Luz Intermitente [Vmin]

036: ¡Lo hizo!

en el siguiente cap una charla pendiente y necesaria. Nos vemos pronto.

Si no comentan lloro [fisicamente] [Y soy capaz de cambiar el final original y hacer que el vmin no termine junto]

Namjoon se bajó del auto, pasándose una mano por el cabello para apartarlo de su vista, caminando a paso tranquilo hacia la entrada de la floristería, escuchando la campana que anunciaba a cada cliente una vez que abrió la puerta, y la grandeza del lugar le confirmaba que, tal como lo investigo, era la mejor floristería del país.

Sonrió un poco, una de las asistentes del lugar acercándosele con una amable sonrisa, Namjoon inclinó la cabeza en un saludo amable.

―Buenos días, sea bienvenido, ¿en qué le podemos ayudar?

―Buenos días. ―respondió el saludo, avanzando a pasos cortos, casi tímidos un poco más al interior, cerca de varios jarrones adornados con rosas de varios colores. ― Busco un arregló en específico, un arreglo de veintisiete girasoles.

La asistente abrió su boca, mirándolo en un gesto de sorpresa y con mayor cuidado.

―Eh...sí, podemos ayudarlo, durante esta temporada son bastante solicitados así que pueden costar un poco más, y dado la cantidad...bueno.

Namjoon sonrió más, los hoyuelos a la vista, asintiendo en comprensión.

―No hay problema, y quisiera...―miró a su alrededor, acariciándose el dorso de la mano en ese gesto nervioso que nunca se había desprendido de él. Y se mordió poquito una esquina de la boca cuando reconoció lo que buscaba. ―Quisiera que le agregara algunas margaritas, como acompañante.

Nuevamente, se ganó un gesto de sorpresa por parte de la mujer.

―Bueno, dado que no es temporada, son pocas las que poseemos, así que tendrán otro tipo de costo.

Namjoon asintió, el corazón contrayéndosele un poco en el pecho.

―No hay problema, lo pagaré.

¿Tenía realmente la disponibilidad para permitirse ese tipo de gasto? No, para algo tan banal y que probablemente no sería recibido, no, no podía permitirse ese tipo de gasto.

Pero lo haría, porque quería obsequiarle aquello, porque quería...quería solo hacerle llegar su presente, solo eso.

Y le hacía preguntarse por esos otros presentes que le hizo llegar en su momento, ¿los habría recibido? ¿Los habría desechado? Probablemente eso último, pero le gustaba pensar en la posibilidad de esa primera opción.

El primer año que le envió un ramo después de irse fue de veinticinco girasoles, el segundo de veintiséis, y ahora agregaba un girasol más, por cada año, un girasol más para el brillante día del nacimiento de Park Jimin.