Luz Intermitente [Vmin]

034: 12 de Octubre.

Este es un cap un poco corto, igual espero que les guste

Si no comentan un hada llora [Jimin]

Espacio especial para llorar porque nunca tendremos un Taehyung [lloremos] o para teorias conspirativas 

[sabían que existe el porno de pandas? bueno, hay gente que finge tener sexo disfrazados de pandas para enseñarle a los pandas a procrear porque son así de inutiles, lo digo siempre, los pandas estan vivos por bonitos, nada más]

―Te ves diferente. ―su madre le comentó, mirándolo unos segundos antes de volver la vista a la pantalla en el tablero del auto, buscando estacionarse correctamente. ―Luces más...brillante.

Jimin sonrió por lo bajo, pasándose la punta de la lengua por los labios.

―Nuevas cremas. ―fue toda la respuesta que le ofreció. ―Son magníficas.

¿Había otra forma de llamar al sentimiento que le albergaba en el pecho? Magnifico.

Una sola palabra que trataba de englobar lo que Jimin sentía en ese momento porque a pesar de solo ser un peldaño en esa larga escalera, se sentía como el gran paso para el futuro. Cruzar la línea de la incomodidad le daba más vida de la debida.

Sentir de nueva cuenta la cercanía de Taehyung era más reconfortante de lo que Jimin había imaginado.

―Te sientan bien. ―su madre lo miró una vez se estaciono, sonriéndole con cariño. ―Y con un nuevo tinte te verías mejor, ya se ven las raíces.

Jimin resopló, saliendo del auto. ― ¿Ahora vas a criticar mí cabello?

―Yo lo haría. ―la voz conocida lo hizo girar en sus pasos en busca del familiar rostro, encontrándose simplemente con un par de ojos que no podían ser cubiertos por el barbijo. ―Hola, pollito.

La sonrisa de Jimin no podía ser más grande, lanzándose a los brazos del más alto, siendo recibido en una risita ronca, los brazos grandes envolviéndose alrededor de su cuerpo, el sentido reconfortante de estar siendo sostenido por él haciendo a Jimin cerrar los ojos y suspirar de gusto.

Oh, cuanto lo había extraño.

―Estas aquí. ―susurró, restregando la mejilla en el hombro del contrario, sintiendo como era elevado del suelo, el abrazo volviéndose más apretado. ―Hyung, te extrañe, hyung.

―Yo también te extrañe, pollito. ―Minho lo bajo lentamente, separándose apenas unos centímetros para mirarlo al rostro y sonreírle, Jimin lo miró con grandes ojos afectivos. ―Me alegra ver que realmente estas bien.

―Un poco de distancia, los estacionamientos no son seguros. ―la voz femenina llamó la atención de ambos. ―Y cualquiera con una cámara puede seguir a Jimin justo ahora.