Llegué al departamento alrededor de las siete de la noche, todo debido a que el tráfico estaba más jodido que nunca en estos días.
—¿Bebé?
Ingresé a la cocina para dejar las bolsas de comida que había comprado en el restaurante favorito de Jungkook y me lo encontré muy ocupado ordenando algunos planos. Él de inmediato se giró a verme y esbozó una ligera sonrisa.
—Amorcito.
Sostuve su cintura entre mis brazos, aprovechando la cercanía para robarle un par de besos pequeños.
—¿Qué estás haciendo aquí, eh? Te dije que descansaras.
—Solo estaba lavando los platos...
—Da igual, quiero que descanses.
—Pero estoy bien, amor.
—¿Te pusiste la cremita sobre el tatuaje?
—Síp.
—¿Te sigue doliendo?
—Sí, pero no mucho.
Ha pasado una semana desde que nos hicimos los tatuajes y el de Jungkook está tardando en sanar. Es realmente extraño porque al mío ya se le está cayendo la costra y ha desaparecido el dolor, pero el suyo va
muchos pasos atrás, es decir, sí se está sanando pero de una manera bastante tardía.
Por lo que le he prohibido hacer las cosas que normalmente hace como por ejemplo cocinar, cargar las cajas de los pedidos, caminar imprudentemente por todo el departamento en busca de gérmenes y casi respirar, por miedo a que su tatuaje pudiera infectarse o algo así.
—Ush bebito, perdóname, todo es mi culpa.
—Claro que no.
—Sí, ese lugar es bastante delicado, joder, ¿en qué estaba pensando?
—A mí me gusta el lugar y estoy bien, ya sabes que siempre que me hago una herida tarda en cicatrizar.
—Lo sé, pero por favor descansa hasta que desaparezca el dolor por lo menos, ¿sí?
—Si me sigues consintiendo así me haré alguien flojo.
—Calla, yo te consiento cuanto quiero.
Él le regaló a mis mejillas un par de besitos ruidosos que me arrancaron risas tontas. Sin duda, saber que él se encontraba mejor me aliviaba de alguna manera, pues todo el día estuve muy preocupado por él, tenía mucho miedo de que el dolor intenso surgiera de nuevo y que nadie estuviera ahí para hacer algo inmediatamente. Juro que estaba a nada de demandar a la tatuadora si no fuera porque sabía perfectamente que el proceso de recuperación era así y que mucha gente tardaba en recuperarse.
—Amorcito te extrañé mucho.
—Yo también, solo pensaba en ti.
—¿Muchito?
—Muchísimo. —Incluso Matty tuvo que golpear mi brazo para que prestara atención en el ensayo—. ¿Pudiste dormir un poquito?
—Sí, pero no como lo esperaba y ahora tengo sueño.
—Dormirás después de comer, ¿vale?
—Vale...
Tomé las bolsas de la comida y le seguí lentamente hacía la habitación. Como es usual estos días él está siendo cuidadoso y camina a su tiempo, en caso de que pudiera haber un roce accidental con el muslo contrario y que eso le provocara dolor. Tuve la intención de cargarle entre mis brazos, pero el simple movimiento brusco le causaría dolor, así que bueno... no dejaré de sentirme mal hasta que él se recupere.
—Traje hamburguesas y piernas de pollo.
—¿Qué? —Jungkook tomó asiento en la orilla de la cama y cruzó sus brazos sobre su pecho, en señal de disconformidad.
—Has estado comiendo mucha ensalada estas semanas y me hace pensar que eso no está ayudando en tu recuperación.
—He estado comiendo de todo y...
—Creo que necesitas de una buena hamburguesa para tener energías.
—Es que ha estado durmiendo demasiado.
—Tengo muchas energías, no seas dramático —susurró mordiendo una de las hamburguesas.
No sabía exactamente en qué momento su manita se había colado por el plato, pero él ya estaba llenando su boquita con comida. Ah joder, ahí va lo cursi otra vez, alguien máteme por favor.
—¿Te gusta?
—Síp.
Decidí empezar por las piernas de pollo que resultaban ser las más deliciosas siempre que usaba los dedos, así que...
—Están deliciosas.
Jungkook asintió de inmediato, luego estiró su dedo para picar mi hombro.
—Te envié muchos mensajes en la tarde, ¿los leíste?
—¿Qué? No, dejé el móvil en el auto. Umh... iré por él, esp-
—¡No! No vayas, termina de comer primero.
—Pero es que yo quería saber...
—Solo escribí que te extrañaba muchísimo, que esperaba que todo saliera muy bien y sin ningún error en el ensayo, y que te amo muchísimo con varios corazoncitos de colores...
—Debí leerlos... es lo que necesitaba leer mientras pensaba en ti, vidita.
Le robé un beso cuando él levantó su boca en forma de piquito. Alcancé a desordenar su cabello cuando él soltó una risita tímida.
—Estaba muy triste porque anoche quise abrazarte y no pude porque estabas en la esquina de la cama, muy lejos.
—Bebé, no quería lastimarte, ya sabes que soy muy torpe mientras duermo...
—No es así.
—¿Crees que yo no quería abrazarte también?
—Sí.
—¿Perdón? Yo soy el más afectado con la distancia.
—Ah, ¿sí? ¿Por qué?
—¿Lo estás preguntando? ¿En serio? He estado conteniéndome para no tocarte, ¿no sabes lo difícil que es no cogerte? ¿No sabes lo difícil que es tan solo no poder abrazarte como quiero, eh? Insolente.
—Pues claro que lo sé, porque yo también quiero hacer cositas contigo y abrazarte como quiero, no eres el único que se siente afectado con la distancia, umh.
—Recupérate pronto, bebé.
—Ya sé...
Terminamos de comer media hora después y le ayudé a ordenar las sábanas para que pudiera descansar un poco, esperando que no se levantara a mitad de la noche con fatiga. Besé su mejilla y me quedé junto a él, admirando su rostro tiernamente adormilado sobre la cama, hasta que cayó profundamente dormido, olvidándose del mundo exterior.
Jungkook me hizo sentir el miedo por primera vez. Cuando uno se tiene a uno mismo y no tiene nada en este mundo que pueda lastimarlo, el sentido de la vida es el mismo que el de la muerte, llega por que tuvo que
ser y se acabó, no existe gran lógica ni se siente la pérdida. Al menos yo me sentía así después de la muerte de mi madre, sentía que podía hacer lo que quisiera sin dudar y que si el resultado era morir, lo haría siendo muy feliz.
Sin embargo cuando Jungkook llegó a mi vida, tomó muchos lugares en mi vida y mi alma que se veían vacíos. Se convirtió en mi felicidad completa reflejada en su sonrisa. Se convirtió en mi fortaleza y mi valentía ante el mundo, para protegerlo y protegerme en el camino. Se convirtió en mi mayor debilidad, aunque sonara contradictorio, un: mi deber es cuidarte porque dentro de ti se encuentra mi parte más pura, junto a la tuya. Se convirtió en mi rumbo cuando me detuve perdido entre la inmensa libertad que comenzaba a encerrarme.
Creo que mi amor por él es tan grande en este momento que si llegara a perderle, me perdería a mí mismo.
No se trataba de la dependencia, se trataba del amor, aunque la delgada línea de diferencia se cruzara en varias circunstancias. Pocas personas tan afortunadas como nosotros existían en el mundo. Pocos pueden ser felices junto al amor de su vida y no con su peor es nada. Después de todo, dos almas solitarias que nunca tuvieron nada, algún día tenían que encontrar su todo en un golpe de suerte, algún día.
El timbre sonó varias veces, me levanté cuidadamente de la cama y salí de la habitación cerrando la puerta, para que Jungkook no escuchara el ruido. Abrí la puerta de manera veloz y me encontré con aquel rostro conocido que extrañé por muchos meses.
—¡Broo!
—Hola bro.
Mark y yo nos dimos un abrazo lleno de sentimientos, tanto que comencé a palmear su espalda con emoción.
—Tenía que confirmar que seguías vivo, bro.
—Ayer te envié muchos mensajes, por favor.
Nos separamos para poder cerrar la puerta y cuando giré fui sorprendido por un beso que él intentó plantarme. Empujé su hombro para alejar su rostro del mío.
—¿Qué pasa, bro?
—Aléjate Mark, ¿quieres besarme o qué? —Pasé de largo hacia el sofá, él me siguió.
—Es obvio, ¿no?
—¿Estás ebrio?
—¿Qué? Claro que no, solíamos saludarnos así.
—Claro que no.
—Claro que sí, por dios Taehyung. ¿Qué te ha pasado?
—Joder... bueno, he cambiado, ¿sí?
¿Cómo podía besar a mis amigos así de simple antes? Juraba saber la razón en ese momento, mas en este momento la desconozco por completo. En serio besaba a Mark a veces, iugh. Tendré traumas de por vida.
—Lo imaginé. ¿Y dónde está la razón de tu cambio? ¿Jungkook?
—Está descansando en la habitación.
—Es muy temprano, ¿no?
—Séh.
—Creí que solo los bebés dormían tan temprano.
—Calla mierda, es mi bebé y duerme a la hora que quiere.
Mark estalló en risas y subió los pies sobre la amada mesa de Jungkook, de la cual por supuesto quité sus pies con brusquedad.
—¿Qué, bro?
—Estás dañando la mesa, bro.
Él me miró con una expresión incrédula y bufó.
—Mierda, ¿qué te han hecho? ¿Quién eres y dónde está mi amigo?
—No exageres, solo maduré y me hice más responsable.
—No, creo que te has hecho más marica de lo que ya eras.
—Cállate idiota.
—Es la verdad, dime, ¿hace cuánto que no vas a las carreras o a una fiesta?
—Ha pasado un tiempo, pero es por culpa de los chicos que se comportaron como simios cuando perdí una sola carrera.
—Ya sé, estuvieron molestos contigo por muchas semanas, pero ya ni lo recuerdan, por eso estoy aquí, queremos que dejes de indignarte y regreses con nosotros.
—No lo sé...
—¿Por qué? ¿Tu vida de modelo te hizo un niño riquillo?
—Ni de chiste, cabrón.
—Entonces deja de lado tu enojo y ven a ver a los chicos, ya no es lo mismo sin ti, antes sí había dinero.
—¿No han ganado nada?
—No y creo que ya se han resignado.
—Increíble...
—Da igual, las fiestas se han puesto mejor. El viernes tenemos una, ¿vienes o te meas?
No sé si deba ir, es que Jungkook aún está muy delicado todavía y el sábado tengo trabajo, no podré desvelarme. Además hace mucho que ya no bebo o mezclo y en definitiva no deseaba hacerlo...
—Lo pensaré.
—Te meas.
—Lo voy a pensar, dije.
—Está bien, bro. Pero no olvides que te extrañamos y queremos que vuelvas, ya no nos guardes rencor, ¿sí?
—Vale, vale. Te escribiré mañana.
Acompañé a Mark hasta la puerta por cortesía.
—Cuídate, bro.
—¡Tú igual, fíjate al cruzar!
—¡Fíjate al mear! —gritó desde las escaleras del segundo piso.
Así que tuve que cerrar la puerta antes de que los vecinos salieran a averiguar de dónde provenían los gritos.
¿Sería capaz de ganar otra carrera? Antes tenía todo mi tiempo invertido en la motocicleta y las carreras, sin embargo ya ha pasado mucho desde eso y creo que he perdido el toque. ¿Será que Suga se ha estado llevando todo el crédito de las victorias que me correspondían? Quizás sí, era muy hijo de puta ese hijo de perra.
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfiction❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...