Deku el remanente del mal

Amnistía revocable

Aunque pareciera estar desigual, la hipotética carrera de los héroes en contra de los villanos estaba de echo bastante igualada, era esa la razón por la cual la liga no estaba en posición de detenerse y dejar de poner el dedo en la llaga.

Para lograr este propósito Deku había preparado varios escenarios que le facilitarán dañar a los héroes, desmoralizadolos hasta tal punto que fuera irreversible.

Esta era la razón por la que el dúo de villanos, Deku y Toga se encontraban en camino hacia el hogar de cierta estudiante de la U.A.

-¿Crees que Uraraka acepte formar parte de la liga?, Espero que sí, me encantaría tener muchas amigas adorables- dijo Toga dijo Toga saltando del asiento de pasajeros al del copiloto.

-seria bueno para mí si acepta, aunque no entiendo por qué el afán de ser su amiga, si lo que quieres es amistades femeninas, hay están Lady Nagant, también está Suzune, Mikan, Uzuki, Kirika, la liga tiene a muchas chicas, además también están las del refugio de mujeres- señaló Deku bajando la velocidad para evitar accidentes mientras conversaba.

-oh me gustaría llevarme mejor con Nagant pero parece que le hago sentir incómoda, y aparte de Mikan, Suzune Kirika y Ai chan no eh podido relacionarme con las demás- dijo toga jugando con el asiento reclinable.

-bueno, a Kaina le preocupa un poco el no verte, desde que le diste aquel susto en Tartarus trata de estar atenta, trata de hablar con ella y con el resto de las chicas, todas son muy agradables- respondió Deku amistosamente.

Ante la respuesta del chico, la expresión de la villana se arrugó ligeramente, dándole al chico un golpe con el codo.

-hey no hagas eso, estoy manejando y aún no soy un experto- respondió el chico ligeramente asustado por casi perder el control del vehículo.

Durante un rato el vehículo se encontraba en silencio hasta que llegaron al sitio destinado, justo antes de bajarse este decide tocar nuevamente el claxon.

-como me encanta hacer esto- dijo Deku mientras escuchaba la frase icónica de All Might, sonriendo por la ironía de todo ello.

...

Uraraka se encontraba en la sala de estar junto a su familia, cuando pronto escucho la voz pregrabada de All Might, cuando esto sucedió un inexplicable escalofrío lo recorrió por todo el cuerpo eh atrayendo la hacia la ventana.

Estando parada allí, no pudo evitar ver con horror como sus dos pesadillas echas personas se acercaban en su dirección.

El primer impulso de Uraraka fue sacar a sus padres de allí de inmediato, sin embargo la jovencita supo que esto era en vano cuando escucho a su pesadilla tocar la puerta suavemente.

Para su horror, su padre se levantó a ver de quién se trataba, observando extrañado la reacción de su hija.

En el momento en el que el hombre entre abrió la puerta supo de que se trataba todo, este trato de cerrarla de inmediato, solo para que una serie de cuerdas negras se desparramara de entre la puerta como si se tratara de tentáculos oscuros,.lo cuales abrieron la puerta de par en par.

-buenas señor, podría darle permiso a su hija para salir a jugar?- pregunto Deku de forma irónica mientras irrumpiá en la casa.

El hombre intento atacar al chico con un jarrón cercano, solo para ser desarmado y sometido por Toga, la cual se valió de la misma llave que la estudiante a heroína uso contra ella en aquel campamento.

-viste como lo hice, me salió igual que a ti y lo hice a la primera, eso es una prueba de nuestra amistad no crees- dijo Himiko Toga desenfundando un cuchillo para enterrarlo en la espalda del hombre, algo que fue visto con horror por Uraraka y su madre.