Luz Intermitente [Vmin]

021: La confianza de un chocolate caliente.

Abrazar a Taehyung se sentía como tomar chocolate caliente.

Eso era lo que pensaba Jimin mientras tenía su cabeza recostada en el pecho del mayor, escuchando los latidos suaves y rítmicos de su corazón, acurrucado contra su costado, siendo rodeado por los brazos firmes y su calor corporal, una de sus manos acariciándole los cabellos con delicadeza y la otra rascando suavemente en la zona de su espalda baja, justo sobre la ropa, el tono de su voz en arrullo delicado y el subir y bajar del pecho que daba la sensación de flotar en una nube; Jimin nunca había flotado en una nube, pero seguro la sensación era idéntica a este momento en particular.

Y Taehyung olía de muchas formas. De una manera física y metafóricamente.

Físicamente olía a loción de baño, un rico perfume masculino pero en proporciones suaves, lo que le recordaba que había notado que Taehyung no era especialmente fan de los olores extravagante razón por la que dejó de usar su perfume en cuanto pudo, también había un ligero olor a lo que Jimin suponía era algún tipo de crema de manos, porque había una mayor concentración de olor en estas y en parte de sus antebrazos, y olía a algo como rosas, no podía distinguirlo, pero le gustaba.

Metafóricamente, Taehyung olía a calidez, a algo muy reconfortante, como si estuviese siendo abrazado por algo sumamente peludo y esponjoso, lo que lo hacía acentuar la idea de que Taehyung era como uno de esos lindos ositos caricaturescos, entonces también olía a tranquilidad, si es que tenía algún sentido, era como esa sensación transformada en un olor, como cuando llegas a casa y huele a casa, o como cuando después de un largo día vas a tu cafetería favorita y pides el postre que tanto te gusta; Taehyung daba esa plena sensación de oler a calidez y tranquilidad, como si ambas sensaciones pudiesen equipararse a un sin número de olores que Jimin consideraba pertinente regularlas en la presencia del castaño.

Entonces, racionalizándolo, abrazar a Taehyung se sentía como tomar chocolate caliente.

Un chocolate caliente huele perfecto, de muchas formas posibles, sabe aún más perfecto, en muchas combinaciones posibles, y se siente reconfortante; Taehyung es un como chocolate caliente, perfecto para oler, perfecto para saborear en un beso que sabe a compañía, perfecto para introducirse en tu sistema y caer en todo tu cuerpo en un calor reconfortante y que alivia hasta el corazón más fracturado.

Abrazar a Taehyung es tan metafóricamente perfecto al sentido físico de beber chocolate.

Solo allí, pegado a su pecho, sintiéndolo cuidar de sus pensamientos; sosteniéndolo en cuerpo, protegiéndolo en esencia.

Solo un abrazo. Solo Taehyung y un abrazo.

Jimin no sabía cuánto tiempo llevaban así, no podía dimensionarlo y sabía que aún estaban estacionados en el mismo lugar, no tenía ni idea de lo que sucedía allá afuera, al otro lado del metal que cubría la intimidad de ese momento, y tampoco le interesaba saberlo, lo único que podía percibir de todo ese hecho era que estaba allí, sintiendo a Kim Taehyung en más lugares de los que debería, en lugares más profundos de los que sería responsablemente permitido.

Y alzó poquito la mirada, sin moverse, pero alcanzaba a percibir el perfil del mayor y él no lo estaba mirando, tenía la vista fija en la ventana a pesar de que estos vidrios polarizados tampoco permitían mirar hacia fuera, aun así, Taehyung mantenía la vista allí, respirando tranquilo, brindándole esa contención y el cariño físico en caricias suaves y delicadas.

Jimin lo observó detenidamente.

Un perfil bonito, muy bonito. Taehyung era...hermoso, de un modo demasiado visible, no solo era sobre Jimin percibiéndolo de ese modo, sino sobre el sentido real de que Taehyung era físicamente hermoso.