Capítulo 7

644 73 0
                                    

Llegué temprano a la empresa después de todo y Taehyung llegó tarde aunque salió primero. Afortunadamente el instructor anunció por medio de un comunicado que llegaría tarde, así que nadie tendría observaciones en su hoja de reporte.

Miré alrededor, todos conversaban y jugaban, yo no había logrado conseguir amigos todavía. Apoyé los codos sobre mi escritorio y abrí un juego simple de computadora para matar el tiempo.

—Jungseok. —Taehyung apareció sorpresivamente. Tenía un humor de maravilla y yo me sonrojé intensamente al tenerlo tan cerca. ¿Es que acaso no le causa algo de vergüenza? Esta mañana me besó...

—...

—Necesito que me ayudes en algo de vida o muerte.

—Claro.

¿Le gusto? ¿A pesar de todo lo sucedido él sigue guardando los mismos sentimientos por mí?

—¿La palabra "happy" se escribe con dos "p" o con una "p"?

Él esperaba atentamente mi respuesta y uno de mis codos se resbaló. Tuve que incorporarme rápidamente sobre el asiento para recuperar la postura. ¿En serio me estaba preguntando eso? Sentí mucha desilusión. Es que diablos, él me besó y mi mundo se puso de cabeza, pero el suyo parece no haberse ni enterado de lo que sucedió.

—Con dos "p".


—¿En serio? —Soltó un suspiro de decepción. Me sentí muy incómodo de pronto.

—Sí. —Aclaré mi garganta.— Taehyung, esta mañana me tomé la libertad de usar tu baño y —de olfatear tu shampoo y jabón— no alcancé a pedirte permiso —porque estaba perdido en el beso y en la fragancia de la bonita chaqueta de mezclilla que encontré en tu closet—, lo lamento.

—Déjalo, puedes usarlo.

—Sobre eso que... hablamos esta mañana. —Sentí mucho calor.— No sé dónde dejar mis cosas y me preguntaba si...

—Sí, puedes usar la mitad de mi closet.

Taehyung se dio la vuelta y regresó hacia su grupo de amigos que esperaban por él. Mark le empujó juguetonamente a la vez que todos empezaban a reír juntos. Me concentré en el computador y sujeté el mouse con mucha fuerza. ¿A qué está jugando conmigo, eh? ¿Qué se cree para venir a besarme y luego pasar como sin nada? ¡Qué significaba para él!

El instructor ingresó con velocidad y sin dar mucho tiempo en el protocolo, comenzamos con su siguiente proyecto. Después de aquello, la jornada pasó volando y sin detenerse. Tomé apuntes y me aseguré de involucrarme mucho en el tema hasta que todo finalizó.

Taehyung había salido mucho antes de lo permitido y el instructor ni siquiera lo notó. Me sentía frustrado. Saqué las llaves de mi bolsillo, las cuales había tomado de su mesita de noche, también tenía que avisarle eso, pero él había salido tan apresurado.


Antes de salir del edificio, subí las gradas hasta el segundo piso hasta encontrar el baño, tenía muchas ganas de refrescar mi rostro con un poco de agua, para quitarme todo el estrés. Me detuve en seco cuando encontré a Taehyung muy cerca de la puerta, besándose con otro chico. La manera en la que sostenía su cintura y le besaba rompió mi corazón...

Retrocedí lentamente y bajé las gradas a toda velocidad, con esa misma velocidad salí por la puerta principal. Quería huir lo más pronto posible y lloré mientras me alejaba del lugar. Taehyung había cambiado, sí, ya no era el mismo, era otra persona... y yo irremediablemente estaba enamorado de lo que era y de lo que es.

Mi llanto cesó en medio camino y los suspiros iniciaron hasta que llegué al departamento. Qué tenía en la cabeza para pensar que él me esperaría todo este tiempo si ni siquiera me recuerda. Claro que él empezaría otra vida... pero, ¿por qué me besó? Solté un suspiro de frustración cuando abrí la puerta del departamento.

Fui directamente hacia la habitación y abrí su closet. Tomé aire por algunos segundos y luché contra la imagen que invadía mi cabeza. Me distraje sacando todas mis cosas de la maleta para guardarla en la parte que Taehyung me había ofrecido. Tuve que ordenar su ropa también porque nada estaba en su lugar. Terminé media hora después y revisé la caja inferior del closet. Estaba vacía y parecía no haber sido usada, además estaba de mi lado del closet. Tomé mi mochila, mi valiosa mochila. La guardé en el fondo del cajón y la oculté detrás de muchas camisetas que doblé para que no se viera y luego disimulé su contenido con mi ropa interior; nadie la encontraría.


Salí de la habitación e ingresé a la lavandería. Fue sorprendente ver la montaña de ropa sucia que estaba acumulada ahí. En ese aspecto, Taehyung siempre ha sido un despistado. Encontré detergente y suavizante aun con su sello de seguridad. Era como si alguien muy responsable dejara todo para Taehyung y en su ausencia, él se convirtiera en un desastre.

Le resté importancia al asunto y comencé a lavar y secar toda la ropa. Me tomó dos horas sin descanso terminar con toda la labor, me sentía cansado y bastante hambriento. Taehyung no llegaba y yo planeaba ir a comprar algunos ingredientes para preparar algo, pero yo tenía la llave y él podría quedarse fuera del departamento...

Doblé toda su ropa y la guardé en su closet que ahora lucía bastante lleno con todo limpio. Salí hasta el pasillo y entonces el timbre sonó. Supuse que era Taehyung, mi corazón latió dolorosamente, pero me encaminé con valentía hacia la puerta.

Efectivamente, era Taehyung, pero con ese chico. Ambos ingresaron y el estúpido se fue directamente hacia la habitación como si fuera dueño del departamento.

—Jungseok, ¿puedes volver a las seis, por favor? —Me preguntó Taehyung. Él no se veía de humor y yo estaba conteniendo todos los sentimientos que afloraban de mi pecho.

¡¿Jungseok?!

Asentí sin poder emitir ninguna una palabra. No era tonto, sabía el motivo de esa visita, sabía qué significaba esa petición para tener el departamento solo para los dos, lastimosamente lo sabía.

—Gracias. —Me dijo antes de recorrer el pasillo hasta la habitación.


Tomé las llaves y salí sin pensarlo, cerrando la puerta con fuerza para que supiera que me había marchado. Luego salí a toda velocidad de aquel horroroso edificio.

Caminé sin saber a dónde, caminé hasta encontrar un lugar que me diera confianza. Hallé un parque lleno de árboles y sitios tranquilos. Me refugié bajo un imponente árbol que parecía mirarme desde arriba y preguntarme qué me sucedía. Exploté en llanto, vacié mi alma y mi corazón. Maldije en voz baja y cerré los ojos.

Extrañaba a mi madre y mi vida en Busan. Vine a Seoul buscando hallar ese pedacito de hogar que Taehyung me daba en sus brazos, pero ahora no hay nada, solo vacío. En Busan seguía mi pasado, en Busan seguían los recuerdos dolorosos que quería borrar, pero que incluso mi piel recordaba...

Abrí los ojos, deslicé la manga de mi chaqueta, admiré mi brazo, esa pequeña marca resaltaba ante mis ojos. Esa pequeña cicatriz circular que tenía una enorme historia. Maldije a Yoongi y el día en que lo conocí. Maldije a Jimin y el día en que lo conoció. ¡Malvados!

Dejé caer mi cabeza sobre el tronco, me sentí reconfortado pero muy solo. Me había dado cuenta de que no tenía nada... si bien lo que más quise está en ese departamento, ahora me ha olvidado y se revuelca con otro que no soy yo.

¿Y si me rendía? ¿Y... si simplemente me mudaba a otro sitio y me olvidaba de todos para siempre, incluso de mí?

Sí, durante todos estos años había entendido que mi cariño había

Taehyung era sincero, cosa que antes me negaba a entender.

Justamente esa era la razón que me traía aquí, ese cariño, ese amor me


traía aquí, a su encuentro. Solo pude hacer las paces conmigo cuando me levanté llorando aquella mañana —después de un mes de la desaparición de Taehyung, porque había soñado que él me abrazaba y me decía que estaría junto a mí, minutos antes de desaparecer y yo despertar sabiendo no era real— y supe que amaba a Taehyung, aunque había luchado tanto por reprimirlo.

Bajo ese amor... podría simplemente dejarle ser feliz y yo buscar mi felicidad en otro sitio, en otros brazos, quizás.

Me levanté de aquel lugar una hora después y me encaminé hasta un super mercado que había visto en el camino. Tomé todo el tiempo del mundo para seleccionar las cosas que quería comprar para la cena y salí del lugar cuando marcaron las seis en punto.

Regresé con calma, tratando de no prestarle importancia al frío clima de la tarde. Regresé al departamento, tratando de olvidar todo lo que había sucedido hace pocas horas.

Saqué la llave, abrí la puerta. Sentí miedo, no quería ver a Taehyung, tampoco a ese chico, menos juntos. Oí el sonido de la televisión y nada más, me puse nervioso. Me deslicé cuidadosamente hasta la cocina.

Si ese chico se iba, no iba a verlo. Decidí refugiarme en la cocina y tirar con rabia toda la comida podrida del refrigerador, para sustituirla por cosas frescas. De pronto oí el sonido de la puerta de la habitación y pasos. Todo mi cuerpo se tensó, mis dedos temblaron mientras picaba un poco carne.

Entonces la puerta de la cocina se abrió y Taehyung apareció. Lucía muy tranquilo, llevaba una camiseta holgada y unos blue jean. Como si no hubiera pasado nada interesante...


—¿Cuándo llegaste?

—H-hace algunos minutos...

—No te oí entrar.

—Es que no quise molestar.

Mi giré, no era capaz de mirarle a la cara.

—¿Fuiste tú quien lavó la ropa? —Cambió de tema.

—Oh sí...

—Gracias, la ropa limpia se me estaba acabando. —Dijo entre risitas. Yo asentí con la cabeza.

Tenía un nudo en la garganta, porque... había decidido en el camino

que... mañana por la mañana me iría de ahí. No regresaría a Busan y me iría de Seoul. Quería comenzar de nuevo.

—¿Estás cocinando? —Pregunto de pronto, muy cerca de mí. Alcancé a ver su perfil, husmeando en la sartén.

—Sí.

—Oh, deliciosa carne. —Susurró, olfateando dramáticamente.— ¿Qué más?

—Con un poco de vegetales cocidos.

—¿Se puede hacer eso con los vegetales?

—Sí... —De hecho era lo más sencillo y tenía un poco de vergüenza por haber elegido ese plato para darle de comer.


—Yo tengo mucha hambre, ¿puedo tomar una? —Él se refería a la carne, pero aun no estaba lista.

Tenía una expresión infantil que me rogaba para que yo le permitiera tomar algo. Negué con la cabeza y caminé hacia el refrigerador. Había comprado yogurt de soya, el que siempre ha sido su favorito, dudé un poco al dárselo porque sus gustos pudieron cambiar.

—¿Qué es eso?

—Yogurt. —Omitiría la soya solo por seguridad.— Puedes tomarlo mientras preparo la comida.

—Ok.

Él con algo de inseguridad revisó el vaso. Hasta ese punto ya habría encontrado el "yogurt de soya" por algún lado, pero decidió tomarlo y su reacción siguiente fue dramática. Él amó el yogurt con el alma. Sí, a él le gustaba ese yogurt y cuando... lo volvió a probar volvió a gustarle. ¿Por qué no le sucedía lo mismo conmigo?

Terminé de cocinar luego de diez minutos. Serví la comida sobre los platos y él comenzó de inmediato.

—¡Está delicioso! —Dijo él, levantando el pulgar.

Yo desvié la mirada y continué comiendo. No tenía ganas de sonreír, mucho menos de mostrar buen humor. Estaba deprimido.

Él no tenía ni idea de lo doloroso que es para mí marcharme de su lado otra vez, él no tenía ni idea de lo yo tuve que pasar para regresar. Yo sería un extraño más en su vida que pronto olvidaría...


Solté un suspiro. El hambre se me había ido. Entonces mi móvil vibró dentro de mi pantalón. Lo saqué y revisé el contenido del mensaje que había llegado.

Se trataba de Jin y envió una foto que llevaba por título: "Tío Kookie, saluda al pequeño y dormilón Seokjoon". ¡Era el bebé! Estaba dormido y tenía las manitos hechas puño sobre su barriguita. Sin duda es el bebé más bonito del mundo y el más tierno. Esbocé una sonrisa de felicidad, aquello sin duda había alegrado todo mi horrible día.

Respondí a su mensaje con un: "SKAJDFHKJDHFKJSDHJKFHSDJ Va ser el sobrino más consentido del mundo. c; Es hermoso como todo lo bueno del mundo."

Levanté la cabeza, me encontré con la intensa mirada de Taehyung. Su sonrisa había desaparecido y me miraba seriamente.








Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora