Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]

Capítulo 33

Hay una gran impotencia al sentirse inútil, sin poder hacer nada. La espera se hacía dolorosa y desesperante mientras desde una esquina de la sala de emergencias veía como varias enfermeras instalaban varios tubos de plástico que parecían hilos alrededor de Jungkook. No podía acercarme, el doctor de turno me pidió que les dejara trabajar y que no estorbara a los demás pacientes, por lo que a duras penas logré quedarme en el rincón más próximo esperando alguna señal.

Jungkook estaba enfermo, ha estado así toda la semana, sabía que se debía a eso, pero... ¿llegar al extremo de desmayarse? Mi corazón se oprimió dolorosamente y cerré los ojos tratando de borrar las imágenes recientes de mi recorrido desesperado hacia el hospital. Joder, ¿por qué no le obligué a ir antes? ¿Por qué a pesar de ver que se encontraba tan

débil continué apoyando su idea de quedarse en casa? ¿Por qué fui tan estúpido?

Abrí los ojos, me perdí por un momento en el panorama tormentoso de rostros sin expresión. A pocos centímetros de mi lugar podía divisar a un señor que miraba alrededor sin moverse, de cual una herida ensangrentada sobre su pecho estaba siendo revisada. Los enfermeros que le atendían susurraban que necesitaría una cirugía de inmediato...

—¿Usted viene con el joven? —Una enfermera de expresión aburrida se acercó.

—Sí.

—¿Ya llenó el formulario?

—No...

—Hágalo.

—Lo haré, ¿cómo está él? ¿Ya puedo acercarme?

—Por el momento siguen controlándole el suero, puede acercarse, pero no toque sus brazos o intente moverlo por favor.

—Gracias, yo...

Ella se movió velozmente y salió de la sala para desaparecer por el pasillo, quería saber exactamente qué es lo que le estaba sucediendo a mi novio, pero todo lucía confuso. Aún así me acerqué con cuidado de no estorbar a las personas alrededor y admiré a Jungkook desde la lejanía de algunos metros. Verlo con los ojos cerrados alrededor de todas esas cosas de mierda me inundó de tristeza e incrementó mi preocupación hasta las lágrimas, que retuve.

El doctor de turno revisó algunos datos y habló con una de las enfermeras antes de moverse velozmente hacia a otro sitio, yo le seguí y llamé su atención.

—Disculpe.

—¿Sí?

—¿Qué tiene mi novio, doctor?

—Tiene una gran descompensación, le pusimos un suero y... —el doctor habló con otra enfermera con urgencia y prosiguió su camino. Yo le seguí en busca de una respuesta, aunque pareciera una noche caótica en emergencias.

—Doctor, ¿cree que esté bien? ¿Se desmayó por la descompensación?

—Emh, está siendo atendido ahora, su cuerpo estaba colapsando, pero ahora está tranquilo. —¿Cómo que "colapsando"?— Debe recobrar el sentido y podremos hacerle los estudios correspondientes.

—¿Estudios? ¿Por qué?

—Por los síntomas que presenta.

—¿Cuáles? Por favor dígame que él está bien —un nudo se formó en mi garganta. El doctor siguió su camino fuera de la sala, yo le seguí esperando una respuesta.

—Necesitamos que esté estable para hacerle los estudios necesarios, se le asignará una cama.

—¿Por qué, doctor?