba pesada y ronca, la garganta le raspaba al hablar, podía sentir la saliva pegada en sus mejillas y algo pegajoso en uno de sus pectorales, al bajar la mirada tuvo que respirar hondo al notar que era chicle sin azúcar, de los que consumía después de fumar.
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Luz Intermitente [Vmin]
FanfictionCuando el prometido de Taehyung lo rechaza públicamente por su hermano mayor, Taehyung no hace más que sonreír y aceptarlo. Por supuesto, Taehyung necesita casarse, por lo que en un giro de acuerdos termina comprometiéndose con Jimin, quien es cons...