Capítulo 1

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La felicidad siempre llega en algún punto, a veces se adelanta o retrasa, pero finalmente llega haciendo de su aparición la más aclamada y apreciada. Esperaba que ella decidiera no ser solo una invitada y quedarse junto a nosotros por mucho tiempo.

Después de un mes entero de preparación para la edición previa, por fin fue lanzada y yo encabecé las listas de popularidad de la empresa, de hecho, hubo rumores de que recibieron bastantes cartas de chicas que querían conocer más sobre mí. Debido a eso, el editor decidió darme la portada de la edición oficial de verano, primero que nada, ¡una portada, una portada, p-o-r-t-a-d-a! Segundo, ¡en la edición oficial de verano! ¡Edición oficial!

Matty entró en negación cuando supo la noticia porque usualmente es Hyungmin y él quienes obtienen las portadas por su profesionalismo en el área y evidentemente el hecho de que un nuevo la obtenga —además por petición de los clientes— es algo difícil de ver. Por el momento, Hyungmin está siendo el rostro de Prego, por lo menos hasta que el lanzamiento completo de la línea se realice y no falta mucho hasta eso. ¡Dios mío!

Esa no es la única buena noticia, Jungkook decidió iniciar un negocio virtual el cual ha estado dejando buenas ganancias. Quién iba a decir que la música de nuestro país sería tan popular alrededor del mundo y que hay muchas personas que están bastante interesadas en comprar álbumes. Mi novio tiene una técnica de venta excelente, claro está, compra los productos en gran cantidad a un precio menor y los vende al mismo precio establecido por las empresas, cosa que alienta a los compradores a confiar en él. Además tiene tiempo para cocinar algo


delicioso siempre y consentirme por las noches y ganar mucho dinero y sin tener una jornada y sin salir de casa cuando hace frío y dormir hasta tarde. Todo eso resumido en "genio".

—Me pregunto dónde pudo esconderse —dije intentando no estallar en risas.

Pisé con fuerza procurando poner al tanto a Jungkook sobre el lugar en donde me encontraba. Divisé sus pies descalzos fuera de su escondite, ese el cual es pésimo y predecible, justo detrás del sofá que está pegado a la pared.

Avancé ingenuamente hacia la puerta de la cocina y fingí buscar con dificultad, pero incluso él soltó una risita que trató de callar segundos después. Vamos, teníamos muchos escondites en el departamento, hasta estando debajo de la cama me tomaría más tiempo ir en su búsqueda, pero no, él ama ese lugar y piensa que yo soy un tonto que lo olvida.

—Creo que voy a rendirme, no sé dónde está —dije avanzando lentamente y sin ruido hacia el sofá.

Los deditos de sus pies se movieron y yo esbocé una sonrisa. El silencio no le dice mucho, probablemente ahora se está preguntando a dónde fui o si sigo parado en la puerta de la cocina. Estiró una de sus piernas para atrás dispuesto a salir, mas yo actué con más velocidad y jalé de ella hasta que su cuerpo deslizó por el suelo. Jungkook gritó de manera poco masculina y en cuanto nuestros ojos se cruzaron, intentó huir de mí. Sin embargo yo tomé la precaución de sujetar sus brazos y posar todo mi peso sobre él, impidiendo cualquier intención de huida.

—¡Te atrapé!


—No es justo...

Negué con la cabeza y besé su boquita que formaba un puchero bastante tierno, que más tarde se desvaneció en una sonrisa.

—Es muy justo, ¿quién te dijo que te ocultaras aquí?

—Tú.

—No, eso no es cierto bebé.

—Sí, fuiste tú y no es justo.

—Es muy justo y quiero mi premio.

—Umh.

—Desde ahora mis batidos tendrán azúcar y no bananas.

—...

—¡Hicimos un trato!

—Vale...

—También dormirás desnudito esta noche.

—¡Tae!

—No te preocupes por el frío que voy a mantenerte muy caliente.

—Todavía estoy rosadito por lo de ayer...

—Quién te mandó a inclinarte en frente de mí, ¿yo? No, tú solito.

—Tú eres el pervertido que se excitó por eso.

—Tú eres el pervertido que me excitó con eso.


Él bufó e intentó mostrarse ofendido, mas no funcionó cuando mi sonrisa contagió la suya. Nos sumimos en un agradable silencio durante algunos segundos y luego dejamos que nuestras bocas hablaran por nosotros en una sesión de besos lentos y caricias al azar.

Fue el ringtone del móvil de Jungkook quien nos sacó de nuestro mundo, anunciándonos que ya era de ir hacia el correo para enviar sus pendientes. Tuvimos que levantarnos del suelo para que él pudiera ponerse los zapatos, mientras yo levantaba las llaves del auto y le abría la puerta.

—Dejé las cajas en el asiento trasero, amor.

—Sí, las vi esta mañana.

—Vale, vale.

Entonces nuestro fin de semana comenzaba con trabajo y juegos infantiles. Él se apresuró en tomar su abrigo y deslizarlo por sus brazos restándole importancia a los botones delanteros que se aflojaban al instante debido a su delgadez. Jungkook ha estado perdiendo peso desde hace un mes, realmente no sé por qué continúa la inseguridad con su cuerpo si yo no me canso de repetirle que así está perfecto.

—Muy pronto desaparecerás dentro del abrigo.

—No exageres...

Salimos del departamento apagando todas las luces, luego entrelazamos nuestros dedos y bajamos las escaleras con calma.

—Entonces ya no pierdas más peso, no quiero que te enfermes.

—Ya te dije que no es mi plan perder peso.


—¿Entonces por qué lo estás haciendo? Deja esa dieta, joder.

—Que no sigo ninguna dieta, solo estoy comiendo sano.

—Comer sano o hacer dieta, da igual, deja de hacerlo.

—No es lo mismo. Ahora estoy comiendo más que antes y me siento bien.

—Eso solo fue ayer, ¿qué hay de los otros días?

—También comí bastante, pero tenemos que diferenciar algunas cosas, tú comes demasiado, yo voy a mitad del sándwich y tú ya vas con el tercero, es obvio que vas a pensar que como poco.

—Vale, está bien, no lo negaré.

—Y también está el hecho de que ambos tenemos el metabolismo diferente, yo respiro y engordo, tú comes a más no poder y pierdes un kilo.

—Esa no es excusa... además tú te ves bien —muy, muy, muuuy bien, ah.

Llegamos a la planta baja y avanzamos hasta la puerta principal.

—¿Qué pasaría si subo de peso, eh? ¿Te seguiría gustando?

—Uf, tu culito rebotaría más rico sobre mi pelvis.

—¡Taehyung!

—Quítate esas ideas de la cabeza, estás perfecto y me vas a gustar siempre, ¿vale?

—Pues vale, solo si también te quitas la idea de que estoy siguiendo una dieta porque no lo estoy haciendo.


—Está bien, está bien. Dejaremos de hablar de eso...

—Estoy de acuerdo, ya no se habla de eso.

Guardamos silencio, continuamos nuestro recorrido fuera del edificio e ingresamos al auto estacionado en la puerta. Encendí el motor y me dediqué a ponerle en cinturón de seguridad mientras le robaba uno que otro besito. Luego tomé el volante e intenté concentrarme en el camino, pero los pensamientos continuaron abarrotándose en mi cabeza. Vale, no me importaba que él quisiera comer sano siempre, yo quería llevarlo a comer a un lugar de comida rápida.

—Amor, mira ese bebé —señaló Jungkook cuando nos detuvimos en una luz roja.

Una señora pasó cargando a su bebé por el paso peatonal, el bebé era bastante tierno, más por las orejitas de oso que resaltaban en su boina.

—Aws.

—¿No es lo más tierno que has visto?

—No, aw.

—Tae...

—Es que lo más tierno que he visto eres tú.

—Aws.

Ambos estallamos en risas por la situación. Adoraba oír su risa y más si yo era el responsable. Avancé con la luz verde y me concentré en el camino para no pensar en nada más que no fuera en las calles colindantes al correo.

—Amor.


—¿Sí, bebé?

—¿Y si nosotros tenemos un bebé?

—¿Justo ahora? Nos van a ver.

—No me refiero a eso, umh.

—Vale, entonces apenas encuentre un estacionamiento te haré los bebés que quieras —dije en tono ladino y divertido.

Jungkook no sonrió por aquello y golpeó ligeramente mi brazo mostrando su molestia.

—Estoy hablando en serio.

—Vale, lo siento. ¿A qué te refieres?

—Que quiero tener un bebé nuestro, así como lo tienen Seokjin y Namjoon.

—Jungkook...

—Pero quiero que sea nuestro, es decir, que lleve nuestra sangre. Estuve investigando acerca de la inseminación artificial, podemos obtener un óvulo de un donante y ambos podemos aportar espermatozoides, cualquiera podría fecundarlo y por supuesto nosotros no sabremos quién, porque el bebé será de los dos.

Jungkook estaba bastante emocionado con todo el asunto, yo me quedé en el "que lleve nuestra sangre" y de ahí no entendí absolutamente nada de lo que dijo. ¿Nuestros espermatozoides en qué y para qué?

—Beb-


—Has estado ganando bien y yo también, según mis cálculos podríamos financiar todo el proceso, pero me gustaría ver a un especialista para tener su opinión. Aunque vi algunos casos de parejas que lograron tener a su bebé de esa manera, ¿no crees que sería estupendo? ¡Seríamos padres!

—Bebé...

Me estacioné en la puerta del correo y tomé un poco de aire antes de decir algo sin pensar.

—¿No te gustaría?

—Pienso que ser padre debe ser algo hermoso y una gran experiencia, pero tú y yo no estamos listos para eso todavía —ni nunca—, las cosas se han mantenido bien como hasta ahora, ¿no te gusta?

—Sí, pero tener un bebé...

—Tener un bebé es algo difícil, solo basta con ver a Seokjoon para saberlo. Por el momento quiero dedicarme al trabajo y a ti, bebé.

No quiero tener bebés, no me gustan los bebés y tan solo pensar en la idea me estremece el cuerpo. Nací para ser alguien libre, no quería atarme para siempre a un hijo, sé que no es algo malo, pero si mi padre no fue capaz de preocuparse por mí jamás, yo no tenía la obligación de preocuparme por un hijo.

—Entiendo... —susurró de manera decepcionada.

—Mira, los bebés ensucian todo y yo no tengo paciencia, se ven más bonitos desde lejos. Disfrutemos de lo que tenemos, ¿sí? Me siento muy feliz compartiendo esto contigo, bah, soy el hombre más feliz a tu lado.


Tomé su rostro entre mis manos, quería borrar esa expresión triste en su carita.

—Yo también lo soy, amor. Me siento completamente feliz a tu lado...

—Entonces dejemos de hablar sobre lo demás y concentrémonos en lo nuestro, ¿no olvidas que se aproxima la celebración de nuestro tercer mes?

Tomando en cuenta que el primero fue terrible y el segundo genial, el tercero tendría que ser el mejor de todos.

—No lo olvido, no falta mucho, amor.

—Es cierto. —Besé su nariz y él esbozó una pequeña sonrisa.

—Te amo.

—Te amo más.

—No, yo más.

—No... yo más.

Alejen a los bebés de nosotros por favor, no quería a ningún bebé cerca, Seokjoon estaba bien considerando que era nuestro sobrino, pero los demás no.




Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora