Capítulo 1

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—Aquí hay muchas empresas que pueden admitirte como pasante, querido.

—Mamá...

—Ya sé, pero es que...

Era el último día de vacaciones y mi vuelo con rumbo a Seoul salía en menos de media hora. Tenía todo listo, incluso por demás. Aunque lucía muy confiado y relajado, por dentro estaba muy preocupado. Jamás había viajado lejos de Busan, menos a un lugar tan enorme como Seoul,


estaba consciente de que muy pronto tendría que mantenerme a mí mismo y este era el inicio de mi vida independiente.

—Tengo que ir.

—Yo lo sé, pero no tienes que ir a Seoul para hacer eso, aquí también lo puedes hacer, piénsalo de nuevo, cariño...

Este era mi último año de la carrera, las pasantías eran opcionales para aquellos estudiantes que no querían arriesgarse a otras modalidades más difíciles de egreso. Cuando supe que se habilitaron cupos en Seoul no dudé en aceptarlo, pues de cualquiera manera hubiera viajado para allá.

Iba a extrañar a mi madre con toda el alma, pero yo ya había tomado una decisión.

—Vendré las próximas vacaciones y te traeré mi título, mamá, te lo prometo.

—Confío en que así será, Kookie.

Mi madre me dio el último abrazo antes de acompañarme hasta la puerta, donde el taxi que iba llevarme al aeropuerto esperaba por mí. Ella besó mi mejilla y yo le ofrecí mi mejor sonrisa mientras el chofer cerraba el portaequipaje y yo me deslizaba sobre los asientos. Miré mi casa con melancolía, aquella que había conocido mi historia mejor que nadie y que me refugió desde que nací. Esa casa guardaba muchos recuerdos, así como mi corazón.

El taxi avanzó y yo puse mis rodillas sobre los asientos para ver cómo lentamente la imagen de mi barrio y mi madre se hacía más pequeña y lejana. Solté un suspiro cuando retomé a mi lugar. Me preguntaba si él


llegará a tiempo para nuestra despedida, suele dormir mucho, más cuando hay vacaciones. Quizás esta sea la última vez que nos veamos dentro de mucho tiempo, ¿se perderá nuestra despedida?

Arribé en el aeropuerto y seguí mi camino arrastrando mi enorme maleta, junto a aquella mochila de mano que no quitaba de mi vista por nada.

Miré alrededor, el amanecer apareció maravilloso a través de los ventanales. Admiré el avión que me llevaría a mi destino. Me di la vuelta para verificar que él no estuviera buscándome y al no ver ninguna señal, me encaminé hacia la boletería para verificar mi vuelo. Luego dejé mi maleta sobre la cinta y yo cargué muy bien mi mochila para esperar pacientemente detrás de los pasajeros. Solté un suspiro de tristeza.

—¡JUNGKOOK! —Entonces reconocí su voz desde lo lejos. Tuve que salir de la fila para ir a su encuentro.

¡Jin había llegado! Corrí para darle un abrazo, sabía que aunque amara dormir, él vendría a despedirse de mí.

—¡Hyung! Pensé que no vendrías.

—Si hubiera llegado tarde, estaría parándome frente al avión para que no avance, tú me conoces.

Nos separamos lo suficiente como para mirarnos de frente, no queríamos llorar, por lo que decidimos sonreír. Jin sacó de su mochila una bolsa que me entregó con velocidad.

—Es para ti, úsalo cuando sientas frío. —Sabía que se trataba de un suéter.

—Gracias, hyung.


Namjoon apareció detrás, venía corriendo a toda velocidad.

—Nam puso mal la alarma, en lugar de 6:00 am, puso 6:00 pm. Fui yo quien tuvo que levantarle para llegar.

—En serio, este hyung.

Namjoon me abrazó a penas llegó. Verlos me llenó el corazón de felicidad, no podía irme sin verlos por última vez.

—¡Kookie! ¡Escúchame! —Gritaba Namjoon tratando de hablar y respirar a la vez.— No confíes en extraños, no dejes tu maleta en cualquier sitio, no te alejes de tu maleta, asegúrate de que aquel departamento sea el que pagaste y no te subas a un taxi que no tenga número de servicio, ¿me has oído?

Nam hablaba tan rápido que solo me dediqué a abrazarlo con fuerza y restarle importancia a lo demás. Sentimos los brazos de Jin antes de que nos separáramos.

—Entendido.

—Te extrañaremos mucho, mocoso, así que escríbenos.

El último llamado para ingresar nos alarmó. Yo no podía decir mucho porque estaba a punto de llorar, así que les ofrecí una reverencia.

—No olvides llamarnos. —Agregó Jin, en tanto me empujaba hacia la boletería.

Yo corrí apresuradamente hasta el lugar y antes de entregar mi boleto me di la vuelta para agitar mi diestra.

—¡Jin hyung! —Grité.— ¡¿Me enviarás una foto del bebé cuando llegue?!


No pude oír su respuesta, pero supe que fue positiva cuando levantó sus dedos pulgares. Solté un par de risas y entregué mi boleto. Tras la autorización corrí a través de pasillo con rumbo al avión.

Adentro pude encontrar mi asiento sin ningún percance y las puertas se cerraron. Me puse el cinturón de seguridad, como los demás pasajeros y escuché atentamente todas las indicaciones de las azafatas. Minutos después, ya estábamos rumbo a mi nueva vida. Cerré los ojos, disfruté de la sensación. Seguía manteniendo esa sonrisa.

Namjoon y Seokjin se casaron el año pasado, después de que Namjoon terminara la carrera con excelencia académica. Uno de los momentos más felices de nuestra vida, me incluyo porque fui el padrino. Es una lástima que tenga que irme justo cuando los trámites de adopción de "Seokjoon" estuvieran finalizando. Tal vez pueda verlo en las siguientes vacaciones. Ya tendría un año y de seguro sabrá decir "hip hop", porque Nam ya había planeado toda la vida –musical- de Seokjoon.

Abrí los ojos, miré mi mochila, la cual abrazaba con posesión. Aquello borró mi sonrisa. Esa mochila era la razón por la que estaba viajando a Seoul en primer lugar.

Taehyung desapareció hace cuatro años sin dejar ni un solo rastro de él. Tampoco volví a ver su madre. Aunque le busqué incluso debajo de cada piedra, jamás supe nada de él... hasta que cuando su casa se vendió en la red, yo me atreví a rastrear al comprador, y él me dijo que los vendedores residían en Seoul, lo supo a través del depósito. Desde aquello ya pasó más de tres años y yo lo supe hace un mes, sé que pudieron trasladarse, pero no perdía la esperanza...


Moví la cabeza, no quería pensar más en eso. Me obligué a pensar en la cita con los pasantes de la empresa esta tarde. Daría lo mejor de mí para impresionar a los encargados, quería tener un reporte de desempeño excelente, eso me ayudaría mucho cuando decida buscar trabajo.

Dejé que el sueño me venciera. El vuelo no duró tanto como esperaba, arribé antes de las doce, con mucha hambre y frío. Tuve mucho cuidado de no confiar en personas extrañas y tomé un taxi de la aerolínea que me llevó a la dirección de aquel departamento que mi madre rentó para mí.

A diferencia de lo que el dueño nos prometió, el departamento se veía más pequeño, pero por lo demás estaba bien, me parecía cómodo. Todas las calles desde dentro de veían diferentes, ese era otro sitio y eran otras personas. Sentí emoción de conocer cada uno de sus rincones. Seoul era una ciudad hermosa.

Me distraje seleccionando la ropa que usaría. La cita era a las dos de la tarde y no tendría mucho tiempo para encontrar la empresa. Comí un par de golosinas para saltarme el almuerzo y me arreglé tanto como pude. Quería causar una buena impresión. En menos de una hora, yo ya estaba caminando por las calles de esa ciudad, buscando a Prego Models. Al parecer, era una empresa muy popular pues todos respondían cuando les preguntaba por su dirección. Así que llegué a ese lugar bastante temprano.

Según lo que sabía, éramos treinta pasantes. Los cuales fueron llegando a medida que transcurría la hora. Nuestro lugar de reunión era un auditorio pequeño pero bastante cálido. Yo no quise sentarme adelante, por lo que opté en sentarme atrás. Tendría mejor visión de todo lo que sucedía.


Lo encargados llegaron y comenzaron a platicarnos sobre la labor que íbamos a desempeñar. Amé que nos trataran de colegas mientras discursaban. Si bien no tendríamos tanto aporte en la empresa, tendríamos tareas que serían de importancia para algunas áreas y la que nos correspondía era la de finanzas, debido a nuestra carrera. Todo se veía emocionante. Hasta que algunos estudiantes llegaron ruidosamente. ¿Qué tipo de profesionales pensaban ser si llegaban tarde a un asunto tan importante como este?

Oí risitas y murmullos desde entonces. Me arrepentí de haber elegido ese lugar. No podía concentrarme. Desvié la mirada hacia un costado y me hallé con su perfil...

Era un chico atractivo, no, era el chico más atractivo que había visto. Jin me dijo que en Seoul me iba a topar con varios chicos así, pero no pensaba que tan pronto. No pude quitar la vista de esa mandíbula afilada y varonil, mucho menos de esos cabellos desordenados y castaños claros, qué decir de aquella porción de piel de su clavícula que su chaqueta de cuero entreabierta dejaba ver.

Alguien de su costado le dio un ligero costado y él esbozó una sonrisa. Yo me quedé embobado y casi sin pestañear. ¿Existen seres así? Son justo mi tipo.

De pronto, el chico se giró y me vio directamente a los ojos. Yo desvié la cabeza con velocidad y me sonrojé a más no poder. Me descubrió mirándole. ¿Por qué me quedé tan tonto por él? Miré de reojo, él seguía mirando hacia adelante, restándole importancia a su alrededor.

Usualmente los chicos o chicas se me quedan mirando... él no.


Pensé en sus ojos y su atractivo rostro. Fueron dos segundos de contacto visual, pero los suficientes como para apreciar su atractivo. ¿Él no era un modelo de la empresa? Tal vez sí.

Entonces ese color de ojos se me hizo familiar, muy familiar...

Miré hacia adelante, mostraban imágenes de jerarquía. Quise concentrarme, pero de pronto un escalofrío recorrió mi espina dorsal y mi corazón se aceleró. Eso ojos se parecen mucho a los de Taehyung. Quise consolarme, porque estaba muy nervioso sabiendo que tal vez pueda encontrarlo en esta ciudad, pero no iba a ser cobarde, lo afrontaría. Dudé, Taehyung nunca fue tan atractivo. Es vision trick, visión trick solamente, visión trick...

Giré lentamente, tratando de ser lo más disimulado posible. Admiré de nuevo su perfil, con mi corazón a punto de salirse del pecho. Taehyung también tenía una mandíbula afilada y el color de piel era el mismo. El chico se volteó a verme de nuevo, tal vez porque estaba siendo muy obvio al mirarle, no pude girar porque admiré su rostro a plenitud y sentí que me faltaba el aire. Era Taehyung, claro, sin lentes, sin backets, sin ese peinado tonto, con los rasgos más definidos y masculinos, con ese lunar en su nariz, siendo atractivo, muy atractivo.

Él levantó una ceja y yo reaccioné, me giré hacia adelante y comencé a temblar. Algo me decía que era Taehyung, pero no entendía las razones del por qué ese chico tan atractivo podría ser Taehyung.

Las imágenes se terminaron y una encargada dijo que entregarían las hojas de vida que cada uno envió en el correo. Las risas retornaron, le oí reír, su risa era diferente, no tan chillona y desagradable, sino más


profunda y varonil, era seductora. No quise voltear. Muchas personas le susurraban cosas, ¿eran sus amigos?

Cada uno de los pasantes fue hacia adelante a recoger su hoja de vida después de oír su nombre. Yo estaba ansioso por saber cómo se llamaba ese chico, para confirmar que mis tontas teorías no eran ciertas.

—Kim Seohee. —Llamó. Una chica se levantó y recogió su documentación. Hubo un silencio antes de proseguir, para mí duró una eternidad.

—Kim Taehyung. —Llamó entonces y ese chico se levantó. Yo sentí que me iba a dar un infarto.

Kim Taehyung, dijo Kim Taehyung. Él era mi Taehyung, era él. Sentí que las lágrimas podrían caer en cualquier momento, pero luché en contra de ello.

Observé cada uno de sus movimientos. Se veía muy alto y tenía la espalda más ancha y definida. Me quedé asombrado por su manera de caminar, con la cabeza en alto, con mucha seguridad y sensualidad, siendo consciente de todas las miradas que se posaban en él. Porque podría jurar que era el chicho más atractivo del lugar. Llevaba una chaqueta de cuero y unos black jean ajustados que volvieron a sonrojarme.

No tuvo que llegar hasta el final, porque dos chicas se apresuraron en pasarle amablemente su documentación y él les guiñó el ojo.

Pensaría después sobre las razones de su cambio milagroso.

Desvié la vista cuando regresó a su lugar y volví a mirarle de reojo, él ni siquiera me miró. Creí que tendría alguna reacción al verme, creí que


tendría alguna reacción cuando llamaran mi nombre, no, él seguía riendo con sus amigos. No sabía si era un buen actor o qué diablos, él simplemente... no mostró ni una señal de interés.

Mi corazón siguió latiendo, aun cuando se anunció que por hoy podíamos retirarnos y todos se movieron para irse. Incluso él.

Me levanté de mi sitio, me sentí muy mal y herido, él tenía razones para odiarme toda la vida, pero... yo quería verle y hablarle, no quería nada más, solo eso. Tenía que ser valiente si quería ofrecerle mis más sinceras disculpas. Me abrí espacio entre las personas que salían por el pasillo y pude ver su espalda. Antes de que él desapareciera por la puerta de salida, decidí actuar.

—¡Taehyung! —Grité. Él se detuvo y volteó para observar quien le llamaba. Yo fui a su encuentro, con las manos y piernas temblorosas. Tuve que levantar la cabeza para poder mirarle a los ojos. Taehyung hacía crecido.

—¿Sí? —Preguntó con un tono muy natural. No tenía un tono cínico ni de odio ni nada.

—Taehyung... —Susurré. ¿No me reconocía? ¿Por qué de pronto su reacción es esa? Podría esperar cualquier cosa, incluso un insulto, ¿pero eso?

—¿Qué?

—Soy yo. —Dije con un tono melancólico en la voz.

Soy yo... aquel que rompió tu corazón y te hizo tanto daño. Jeon Jungkook. Soy el mismo, yo no he cambiado, sigo igual. Soy yo.

—Ajá... —Dijo extrañado, como si no me reconociera.— ¿Quién?


Lo dijo muy natural, como si en verdad no me reconociera. ¿Cómo era posible? ¿A qué estaba jugando?

—... —Yo me quedé sin palabras. ¿Estaba... preguntándome quién era?

Una chica se acercó a él y empezó a jalar de su brazo. Él esbozó una ligera sonrisa mostrando su perfecta dentadura y despeinó mi cabello antes de darme la espalda e irse con el grupo de chicos que esperaban por él.

Taehyung desapareció minutos después y yo no pude moverme de aquel lugar. ¿Qué era todo esto? ¡¿Qué era esto?!










Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora