Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]

Capítulo 17

Llegamos a Seúl esta mañana y tan pronto como dejamos las maletas en el departamento, visitamos el hospital en donde se encontraba aquel doctor del que Jungkook no paró de hablar. Eran alrededor de las diez de la mañana y no desayunamos porque probablemente nos pedirían estudios.

Él sujetó mi mano con fuerza cuando estuve a punto de quedarme dormido sobre su hombro.

—¿Señores Jeon y Kim? —La enfermera de su consultorio llamó nuestros apellidos y tuvimos que levantarnos de los sofás del pasillo para ingresar.

—Sí.

—Pasen por favor.

El lugar era enorme y delante del ventanal bastante iluminado por los rayos del sol se hallaba el doctor escribiendo algo sobre algunas hojas sobre su escritorio. No pude evitar mirar de reojo todos los diplomas y reconocimientos colgados sobre la pared, el tal doctor Sejun era bastante impresionante.

—Buenos días.

—Buenos días, es un placer conocerlos.

Nos sentamos sobre las sillas en frente de su escritorio. Él paró de escribir.

—El placer es nuestro doctor.


—Tal y como le explicaba al señor Jeon ayer por la línea, antes de iniciar el proceso es necesario realizar exámenes completos de su estado de salud. Le decía también que la fecundación artificial la cual le sugería, en un caso homosexual es bastante complicada, pero no imposible, dentro de la clínica existe el servicio madres gestantes sustitutas y ovodonación, sin embargo todo esto debe ser apoyado por una programa especial el cual está regulado por una de las ramas del gobierno.

No entendía varios de los términos que utilizó para explicarnos las cosas, pero los memoricé en caso de que tuviera que buscarlos por internet.

—¿Programa? —preguntó Jungkook.

—Así es, para ingresar al programa debo presentar sus exámenes completos y mi evaluación, posteriormente les pedirán algunos datos esenciales, principalmente sobre el lugar en donde viven, qué tipo de trabajo mantienen... son muy parecidos a los requisitos de adopción. Este programa les beneficiará en varios aspectos.

—Eso es excelente. Doctor... —mi novio se veía menos nervioso— como le dije ayer, nosotros queremos donar los espermatozoides y...

—No desean saber quién fecundó el ovulo donado.

—Así es.

—Lo tengo presente señor Jeon, pero les debo pedir paciencia, se deben seguir varios pasos y no debemos adelantarnos o precipitarnos. Por el momento, debo iniciar con el examen completo y verificar que ustedes que encuentren saludables que es lo principal.

—Sí, doctor, muchas gracias, es que... estamos algo ansiosos —susurró tímidamente. El doctor esbozó una sonrisa y asintió.


—Están en buenas manos, no se preocupen. —El doctor llenó una forma de manera veloz—. Les daré el resultado de los exámenes cuando estén listos y entonces les daré una explicación más detallada de todo el proceso, especialmente sobre lo que haremos en su caso. Sobre el tema del programa de apoyo, la solicitud se adjuntará junto a mi informe sobre sus exámenes, ¿de acuerdo?

—Sí, entendemos —el asunto me animaba.

—Las enfermeras del primer piso extraerán las pruebas. —Él nos extendió la forma. Yo la tomé con sutileza—. Es necesario que tengan una cita programada por favor.

—Sí, agradecemos que usted nos haya aceptado sin cita previa, doctor.

—No hay cuidado.

—Después de la prueba, ¿podemos comer? —le pregunté, es que ya tenía mucha hambre.

—Sí, claro.

—Gracias.

—De nada, nos veremos en la siguiente consulta, tengan un gran día.

—Igualmente, gracias.

Salimos del consultorio con más ánimos de los que tuvimos al ingresar. Sí, todo parecía algo complicado, pero si lo veíamos de una manera positiva, la maternidad era igual de complicada que eso, así que tendríamos que ser pacientes porque todo valdría la pena.

Nos hicieron las pruebas pertinentes cuando llegamos al primer piso. Después abandonamos el hospital tarareando una canción pegadiza que


sonaba en la radio del automóvil, mientras nos dirigíamos hacia nuestro siguiente destino en el centro de la ciudad.

—Entonces... la señora que tendrá a nuestro bebé no nos lo va a quitar, ¿cierto?

—No, mi amor. Ella sabe que es nuestro bebé.

—Pero... si ve a nuestro bebé tan precioso como tú y quiere quedárselo, ¿qué haremos?

Tenía muchas preguntas y pocas respuestas, vamos, yo nunca había tenido un hijo antes, a duras penas sabía exactamente cómo una mujer llevaba un embarazo, mi conocimiento sobre la fecundación falsificada o... bueno, eso, es menor.

—Creo que ella deberá firmar un contrato para entregarnos al bebé cuando nazca y nosotros debemos pagarle en el mismo momento.

—Ah, ya veo.

Ya me pagaron por la edición y es un gran monto, por lo que ya no me sentía tan preocupado por el costo del procedimiento. Lo que sí me preocupaba era el departamento, sí estaba en buen lugar, pero no teníamos una habitación extra para el bebé, no dormirá con nosotros y dudo que el dueño nos permita construir una nueva habitación en medio de la sala. Tendríamos que mudarnos, pero era tan difícil hallar una casa en un buen lugar. En fin, eso sería un problema para el Taehyung del futuro, el del presente solo se dedicará a disfrutar.

—¿Es aquí?

Me estacioné fuera del edificio que brillaba por las luces de colores pegadas alrededor de la puerta de vidrio.


—Síp.

Jungkook y yo bajamos del deportivo, antes de que yo pusiera el seguro. Luego tuvimos la intención de ingresar, pero mi atención se desvió al restaurante que se encontraba al lado.

—¿Amor?

—Bebé, ¿comemos primero?

—Vale.

Ingresamos con rapidez para pedir el menú, mientras buscábamos un lugar cerca de la ventana para salir lo más pronto posible.

—¿Entonces ya decidiste en dónde lo quieres?

Entregué la carta pidiendo la especialidad de la casa al ver que lucía apetitosa en la imagen del menú, Jungkook también.

—Sí, amor.

—¿En dónde?

—No te lo diré.

—Ah, ¿sí? Pues yo también elegí uno y no te lo diré.

—Vale...

—Vale.

—Ush, si me lo dices yo también te lo diré.

—Bueno, pero dímelo tú primero.

—Taehyung...

—Tú primero o no hay trato.


—Entonces no.

—Bueno, no.

Estallamos en risas al notar nuestra actitud infantil en referencia al "lugar" en cuestión. Ayer, después de que terminara la pasarela en el hotel, nos fuimos a descansar y mientras hablábamos y hablábamos sobre nosotros, le comenté que tenía un amigo que se tatuó el nombre de su novia en su brazo, justo antes de que se casaran. También le dije que yo haría lo mismo por él, solo para ganarme algunos puntos extra, pero Jungkook dijo que también haría lo mismo por mí y un tema llevó al otro y decidimos hacerlo.

Siendo claros, a mi madre le habría dado un ataque cardíaco si yo tan solo le hubiera mencionado algo sobre los tatuajes, su madre también, así que actualmente no tenemos ningún tatuaje en el cuerpo. Sin embargo, pensamos que ya estábamos lo suficientemente mayores como para decidir algo como eso y además... juramos que esto duraría para siempre, porque efectivamente lo sentíamos así, entonces hicimos una reserva a la una de la madrugada con la tatuadora que le hizo el trabajo a mi amigo.

Sería la cosa más loca que haríamos juntos, "loca" en el sentido de que tomamos la decisión de una manera extremadamente precipitada, así como todos los acontecimientos recientes. Así que él llevaría mi nombre en una parte de su cuerpo y yo llevaría el suyo en una parte del mío. Parte que yo debería elegir por él y él también. ¿Que si parecíamos dos adolescentes haciendo algo loquísimo y prohibido por sus padres? Tal vez, daba igual.

—Yo quiero saber, amor.


—Te lo diré si me lo dices.

—Umh...

—¿Qué tal si me lo muestras en lugar de decírmelo?

—¿Qué? ¿Aquí?

—Vamos al baño.

—Pero...

—Solo será un segundo.

Tomé la mano de mi novio para dirigirlo hacia el baño del restaurante. Tendríamos tiempo de sobra hasta que nuestro pedido estuviera listo, nada podría salir mal, al menos fue lo que pensé mientras me aseguraba de que todos los cubículos se encontraran vacíos.

—Tae...

—Quiero saber, muéstrame.

Abracé su cintura, mientras el reía bajito cerca de mi rostro. Sus dedos se movieron sobre mi torso hasta detenerse por debajo de mi costilla.
—Quiero que "국" esté ahí.

—Joder, pensé que elegirías mi trasero.

Soy el hombre más afortunadamente del mundo, definitivamente. Es un lugar doloroso al tatuar, pero se vería genial.

—Tonto... —me robó un besito pequeño—, ¿el mío?

—Vale, bebé... dijimos que sería en un lugar íntimo, el cual solo nosotros podríamos ver, ¿no?


—Sí.

—Bueno... —por favor que no se enoje conmigo, por favor que no se enoje conmigo—, debo quitarte el cinturón y...

—Tae...

Deslicé su pantalón cuando el cinturón cedió. Sus ojos me inspeccionaron a detalle, esperando ansiosamente saber el lugar que yo había escogido.

—Debo decirte que para mí ese lugar es realmente excitante y sin duda me volvería loco ver el tatuaje ahí.

Tomé una de sus piernas para levantarla sobre mi cadera y él tuvo que apoyarse sobre mis hombros para no resbalar. Acaricié su muslo lentamente hasta detenerme en la parte interna, la que era más visible cuando abría las piernas y detuve mi dedo índice señalando la zona.

—...

—Quiero el "태" ahí.

—Oh dios.

—Dime que te gusta, por favor —susurré cerca de su boca.

—Sí...

Nos besamos lentamente sin contenernos del todo. ¿He comentado que Jungkook ya me deja meterle la lengua en cualquier beso y no solo cuando estamos follando? Pues así es, por lo que muchos besos terminan en cogida. Sin duda, el tercer mes y el inicio del cuarto han sido los mejores en nuestra relación.

—Bebito.


—T-tae, debemos salir.

—A dónde quieras, precioso.

—No... me refiero a que debemos ir a nuestra mesa.

Él se apresuró en arreglar su pantalón, evitando que mis brazos tomaran su cintura para retrasar nuestra huida.

—De acuerdo.

Después del almuerzo, nos hicimos los tatuajes. Todo estuvo bien para mí, pero a Jungkook le causó mucho dolor y de alguna manera ya lo imaginaba, él tiene la piel bastante delicada, tanto que las marcas de mis dedos siempre se quedan grabadas en su cintura cuando estamos cogiendo y surgen varios moretones días después. Mi deber sería cuidar de él y consentirle en todo, tras haber soportado eso solo para que mi nombre estuviera ahí. Mierda, él sí lo valía todo, ¿yo también? ¿En serio?

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