Capítulo 28: JK

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Yoongi llegó tarde a nuestra cita porque arrastraba su pie "enyesado". Según todo lo que me contaron, hubo una pelea —luego del partido amistoso—, entre Yoongi, Namjoon, Jackson, Kris y Taehyung, cosa que no pude creer hasta que los vi en la dirección, bastante desarreglados, siendo suspendidos por una semana.

Creí que Yoongi tenía una fractura, pero en realidad solo se lesionó el tobillo y el entrenador quiso que su jugador estrella tuviera la mejor atención y los cuidados, sin importar que estuvieran exagerando con la situación. Lo único que me causaba molestia era que Taehyung se haya involucrado en la pelea con tanto ánimo y también me molestaba aquel rumor de que la pelea fue por Jimin.

¿En qué cabeza cabe? Yoongi y yo estamos saliendo, él quiere volver a intentarlo conmigo. Jackson sale con Tim. Kris con Samy. Taehyung...


dijo me quería a mí. Namjoon está saliendo con Seokjin, según lo que él me contó, ¿por qué estaría junto a Jimin? ¡Si a Jimin le gusta Taehyung! No podía concentrarme con tanta información. ¿Por qué Jimin tiene que involucrarse tanto? Detestaba incluso oír su nombre.

—El sol me molesta.

Yoongi no llegó con buen humor, de hecho se comportó más pesado que nunca. Se mostró grosero, altanero, patán y engreído conmigo, cosa que jamás había hecho antes, lo que me hirió profundamente. Las lágrimas se llenaban en mis ojos, pero luché para que ellas no resbalaran.

Había aguantado demasiado, era mucho para mí. Ya no quería seguir mostrándome fuerte cuando en realidad me estoy rompiendo por dentro, debido a todas las cosas que sucedieron desde que vi a Yoongi besándose con aquella chica. Sin embargo, nada se comparaba con el dolor y el vacío que me dejaba la ausencia de Taehyung en mi vida.

—Tú elegiste este lugar, Yoongi.

—Fuiste tú quien insistió en verme. —¿Cómo se atrevía a decirme eso sin la menor delicadeza? Ambos queríamos salvar lo poco que quedaba de nosotros.

—Yoongi, esto es lo peor que me has dicho.

—¡Pues disculpa!

—¿Sabes qué? He perdido mi tiempo tratando de salvar algo que estaba roto.

No pude ocultar las lágrimas, él me hería sin detenerse, no pude hacer nada en contra de ello, solo mostrar el dolor que sentía. Él no mostró


interés en mí, no le importó saber que me estaba lastimando. Se levantó de su lugar y empezó a seguir su camino, dándome la espalda.

—Aléjate de mí. —Dijo antes de alejarse por completo.

Yo me fui por el camino contrario, llorando sin restringirme de nada. Desahogué todo lo que mi corazón ya no podía seguir sosteniendo y me aseguré de dejar de llorar cuando llegara a mi casa. No quería que mi madre me viera en ese estado, porque quería evitar las preguntas.

Cuando llegué a casa, pasé de largo por el pasillo, dispuesto a encerrarme en mi habitación y dormir un poco para olvidar lo sucedido, pero mi madre me detuvo en medio camino pidiendo que le haga un favor.

—Hijo, te estaba esperando. ¿Puedes ir a la casa de los Kim para recoger el pedido que le hice a la mamá de Tae?

¿Ir a la casa de Taehyung?

Bien, mi madre no sabía absolutamente nada de lo que pasó entre Taehyung y yo, ignoraba totalmente que la señora Kim me estaba tratando mal últimamente y que Taehyung se negaba a hablarme. Ella preguntaba frecuentemente por Taehyung, decía que extrañaba tenerlo en casa y yo ya no sabía qué más excusas inventar para que no sospechara nada de lo sucedido.

Todo eso me tenía totalmente frustrado y terminaba por hundirme en esa tristeza que últimamente me ha estado inundando. No niego que quien provocó esta situación fui yo, pero en serio hice todo lo posible por remediarlo, pero no me permitieron ni siquiera pedir perdón.

—¿Cuál pedido, mamá?


—El de los maceteros y semillas para el jardín de tu tía.

—Pero... ¿eso no es pesado? No podré levantarlo.

Taehyung era quien solía traer ese tipo de cosas a casa, de hecho, Taehyung era el que se ofrecía a hacer esas cosas para nosotros y mi madre se acostumbró a confiar en él en esos favores.

—Que te ayude Taehyung. Ve pronto que se hará tarde. —Mi madre me empujó hacia la puerta y me dejó en la calle, sin opción a refutar.

Tomé un poco de aire para no volver a romper en llanto y a pasos lentos, sumamente lentos, emprendí mi camino a la casa de Taehyung. Me sentí muy nervioso, no sabía cómo me recibirían en aquel lugar.

Solté un suspiro recordando que hoy iniciaba el fin de semana de juegos y diversión que ya no disfrutaría junto a Taehyung. Él me hacía falta, muchísima. Extrañaba sus abrazos, extrañaba dormir con él, extrañaba sus bromas, sus tonterías, su risa, sus juegos. Extrañaba que me levantara temprano para que no se me hiciera tarde, extrañaba que me esperara al finalizar las clases para irnos juntos. ¡Extrañaba comer en su casa! ¡Extraña a la señora Kim y mirar las novelas con ella! ¡Extrañaba reír cuando Taehyung doblaba los comerciales! ¡Extrañaba ir al cine con él! ¡Extrañaba que me llevara en su bicicleta aunque la haya odiado desde siempre! Le extrañaba a él.

Si hubiera sabido que el final con Yoongi terminaría de esta manera, jamás habría dejado a Taehyung de lado. No, Yoongi no vale más que Taehyung para mí, porque mi amor por ambos es diferente.

Cerré los ojos por un momento, dejé de pensar en lo que sentía y pensé en lo que podría sentir, ¿me veía estando junto a Taehyung en una relación amorosa? ¿Realmente me veía a mí mismo de esa manera?


Abrí los ojos, despejé mi mente. Había llegado a aquella casa, aunque caminé lento. Avancé hacia la cerca, la encontré abierta e ingresé para llegar a la puerta, de la cual toqué el timbre. Tratando de calmar mi acelerado corazón.

Después de quince tortuosos segundos, la señora Kim abrió la puerta y la sonrisa que iluminaba su rostro, desapareció de inmediato.

—Buenas tardes, mi mamá me mandó por...

—El pedido, sí, lo sé. Hazle saber que este será el último, ¿sí? —La señora Kim caminó con velocidad hacia su bodega y yo ingresé a la casa con timidez, esperando que ella apareciera.

Lo que apareció ante mis ojos fue Taehyung, pero no se hallaba solo, Jimin estaba a su lado y estaban mirando las películas que nosotros solíamos ver para reírnos. Ellos estaban perdidos en su mundo, comentando las escenas y riendo sin medirse. Admiré entonces el pijama de Jimin que pertenecía a Taehyung. ¿Acaso se había quedado a dormir en su casa? ¿En serio lo hizo?

Taehyung volteó la cabeza y nuestros ojos se cruzaron una vez. Me sentí temblar. La señora Kim apareció abruptamente, jalando aquella enorme caja que contenía el pedido de mi madre.

—Aquí está, llévatelo. —¿Por qué no lo pensé? Iba a ser imposible para mí llevar la caja, nunca lo hice y nunca podré. Mi brazo continuaba herido desde el accidente en el parque ecológico, así que no podría ni intentarlo.

—...

—¿Qué esperas? ¡Llévatelo! —Me ordenó, no supe qué hacer.


—Mamá, lo llevaré yo. —Intervino Taehyung, levantándose del sofá, ante la atenta mirada de Jimin.

—Hijo, no es necesario.

—Le ayudaré hasta que tome un taxi, regresaré enseguida.

La señora Kim me miró de una manera molesta y no se despidió de mí. Taehyung tomó la caja en brazos como si no se tratara de nada y salió por la puerta, la cual yo cerré con cuidado.

—Taehyung, muchas gracias. —Susurré. Él me ignoró y llevó varios delante mientras bajaba la calle, hasta la calle en donde circulaban los taxis.

Yo apresuré mi paso, intentando darle alcance, pero disminuí la velocidad al ver la poca predisposición suya para hablar. Todos los sentimientos vinieron a mí como un remolino cuando observé su espalda, anhelando poder abrazarle. Preocupándome por las marcas rojas que adornaban su mentón y parte de su cuello, seguramente resultantes de la pelea de ayer.

Recordé a Jimin riendo junto a él, con su pijama puesto. Recordé el mal trato de la señora Kim. Recordé la expresión de Yoongi y la crueldad con la que terminó nuestra relación. Recordé a Taehyung ignorándome. Recordé a Taehyung mojándose bajo la lluvia, pagando por mi castigo. Recordé a Taehyung curándome. Recordé la canción que él me había grabado, que se había convertido en mi favorita y que por tonto perdí. Recordé todo y empecé a llorar.

—Taehyung, lo lamento, ¿sí? Realmente lamento todo lo que... lo que sucedió. Lamento haberte hecho eso, sé que es injustificable, pero


realmente, realmente lo lamento. —Lo había dicho por fin, con la voz temblorosa y poco clara debido a las lágrimas, pero pude decírselo.

Él redujo la velocidad de sus pasos, pero se quedó en silencio varios segundos antes de responder.

—Voy a olvidarte, Jungkook. —Dijo con firmeza, siendo incapaz de voltear a mirarme.

Yo intenté secar torpemente mis lágrimas con la manga de mi chaqueta, pero éstas no querían cesar. ¿Olvidarme? No, yo no quería que lo hiciera.

—Tae... quiero saber si tu propuesta de ser novios sigue en pie.

—...

Taehyung se detuvo bruscamente una vez alcanzamos la esquina y dejó la caja sobre el suelo. Reposó sus dos manos sobre el borde de la caja, algunos instantes, antes de que volteara a mirarme.

—¿Sigue en pie?

Él se veía sorprendido al oír mis palabras y al admirar mis lágrimas.

—No entiendo la razón de tu pregunta, tú y Yoongi...

Él me miró con confusión, como si dudara de mis palabras. Mis manos se hicieron puños, actué con valentía por primera vez. Mi cerebro se desconectó de mi corazón y algunos de los dos actuó, porque nada más se cruzaba por mi mente.

—Ya no le quiero, todo entre nosotros terminó, yo... te quiero a ti.

—...


— Tu propuesta sigue en pie, ¿sí o no?

—Seguirá en pie siempre.

Creí que su respuesta sería diferente, pero resultó ser la que deseaba escuchar.

—Entonces quiero ser tu novio.

Él se quedó pasmado, pero después esbozó una ligera sonrisa que le devolvió la conexión a mi corazón. Taehyung se acercó hacia mí y con cuidado tomó mi cintura entre sus brazos, para pegarme a su cuerpo.
Levanté la cabeza para verle directamente a los ojos, quería decirle muchas cosas, quería gritarle muchas cosas, entre ellas que era un idiota por hacerme sufrir tanto estas semanas y que le quería, le quería muchísimo, pero nada salió, no pude hablar.

—Esperé toda mi vida para que dijeras eso, Kookie.

Lentamente se fue acercando a mi rostro, temí y mi corazón se agitó tan fuerte que creí que él podría escucharlo. Mi mejor amigo iba a besarme, iba a... besarme. No sabía si salir corriendo o quedarme, elegí la segunda opción, porque yo quería saber cómo se sentiría besarlo...

Aunque tuviera presente la idea de sus brackets, amenazando cortarme la boca. El beso llegó pronto, no fue salvaje, no fue intenso ni rudo, solo fue lento y delicado. Justo como quise que fuera mi primer beso.

Nuestros labios se sintieron y se movieron en un ritmo lento que terminó poco después.

Nos miramos con afán antes de fundirnos en un abrazo. Aquel que estaba necesitando hace mucho. ¿Hice bien? Quise creer que sí, en serio quería que fuera así, en serio.










Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora