Los restos de un amigo

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Con cada día que pasaba, Deku sentís la ausencia de Kurogiri, el nomu servía como administrador y como una ruta de escape, alguien indispensable para la antigua liga de villanos y algo de lo que Deku carecía.

Era está ausencia lo que obligaba a Deku y compañía a calcular cada movimiento, algo que le preocupaba en cada operación que tenían que realizar.

Yasuhiro y el resto se habían comunicado con el, la misión había sido un absoluto éxito y estaban a punto de regresar, del mismo modo, Kozue también había tenido un éxito sin precedentes en su primer trabajo, por lo que todo estaba saliendo de maravilla para el.

-¿Crees que Spiner esté bien?- pregunto Toga la cual se encontraba tan preocupada por el miembro de la liga como el.

-realmente... No lo sé, Ando me dijo que el había recibido una gran cantidad de Quirks, y con la cantidad de tiempo que ha pasado..., Solo espero que esté bien- dijo Deku sin dar una respuesta concreta a la pregunta.

-tienes un plan para ayudarlo en caso de que... Tu sabes- pregunto Toga buscando depositar sus esperanzas en el chico.

-antes de responder a algo como eso preferiría verlo primero, quizás haya podido sobrepasar los dones- dijo Deku tratando de autoengañarse, puesto que las grabaciones de Skeptic ofrecía una vista clara del estado del villano.

-somos lo único que queda del escuadrón de acción de vanguardia, es algo triste en lo que pensar- dijo Toga recordando la primera misión que tuvo la liga.

-tecnicamente Muscular, Moonfish y Mustard aún están vivos, aunque no creo que sea oportuno sacarlos de dónde están, aunque para hacerlo tendría que saber dónde está esa maldita prisión- dijo Deku esperando que la villana no quisiera ayudar a ese trío de desdichados.

Por suerte para el, esas palabras nunca llegaron.

Sin embargo quienes si llegaron fueron los compañeros de Deku los cuales traían consigo a un rabioso y maniatado Spiner el cual debía ser constantemente sometido por Yasuhiro y Suzune los cuales debían usar sus dones en el de manera constante.

La vista que ofrecía el villano era más la de una bestia que la de un hombre, una imagen trágica que solo sentían aquellos que lo conocían más a profundidad.

-hay algo que se pueda hacer al respecto?- pregunto Gentle, quien aún valoraba la ayuda que este le dió en su momento.

-si lo hay, y para eso necesito tu ayuda Gentle, no preocupes por La Brava, Toga cuidara de ella en lo que volvemos- dijo el joven villano preparando sus armas, aunque en el fondo esperaba no tener que usarlas.

Gentle intento tomar las llaves del auto solo para que Deku lo impidiera arrebatandoselas con el látigo negro.

-este auto es un objeto de colección, si alguien va a rayarlo o chocarlo seré yo- dijo el chico ocupando el asiento del conductor.

Aunque era obvio que ninguno de los dos era un experto al volante.

...

Tras la serie de acontecimientos que llevaron a la caída de la U.A hubieron algunos que se mantuvieron a la espera de que la escuela volviera a abrir sus puertas, sin embargo hubieron otros que se mantuvieron al margen de todo, ya sea por su propia seguridad como por la de sus familiares y seres queridos.

Uno de estos era el joven Lemillion, el cual había decidido mantener un bajo perfil por el bien de Eri, la cual con la caída de U.A y la muerte de Eraserhead no tenía a quien recurrir.

Mirio había jurado protegerla y estaba dispuesto a mantener firme esa promesa, asumiendo el rol de hermano mayor.

Pese a esto, el joven se mantenía al tanto de cada pequeño suceso, en espera de lo que el sabía, vendría pronto.

Deku el remanente del malDonde viven las historias. Descúbrelo ahora