Capítulo 23

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Vimos el atardecer a través de las ventanas del departamento. Llegamos hace menos de diez minutos de la empresa y todo luce relativamente tranquilo.

—¡Ya no tengo yogurt! —Gritó Taehyung desde la cocina.

Había olvidado comprar las cosas de la lista del refrigerador. Solté un suspiro y me levanté del sofá para internarme en la cocina. Encontré a Taehyung admirando el refrigerador medianamente vacío con una expresión sorprendida y asustada.

—Vale, no es para tanto, yo iré. —Me dirigí hacia la puerta para tomar mis zapatos. También tendría que comprar ingredientes para la cena.

—Te acompaño.

Taehyung apareció con un ánimo alentador, brincando hasta sus zapatos para ponérselos y para abrir la puerta dejándome salir antes que él. Bajamos las gradas con calma y salimos hacia la calle sin pensar en llevar su motocicleta porque creí que no llevaríamos muchas cosas, además... podría pedirle por favor que cargara las cosas.

Llegamos al supermercado más cercano en veinte minutos a pasos muy lentos. Pensando que Taehyung podría ser muy distraído al no darse cuenta de las miradas descaradas que le daban las personas al pasar


por su lado, o podría simplemente estar acostumbrado a ellas y dejarlas pasar.

—Vamos al pasillo de lácteos primero.

—Vale.

Él insistió en llevar un carrito y no una canasta, realmente no sé qué tiene pensado comprar ni por qué tanta insistencia en ir al sector de lácteos. Yo asentí a su petición y empujé el carrito detrás de él.

—¿Cuál es el que me gusta? —Me preguntó señalando a toda la gran cantidad de productos, como un niño emocionado.

—Los de tu izquierda... —Esos de soya que le han gustado desde hace doce años y que casi le provocaron un paro cardiaco cuando la empresa anunció erróneamente que iban a sacarlo del mercado, cuando en realidad solo iban a renovar su imagen sin modificar la receta. Ahí le regresó la vida.

—Oh cierto. —Él empezó a poner varios vasos del yogurt en el carrito.

—E-espera... ¿es no es demasiado?

Ya llevaba como veinte, creo que eso es demasiado.

—¿No?

—Tae...

Él continuó sacando más vasos, como unos treinta más. Yo solo podía mirar la gran cantidad con los ojos muy abiertos. Él se veía más contento que nunca y yo no pude decirle nada, vamos, a él le gustaban mucho...

¿Tuve que nacer hecho soya para poder gustarle?


—¿Entrarán en el refrigerador?

—No lo creo y no tendremos espacio para la comida, creo que es suficiente.

Empujé el carrito hacia el sector del pan, revisé todas las marcas del pan integral y tardé en elegir. Taehyung olfateaba sobre las bolsas del pan y sonreía... yo también lo hice.

—¿Qué pan llevas para las tostadas? —Me preguntó, yo desvié la mirada de inmediato.

—Emh...

Llevaba los integrales porque quería cuidar su salud y la mía, además investigué en internet el tipo de producto para personas que hacen ejercicio pesado como el que hace Taehyung. También compré vegetales orgánicos luego de una sugerencia de una usuaria y entendí que él no tenía ni idea de lo que estaba comiendo, confiaba totalmente en mí.

Desvié la vista hacia el pan blanco y dulce, luego miré a Tae. ¿Y si le engordaba para que se quedara conmigo para siempre?

En serio dudé, en serio. Luego solté un suspiro, ¿en qué estaba pensando? Jamás pensaría en dañar su salud por mi egoísmo. Puse el pan integral en el carrito, seguí recto y desvié para encontrar carne y pescado. Él condujo el carrito cuando yo me detuve a examinar qué iba a llevar. Taehyung se subió sobre el carrito y se deslizó hacia adelante, hizo lo mismo de vuelta.

—¿Ya lo tienes?

—Sí.


Metí lo que creí que sería pertinente para las dos semanas siguientes luego de una hora y nos dirigimos hacia el cajero. Intenté hacer cuentas mentales, todo lo que compramos era demasiado y el último deposito de mi madre fue poco comparado con el anterior. No tendría dinero para la otra mitad del mes, ¿qué haría? No podría pedirle más a mi madre.

El cajero deslizó nuestra compra y el precio subió rápidamente. Mi corazón se aceleró, ¿y si mi tarjeta no alcanzaba para pagar todo? Oh dios, ¡qué vergüenza y qué preocupación! Tendría que contar las monedas de mi billetera. Tomé un suspiro, faltaba poco para que terminara de ordenar nuestra compra en las bolsas y había una gran fila detrás.

Desvié la vista, el precio total apareció ante nuestro ojos y yo tragué duro, dios mío, ¿qué es esa cantidad exorbitante? Mi corazón iba a salirse del pecho.

—Pagaré con tarjeta —intervino Taehyung, entregándole una black card al cajero, ¡¿black card?! ¿Qué?

—T-taehyung... —Yo sostenía mi billetera con fuerza.

—Yo pagaré —me dijo con tranquilidad, sin notar el tic en mi ojo derecho. Tomé aire profundamente y luego salí detrás de él cuando le entregaron nuestra compra repartida en cuatro bolsas muy grandes que él cargó sin problema.

—Q-quedamos en que...

Salimos cruzando el parqueo. Quise ayudarle a cargar una bolsa pero él me alejó con su codo.


¿Cómo es que tiene ese tipo de tarjeta? ¿Por qué no me ha explicado bien lo de su famosa "herencia"?

—Lo sé, pero creo que... ya que tú cocinas, debería ser yo quien compre lo demás.

Yo quise decirle que pagar la comida era como pagar mi renta, ya lo habíamos hablado, pero no pude, porque ni siquiera tenía la mitad de lo que había costado como para devolverle el dinero.

Pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo, gotas que fueron incrementando cuando cruzamos la primera cuadra. Taehyung se detuvo bajo una parada peatonal en donde nos resguardamos de la lluvia, era una calle cerrada, no vendrían taxis, tendríamos que avanzar como cinco cuadras más para hallar uno.

—Tae, deberíamos apresurarnos en buscar un taxi.

—Espera, la lluvia pasará en unos minutos.

Yo dudaba que pasara porque el cielo estaba muy gris como para hacerlo. Sin embargo, esperamos, esperamos y esperamos hasta que la lluvia incrementó y no dejó de caer. La lluvia no pasó y ya era imposible ir en busca de un taxi, toda la comida se mojaría en cuestión de minutos si nos movíamos.

—Tae...

—Sí, ya sé.

Nos sentamos sobre la banqueta y admiramos cómo la lluvia caía mojando todo a su paso sin piedad. Hacía mucho frío y el claxon de los automóviles desapareció. Todos se refugiaron de la lluvia, éramos los


únicos tontos sentados en el medio de la calle totalmente vacía bajo la noche.

Metí mi billetera dentro de la bolsa, él también puso su móvil luego de responder a un mensaje y soltamos un suspiro al mismo tiempo. Era esa hora en donde todavía no abrían los restaurantes o locales nocturnos, pero ya se había marchado el atardecer. Esa hora donde no es totalmente tarde ni temprano. Se me pasó la idea de comparación en mi cabeza; como Taehyung y yo, nos besábamos y tocábamos como si fuéramos algo cuando éramos nada.

Nos quedamos en silencio, admiramos cómo un restaurante encendía sus luces aún sin abrir las puertas. Música salió del lugar y Taehyung soltó una risita.

—Es mi canción favorita —susurró. Yo nunca la había escuchado, pero quería saber cuál era.

—¿Cuál es el nombre?

—Dance to this. —Tarareó la letra mientras movía su pie al ritmo de la música.

—Oh.

A mí me pareció una canción bonita, moví mis dedos sobre el pantalón disfrutando del ritmo. Él se levantó de golpe y me extendió su mano.

—¿Quieres bailar? —¿Cómo podría negarme si me lo pide con esa sonrisa en el rostro? Además... no había gente en la calle.

—Sí.


Tomé su mano, me estremecí de inmediato. No sabía qué hacer, él tomó mi cintura con sus brazos y yo abracé su cuello. La música era movida, pero nosotros bailamos lentamente mientras nos mirábamos a los ojos. No teníamos mucho espacio para bailar bajo la parada peatonal, pero disfrutamos.

—Jungkook.

—¿Sí?

—Tienes unos ojos muy hermosos.

Todo el mundo se movió dentro de mí, me quedé sordo ante el ruidoso palpitar de mi corazón. ¿Él dijo que tenía unos ojos hermosos? Jamás me lo ha dicho... nunca lo ha dicho.

—Tus ojos... también son hermosos, Taehyung.

Tiene una mirada hermosa y unos ojos preciosos que me hipnotizan. Taehyung esbozó una sonrisa y viró sus ojos hacia el centro. Ambos reímos.

—También creo que tienes una risa muy bonita —susurró acercándose a mi rostro.

Nuestras sonrisas desaparecieron, sus labios estaban demasiado cerca de los míos. Miré sus ojos una vez más y luego me centré en la cercanía de sus labios. Nos besamos, solo por tres segundos, los conté. No fue pasional ni salvaje, fue dulce.

Taehyung tomó distancia y tomó mi mano para jalarla, no sabía lo que intentaba hacer hasta que salimos hacia la lluvia. Quería retroceder y decirle que no hiciera eso, pero su sonrisa, demonios, su sonrisa... solo


provocó que sonriera también y le siguiera hasta la mitad de la calle bajo la lluvia.

Se movió al ritmo de la canción, conduciéndose hacia los lados con movimientos atrayentes, esperando que yo le siguiera. Así lo hice con mucha vergüenza en el rostro. Sabía que mis movimientos eran torpes y descoordinados debido al frío, pero aún así me sentí feliz. Éramos dos locos moviéndose a los lados con leves brincos, que comenzaron a reír en voz alta junto a la música de un restaurante que todavía no abría.

Nos empapamos de lluvia y... de amor, we can just dance to this, push up on my body...

—¡U-hu! —Oí un grito desde el final de la calle. Desvié la vista hasta el lugar, vi a Yangmi bajar de un auto lujoso y la vi correr hacia nosotros con una sonrisa y emoción sorprendente.

Taehyung no se asombró al verla, de hecho levantó los brazos con emoción animándola a correr con velocidad. Yo no pude moverme, ¿qué estaba haciendo ella aquí? Corrió hasta encontrarnos, mojando en el camino su vestido rojo y su bien peinado cabello.

Ella tomo la mano de Taehyung y luego la mía para saltar con fuerza. Ellos rieron y me incitaron a continuar, yo salté aunque sintiera incomodidad al comienzo. La canción aún no había terminado, pero ellos la cantaron a todo volumen.

Su emoción era contagiosa y absorbente, me perdí viéndolos de esa manera, tan felices y cantando con intensidad, restándole importancia a la lluvia que ya nos había mojado por completo. Atravesé su mundo, lo sentí cuando Taehyung me miró...


La música terminó poco después, detuvimos nuestros saltos, estábamos muy agitados y emocionados. Ella abrazó a Taehyung y luego me abrazó a mí con ánimo, como si yo también fuera su amigo.

—Llegué tarde —dijo riéndose.

—No, llegaste a tiempo —le respondió Taehyung.

Taehyung le envió un mensaje a Yangmi y ella vino con su chofer para llevarnos al departamento junto a las bolsas. Eso fue lo que pasó.









Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora