Luz Intermitente [Vmin]

055: Yo te cuido.

Vamos a un punto, en el siguiente cap nos vemos.

por cierto, ¿qué tal los caps pasados? :)

no olviden comentar o me desaparezco un mes 

"El número que usted intenta contactar se encuentra fuera de servicio o fuera del área".

Namjoon tenía la mirada perdida. Y podía sentir, de una manera bastante física aunque fuese imposible, la forma en la que esa correa que había estado sujetando con fuerza se desprendía de su mano y se deslizaba entre sus dedos.

Estiró su mano, marcando el comunicador con su asistente, y en cuento se le respondió la voz le salió poquito ronca, dispersa.

―Contacta a Ko, por todos los medios posibles.

Cortó el comunicador y esperó pacientemente, aunque sus manos temblaban en una ansiosa intranquilidad, misma que se volvió peor cuando su asistente le comunicó lo que de cierta forma ya sabía.

―El señor Ko salió de la residencia en Wellington hace seis horas, no responde su comunicador y también desactivo el servicio GPS de su teléfono, el señor Green fue a hacer la debida inspección y encontró una nota, dirigida a usted.

Namjoon respiró profundo, sintiendo sus fosas nasales expandirse.

― ¿Qué dice?

― "Tome prestado algo tuyo, espero no te moleste compartir tus preciosos trofeos conmigo. Nos vemos pronto".

Namjoon se puso de pie de golpe, yendo hacia la pintura frente a su escritorio, casi tirándolo abajo mientras apretada los dientes en una tensión irascible, la caja fuerte allí alzándose ante él, pero de repente la vista se le nubló en desesperación.

Los dígitos a presionar los sabe de memoria, sería ridículo no saberlos, y quizás fue demasiado obvio, quizás subestimó la tranquilidad de Ko, la sumisión con la que actuaba, subestimo su nivel de obsesión tanto como subestimo la debilidad que dejo a la vista al dejarle ver su propia obsesión.

54646

Los números se marcaron con un sonido que pito estruendosamente en los sentidos de Namjoon mientras abría la caja, y cuando del interior sacó la pequeña caja de madera donde guardaba sus recuerdos más preciados está casi se le escurrió de entre las manos, y terminó deslizándose hacia el suelo, de rodillas con la mirada gacha mientras la abría y vaciaba el contenido en el suelo.

Sus ojos fueron descuidadamente sobre las polaroids que tenía con Hoseok, algunas con su madre y otras grupales de su tiempo en la universidad, pero las descartó rápidamente para ir a ese juego de cinco fotografías que tenía juntas en una pequeña bolsita, sacándolas de allí. La respiración se le atasco.

―No...―murmuró con un nudo en la garganta, sus manos temblando terriblemente mientras miraba de hito en hito a las únicas tres fotografías que tenía allí. Solo tres. Tres de cinco. ―No, no...