058: Jimtober.

585 90 182
                                    

Hola chiqueees

De nuevo, cap programado, no sé si les llegan las notificaciones, espero que sí.

En esta ocasión no quiero decir mucho porque tendremos momentos de tensión a partir de aquí, así que solo...difruten la lectura.

No olviden comentar pls

No olviden comentar pls

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[09:12 p.m.]

Namjoon se apresuró a ir a su puerta porque los golpes eran insistentes, había estado en su cama revisando algunos datos de sus cuentas, tratando de distraerse lo más posible de lo que estaba sucediendo fuera de su burbuja.

Aunque estaba por todos lados. Jimtober.

Lo habían publicitado sin siquiera necesitar el uso de medios de Kim, porque los usuarios de los blogs y el público en general se habían encargado de promocionarlo como si ellos mismos hubiesen estado invitados.

Así se había encerrado en su propia burbuja para esquivar esa realidad, porque no quería encontrarse con todas esas fotos de Jimin sonriendo peligrosamente feliz a un lado de ese hombre. Le daba jaqueca.

― ¿Qué sucede?

Fue lo único que dijo cuando se encontró de frente con su asistente tras la puerta. Ella inclinó la cabeza en un saludo, mirándolo unos segundos de más antes de hablar.

―Usted dijo que buscara al señor Ko. ―inició en un tono bajo, casi tímido. ―Lo encontré...eh...está aquí, lo vieron en su antigua propiedad, pero no saben dónde fue después de eso.

Namjoon frunció el ceño. ― ¿Hace cuánto de eso?

―Un par de horas, señor. ―entonces bajó la mirada hacia su bolso, metiendo una mano para luego extraer una tableta. ―Y esto es lo que envió el señor Green, lograron abrir la habitación del señor Ko, tomó registro de todo.

Extendió su mano, tomando lo que se le entregaba, asintió rígidamente.

―Bien, gracias por traerlo personalmente, esto es importante. Puedes ir a tu casa ahora.

La mujer le dio una mirada lánguida por algunos segundos y fue entonces que registro que estaba sin camisa, solo con un calentador holgado cayendo por sus caderas. Arqueó una ceja a ella, esperando a que decidiese por fin retirarse, y la notó sonrojarse fuertemente en las mejillas.

Se inclinó profundamente. ―Sí señor, que tenga...que-sí, descanse.

Esperó hasta que vio su delgada figura perderse en el giro del pasillo que llevaba al ascensor, y agradeció que ella no se girase a mirarlo una vez más.

Sabía que le gustaba a su asistente, razones por las que a pesar de no tener un sueldo más decente de lo que merecía, seguía trabajando para él. Y él no estaba interesado.

Luz Intermitente [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora