Capítulo 45

668 71 2
                                    

Es imposible creer que en tan solo cinco días de mi ausencia, el departamento se pusiera de cabeza. Solos cinco días, vamos, en cinco días tal vez puede formarse una montaña de ropa sucia sobre la lavadora, pero nada más. Taehyung ha roto un nuevo record o lo ha creado, es simplemente increíble.

Me entretuve la mayor parte del tiempo poniendo todo en orden y desempacando. Me pareció dulce que él haya desordenado todo, mas no mi ropa, todo lo mío se encontraba impecable. Pero lo que me pareció abrumador fue la enorme cantidad de platos rotos y mal recogidos en el basurero, me di cuenta de que Taehyung no sabe en absoluto el manejo de la escoba y el recogedor. Es como... un niño pequeño, a veces.


Por ello fui yo quien terminó por limpiar todo, mientras él comía lentamente la ensalada de frutas que preparé para él, porque al parecer el desayuno y el almuerzo no fueron suficientes para saciar su apetito voraz. ¿Ha estado comiendo bien estos días?

Luego de terminar con todo, tomé un baño y escogí algo bonito para vestir. Hace como una semana, Yugyeom me invitó a visitar el parque de diversiones con él, claro que acepté y evidentemente no faltaría, habíamos prometido no mover la fecha, por eso él me envió un mensaje confirmando la salida de hoy. Hace mucho tiempo que no salía a un lugar tan bonito como ese, necesitaba algo de distracción luego de tantos días horribles.

Además de eso, entre las buenas noticias está que recuperé el apetito y mis palmas obtuvieron color, así mamá no se preocuparía.

—¿Jungkook?

Cuando terminé de hidratar mi piel, siendo el último paso antes de salir. Taehyung apareció por el umbral de la puerta, mirándome con detenimiento. Me giré para hablar directamente con él, tenía que explicarle lo que iba a hacer, porque le prometí decirle si iba a salir con alguien, no especificamos si se trataba de amistad o amorosamente, sin embargo lo haría de igual manera.

—Tae, voy a salir.

—¿A dónde?

—Al parque de diversiones con Yugyeom, yo... haré todo lo posible por regresar temprano, antes de la cena.


Su expresión sorprendida e incluso molesta me causó un poco de incomodidad. No quería que desconfiara de mí.

—¿Con Yugyeom?

—Sí...

—¿Y como por qué, eh?

—Porque somos amigos...

—Ah. Entonces, ¿se trata de una salida de amigos?

—Por supuesto.

Yugyeom y yo somos buenos amigos desde hace un tiempo, además me gusta pasar tiempo con él, es muy amable y siempre tiene algo que contar. Él es especial, porque es mi primer amigo aquí en Seúl. Asimismo él se encuentra enamorado de alguien más y Taehyung no debería desconfiar de mí.

—Entonces considero que yo también debería ir, ya que se trata de una salida de "amigos".

Realmente no entendí lo que estaba tratando de decir, no le tomé importancia al doble sentido de su frase. Me concentré en la idea de salir al parque junto a él. Los tres podríamos pasarla muy bien y conociendo a Yugyeom, él terminaría por llevarse bien con Taehyung. Sería grandioso.


—Yo también considero que deberías ir, Tae.

Esbocé una sonrisa para él, pero no le interesó, seguía manteniendo esa expresión molesta en el rostro aún cuando se cambió la chaqueta para salir.


Afortunadamente le dije a Yugyeom que no era necesario que viniera por mí, sino que veía más cómodo encontrarnos allá, porque Taehyung decidió llevarnos en su motocicleta, de otro modo, las cosas hubieran sido seriamente incómodas. Me apenaba tener que involucrar a otras personas con los favores que Yugyeom hacia por mí, porque sería demasiado, él ya era muy amable conmigo para que tenga que serlo con los demás. Ya tenía suficiente con los favores que yo le debía.

Taehyung y yo llegamos al parque con diez minutos de retraso de la hora acordada, porque no pudimos hallar espacio para estacionarnos de manera fácil. Por otro lado, fue agradable recorrer el lugar y admirar desde afuera todos los juegos sorprendentes y enormes incluidos. ¡Pensaba subir a la rueda de la fortuna, sí o sí!

Agité mi mano con fuerza al encontrar a Yugyeom parado cerca del ingreso, se vio muy sorprendido al ver a Taehyung haciéndome compañía. Aún así jalé a Taehyung para que saludara a Yugyeom, cosa que nunca sucedió, Yugy nunca le habló o tuvo intención de saludarle, Tae hizo lo mismo.

—Compré tu boleto —me dijo Yugyeom, ofreciéndomelo.

—No debiste molestarte.

—Quise hacerlo.

—Gracias...

—¿Ingresamos?

—Oh sí, en un momento... Tae no tiene el suyo.

La fila era muy larga, tardaríamos mucho.


—Podemos iniciar el recorrido en lo que él lo compra.

De ninguna manera. No quería arruinar la tarde de Yugyeom, pero yo no dejaría a Taehyung ahí. Yo quería estar junto a él en el recorrido.

Sorpresivamente Taehyung se encaminó hacia la boletería sin decir nada. Me quedé admirando su sonrisa cuadrada y encantadora que le regaló a la encargada de vender los boletos, noté que se trataba de una joven a la que se le iluminó el rostro al oír la voz de Taehyung. Me quedé paralizado, sin poder reaccionar cuando ellos se pusieron a hablar, incluso a reír mientras ella le entregaba un boleto.

Tomé aire e intenté tranquilizarme. Acabábamos de terminar una pelea enorme, no quería iniciar otra, pero... ¿en serio? ¿Estaba coqueteando con esa chica por el boleto? Él retornó cínicamente hacia nosotros con la misma expresión molesta, tomó mi mano para conducirme dentro del parque. Yo me quedé sumido en el silencio, aguantando todas las palabras que quería decirle, es que cómo se atrevía a hacer eso.

—Es una amiga mía —dijo sin importarle que Yugyeom le oyera.

Era una amiga suya... él tenía muchas amigas, muchísimas, yo también soy su amigo y dormimos juntos y nos besamos y nos acariciamos y seguimos siendo amigos.

Yugyeom tomó mi otra mano y me apartó de Taehyung para conducirme hacia el sector de retos. Como era de esperarse, Taehyung no nos dejó de seguir, incluso si caminábamos apresurados. Yo solo quería que Yugyeom dejara de tomar mi mano de esa manera...

—¿Quieres que gane un osito para ti?


—Yugyeom, no es necesario —susurré amablemente, mirando de reojo a Taehyung.

—Yo creo que lo es, anda, dime, ¿cuál te gustaría?

Él se veía animado con la idea de ganarme algo, no pude rechazarlo. Señalé el gigante oso de la derecha, porque era el más pequeño a comparación de lo demás. Lo interesante es que todos los osos son el mismo solo que en diferente escala.

—Ese.

—Vamos, ganaré el más grande para ti.

Yugyeom eligió el reto de las latas con cuatro intentos. La primera pelota que lanzó se desvió por izquierda apenas rozando una lata. No me gustó ver la decepción en su rostro cuando eso sucedió.

—¡Animos, Yugy! —Le dije para que se sintiera mejor.

Él usó la segunda pelota y ésta sí logró derribar una de las latas. Festejamos con una sonrisa al ver el resultado. Con más confianza lanzó la tercera pelota y siguió el mismo rumbo que la primera. Aun faltaban dos latas más, lastimosamente la cuarta pelota no logró hacer mucho.

—...

Era la primera vez que veía a Yugyeom tan estresado. Solo era un juego, no quería que se pusiera así.

—Está bien, estos juegos son difíciles, gracias por intentarlo por mí, Yugyeom.

—Quiero jugar. —Dijo Taehyung, pidiendo una ronda con las mismas latas y pagando por ella.


Ambos nos quedamos sorprendidos al ver la actitud de Taehyung. No dudó en absoluto, tomó una de las pelotas y con fuerza la estrelló contra dos latas que fueron derribadas incluso detrás del tablero. No se tomó un tiempo para festejar, tomó la segunda pelota para terminar de derribar la última lata.

—El premio alcanza hasta el oso mediano en este nivel —le dijo el dueño con una expresión cansada.

Taehyung usó las dos pelotas sobrantes para derribar a las tres latas del otro nivel con la misma técnica del principio. La gente, incluyéndonos, se quedó mirando a Taehyung con sorpresa, ¿de dónde había sacado tan buena puntería?

—Quiero el oso grande —pidió. El dueño en silencio le entregó el oso, que luego él me dio a mí.

Me encontré en el dilema de la situación, no quería que Yugyeom se sintiera mal, pero tampoco quería que Taehyung lo hiciera. Aunque en el fondo saltaba de alegría y emoción al ver el obsequio de Taehyung... porque de alguna manera este era un tema pendiente entre nosotros.

—¿Te gusta?

—Sí... gracias.

Yugyeom soltó un suspiro pesado cuando nos movimos hacia los juegos. Creí que lo mejor para la situación era no hablar de lo sucedido, aún si abrazaba al oso con toda la fuerza que contenían mis brazos.

El primer juego que apareció fue la rueda de la fortuna, tan inmensa y gloriosa como la imaginé. Quería subirme ahí y contemplar todo desde lo más alto.


—¡Subamos ahí, subamos ahí! —Estaba tan emocionado que no pude contenerme.

—Yo... no puedo —respondió Yugyeom con una expresión melancólica.— Tengo vértigo.

Oh eso es terrible, él nunca habló de algo como eso, según lo que sé eso se siente como la claustrofobia, así de intenso.

—Está bien, podemos subir a otro juego.

—Pero tú quieres subir —intervino Taehyung. Era cierto, claro que quería subir, sin embargo no iba a dejar a Yugyeom ahí, vinimos a divertirnos juntos, no solo yo.

—Realmente n-

—Está bien Jungkook, tú quieres subir, yo estaré esperando aquí. — Yugyeom se portó de una manera tan amable que me sentí mal.

—Yugyeom, yo no...

—Por favor sube, me sentiré mejor si lo disfrutas.

En serio me sentí muy mal. El plan era divertirnos entre los tres, no pasar por estas circunstancias. Jamás debí haber mencionado que quería subir, ¿por qué lo dije?

—Yugyeom...

—Anda, sube.

Taehyung tomó mi mano y me dirigió hasta la venta de tickets. Fue él quien pagó por los dos y no escuchó cuando le dije que yo tenía dinero para pagar. Taehyung se veía tan estresado como Yugyeom y me sentí


peor... ¿qué estaba tan mal como para que nuestra tarde se mantuviera de esta manera?

Nos subimos en el cubículo siguiente. Saludé a Yugyeom cuando nos movimos un poco, él esbozó una sonrisa y me devolvió el saludo, ¿por qué tenía que hacerle esto a mi amigo?

—Es muy lento... —susurró Taehyung al otro lado de la cabina.

—Ese es el punto, con esa lentitud se puede disfrutar de la vista.

Según cómo íbamos subiendo la vista de Seoul fue mejorando gracias al reluciente atardecer que pinto el cielo con sus colores. Me olvidé todo en ese momento. Era casi irreal, la ciudad desde lo lejos se veía diminuta pero admirable en cada detalle, todo se hizo pequeño y lejano, algo que no podría olvidar por mucho tiempo.

—Es hermoso, Tae. —Me pegué al costado para mirar hacia abajo. ¡Todos eran pequeños desde ese lugar y aún faltaba para llegar a la cúspide!

Taehyung se encontraba muy silencioso, dirigiendo la mirada hacia el horizonte. Lucía muy pensativo y casi perdido con respecto a su alrededor, de pronto sentí curiosidad al saber qué es lo que tenía su mente tan ocupada. No ha dicho mucho desde que llegamos...

—Tae...

—¿Sí?

—¿Te gusta la vista?

—Claro. —Él no se veía con muchos ánimos de hablar. Abracé el oso con fuerza.— Jungkook.


—¿Sí?

—He estado pensando en muchas cosas... acerca de ti, bueno, nosotros en sí.

—¿Qué cosas?

¿Por qué de pronto la seriedad de sus palabras está agitando mi corazón de manera abrumadora?

—Bueno, en cosas como que eres el tipo de chico que luce como un niño pequeño. —Esbozó una sonrisa y por fin pudo mirarme a los ojos.— Mírate, tienes unos ojos inocentes y redondos como cualquier niño, con una carita que destella ternura cuando sonríes. Además balbuceas por las noches y te quejas haciendo berrinche, si eso no se asemeja a un niño dudo que lo haga con un chico.

No estaba entendiendo muy bien sus palabras. ¿Niño?

—...

—Pero también actúas tan maduro como una persona mayor, es que aunque sueles ser tan impulsivo como yo, piensas mucho en las cosas antes de hacerlas si es que tienes posibilidad. Nos cuidas a ambos de una manera grandiosa, eres independiente y podrías vivir bien solo. A diferencia mía que... soy un desastre cuando estoy solo, casi siempre lo he sido, pero después de conocerte...

—...

—Lo que quiero decir es que no sé desde cuándo exactamente, pero te necesito de una manera agobiante, esto va en contra de todo lo que quiero para mí y aún así, sigo prefiriéndote en todo momento, incluso


siento tranquilidad. Te has empeñado en aparecer en mis pensamientos y...

—Taehyung...

No voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar. ¿Él acaso está...

—Hay algo en ti que simplemente me atrae, sí, eres bonito y ya sé que tienes un culito deseable.

—Tonto.

—Pero tienes algo que está clavado en mi corazón y se ha negado a salir. Creí que me estaba volviendo loco, no quiero ningún tipo de compromiso en mi vida y aún así no puedo imaginarme a mí sin ti. Sé que es difícil mantener algo como lo nuestro sabiendo que no es nada serio.

—Duele mucho.

—Lo sé y lo lamento, es solo que necesitaba tiempo, mucho tiempo para afrontar aquel pánico que sentía cada vez que mi corazón te buscaba. No quise pensar en ti como algo más y sin darme cuenta, ya eras algo más.

—...

Las lágrimas se acumularon en mis ojos. ¿Esto es una declaración? ¿Lo es?

—Quiero intentarlo una vez más y quiero hacerlo en serio contigo. Estoy dando muchos rodeos, no es de mi estilo, pero amerita decirte esto antes de ir al punto. Estoy más loco por ti de lo que imaginaba, no sé qué


hiciste pequeño llorón, pero he caído por ti... me gustas mucho, eres tú quien debe saberlo.

Unas enormes ganas de gritar y saltar me invadieron. Eso era lo que estaba esperando, eso es lo que deseaba escuchar durante muchísimo, muchísimo tiempo. Todo es real, pero parece un sueño. Lo dijo, dijo que está enamorado de mí, ¡de mí!

—Taehyung, dios mío.

—¿Tú también?

—¡Claro que sí, ya lo sabes! —No quise sonar tan emocionado, aunque inevitablemente ya lucía como tal. Él soltó una risa.

—De ese modo, ¿te gustaría ser mi novio e intentarlo conmigo?

El atardecer nos bañó de su luz en el momento en que llegamos a la cúspide, estábamos encima de todo y tan cerca de la inmensidad del cielo. Si las casualidades existían, esta era sin duda, la más hermosa de todas.

—Sí... sí... ¡Sí!

Siempre, para siempre, por siempre, eternamente sí, claro que sí, por supuesto, siempre sí, sí, sí, sí.

Taehyung se levantó de su sitio para sentarse junto a mí. Nunca en la vida me sentí tan nervioso justo como ahora, todo mi cuerpo se estremeció y fue invadido por temblores notorios. Él acarició mi rostro con delicadeza, segundos antes de besarme. Entonces no era mentira eso que dicen las novelas acerca de que el mundo se detiene, si bien el mundo siguió su rumbo sin importarle esta situación, mi mundo sí se detuvo en él.


Éramos él y yo, y de pronto fuimos nosotros. Nosotros compartiendo un sentimiento, nosotros siendo él y yo, él y yo siendo nosotros. Fundiéndonos en el remoto milagro de poder ser correspondido por quien se ama. Todos los poemas se cruzaron por mi mente y ninguno tuvo sentido, pero se escucharon muy románticos.

Seguí flotando incluso cuando él deslizó sus manos entre mis muslos para acariciarme. Gemí entre el beso sin una pizca de inocencia y aún así me sentí parte de la historia de amor más bonita del mundo.

—Mierda, qué rico estás bebé.

Incluso después de eso.

—Ay Tae... mh.

—Me gustas tanto...

—Me gustas más, mucho más.

Entrelazó sus dedos con los míos luego de acariciarme por más de un minuto. Pegó su frente con la mía y nos sonreímos explicando sin palabras cuán felices estábamos de por fin poder estar juntos.

Y que llegue la tormenta cuando quiera, estaba listo.









Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora