Capítulo 19

501 63 1
                                    

Jungkook no ha venido hoy al trabajo y nadie sabe la razón, a excepción de Yangmi y yo.

No he podido dejar de pensar en él, porque me siento muy mal al saber que es culpa mía, sé que fui muy duro y cruel. Ahora que recuerdo todo lo que dijimos esa noche, realmente fui un idiota porque estaba asustado. Asustado de perderme tratando de recuperarme, sé que suena confuso.

—Sé que se acercan muchas cosas importantes, pero realmente quiero despejar mi mente en un lugar maravilloso, ¿qué te parece Japón?

¿Jungkook comió? Sé que cuando se deprime o llora no lo hace, de hecho no he notado pasos suyos o música o simplemente algún sonido en toda la noche. No quiero que se enferme por esta estupidez, porque realmente fue eso, nuestra relación fue una tontería porque yo soy un imbécil, está claro. Esto no vale nada de su dolor.

—Claro.

Me gustaría que entendiera eso. Así manda a la mierda nuestra relación y me permite ser su amigo, así al menos podría hablarle.

—¿No detestabas Japón, Tae?

—Ah sí, quise decir, ¡no, Japón no!

¿Por qué decidí empezar una relación con él? No sé, fue la desesperación. La desesperación de saber que podía pertenecerle a alguien más. La desesperación de poder probar su piel y hacerlo mío. La desesperación de descubrir quién era y entender por qué me estaba poniendo de cabeza. ¡Ese fue el problema, mi jodido y maldito impulso!


Todas las decisiones malas que he tomado se las debo a mi impulso y no sé si es algo que podré cambiar tan fácil, se ha convertido en parte mía tanto como respirar.

—Tae, deja de bromear.

Yangmi tomó mi rostro con cuidado y me regaló una sonrisa coqueta. Por supuesto no nos movimos ni un milímetro después de tomar esa distancia entre nosotros, porque a través del ventanal todos podrían vernos y el señor Lee estallaría en rabia.

—Lo siento.

—¿Entonces qué sugieres?

—¿Sobre qué?

—Umh. Sobre el viaje, Tae.

—Oh, no lo sé. ¿No hay mucho trabajo aquí?

Ella se apartó de mí y ordenó los papeles sobre mi escritorio. Joder, es que en serio estoy muy distraído, solo necesito tomar aire y sacarme la culpa del pecho.

—¿Me estás escuchando?

—Perdón...

—Está bien. —Me miró a los ojos con una expresión dulce.— Te decía que aunque hay muchas importantes para hacer, sería genial salir a despejarnos.

—¿Y tú quieres ir a Japón?

—Bueno quizás, allá es precioso.


—Yo prefiero tomar un descanso en el departamento.

—¿Dónde quedó tu juventud?

Se fue por mi esperma.

—Salió por cigarrillos y no regresó.

—Tae. —Ella estalló en risas contagiosas.— Bueno, si a tu juventud perdida no le importa, me gustaría ir contigo al Romance esta noche.

—¿Hablas en serio?

—Claro que sí, cariño. —Yangmi me regaló una sonrisa antes de salir de la oficina y desaparecer por la puerta principal.

El Romance es su hotel favorito y el lugar en donde cogimos por segunda vez, cómo olvidar aquella hermosa vista. Evidentemente eso es una sugerencia para hacerlo esta noche y solté un suspiro de alivio, necesitaba echarme una buena follada para quitarme todo el estrés sexual que me estaba matando.

Mi día mejoró desde entonces, incluso si las últimas dos horas de jornada se hicieron jodidamente largas. El buen humor regresó a mí y me sentía capaz de marcar la coreografía de singing in the rain en mi camino hacia el estacionamiento para buscar mi deportivo.

Entonces cuando encontré a Yangmi esperando por mí en la puerta principal de la empresa con una expresión inocente e incluso tierna, esbocé una sonrisa de felicidad. Ah joder, cómo me gusta hacerle cosas sucias a la gente inocente, como a Jungkook. Se hacía al tímido pero al final gritaba por más rozándome su culo sin la más mínima vergüenza, bonita escena, maravillosa escena.


Bajé para abrirle la puerta con mucha educación, ella tomó lugar procurando que su vestido no se subiera provocativamente. Yo reí mentalmente, es como cuando Jungkook intentaba cubrir su entrepierna jalando su camiseta. Cosa absurda tomando en cuenta los sucesos que vinieron o vendrán después.

—¿Esperaste mucho?

—No, solo un par de minutos.

—Me alegra.

Conduje con ritmo acelerado, viendo a través de retrovisor cómo la noche cubría todo el cielo, anunciando que todo lo que sucedería durante su estancia no sería revelado jamás. Llegamos en menos de media hora, aunque tuve que conducir hasta Gangnam con un tráfico jodido.

Ni siquiera pensé en mi tarjeta cuando pagué por una habitación, solo me dediqué a probar los labios de mi novia, olvidándome de todo. No, en realidad, pensando en olvidarme de todo cuando irremediablemente estaba pensando en "todo". Bueno, daba igual.

—Te amo tanto, Tae.

Llegamos a nuestro piso, las puertas se abrieron y tuvimos que interrumpir nuestro caluroso abrazo.

—...

Seguimos directo hacia nuestra habitación. Yo dejé las llaves tiradas cerca de la puerta, junto a mi chaqueta. Grande fue mi sorpresa al ver que Yangmi ya estaba sentada sobre la cama, subiendo lentamente su vestido, dejándome admirar de nuevo sus bonitas piernas y muslos que


me volvían loco. Yangmi no es de las personas que dan iniciativa en esto, así que verla predispuesta es maravillosamente excitante.

Todo comenzó bien y sabía que terminaría bien. Lo asumí cuando mis brazos terminaron por quitarle ese vestido y atraparon su cuerpo en un deseo posesivo de hacerla mía. Cerramos los ojos por un momento y nuestras bocas comenzaron a dialogar en un beso hambriento que desembocó de nuestro profundo deseo. Mis manos recorrieron su rostro y se deslizaron hasta uno de sus senos para aprisionarlo entre mis dedos bruscos y curiosos.

Entonces una imagen erótica de Jungkook abriendo sus piernas para mí me la puso bastante dura. Paré en seco cuando obtuvimos un poco de distancia y pudimos vernos a los ojos, joder, ¿en qué estaba pensando?


Yangmi me miró atentamente y abrazó mi cuello tratando de tenerme cerca. Pudimos besarnos por algunos segundos más para retomar lo que habíamos comenzado, pero mi pene empezó a ponerse blando y la presión sobre mi espalda desapareció. Negué mentalmente y continué acariciando su cuerpo, deslizando mis dedos hacia su ropa interior que se sentía ligeramente húmeda.

Intenté concentrarme, no puede pasarme eso a mí, Vamos, es sexo, a mí nunca me ha importando con quién. ¿Por qué se me está bajando?

—¿Tae? —Yangmi volvió a mirarme, esta vez con confusión.— ¿Qué sucede?

No se me para.

—¿Me esperas un momento?


—Emh... claro.

Caminé velozmente hasta el baño y mojé mi rostro con agua fría. Tomé un poco de aire y empecé a masturbarme para conseguir algo y solo conseguí lastimarme al clavar una uña con torpeza cerca del glande. Comenzaba a ponerme nervioso, ¡mierda, párate!

Mi plan b era buscar algo de porno con el móvil y tratar con eso, pero no era el momento. ¿Qué pasa con mi orgullo? ¿Acaso tengo que usar eso para ponerme erecto? Mierda, mierda, mierda.

Intenté una vez más, solo para asegurarme que eso no iba a funcionar y lo confirmé. Salí más estresado que nunca del baño, mientras Yangmi me seguía con la mirada.

—Cariño... —¿Cómo mierda le dices que no puedes a tu novia? Yo no tengo setenta.

—¿Estás bien?

—Sí, es solo que... necesito regresar a mi departamento, estoy algo cansado y bueno... estresado. —No pude mirarle a los ojos cuando se lo dije.

—Está bien, cariño.

Bueno, ahora me odio. Estaré enojado conmigo hasta que se me pase la vergüenza.

Fue desastroso tener que irnos con esa incomodidad de por medio. Nadie pudo decir mucho en el camino a su casa, porque cualquier cosa ahora estaría fatal. Cuando llegamos solo nos despedimos con un beso y una ligera sonrisa. Ella podría decir sus "está bien, cariño" o sus "no


sucede nada" las veces que quisiera, pero yo me sentiría sintiendo fatal.

Es que se trata de mí y de mi reputación, ¿al gran Vante no se le pone dura? ¿Acaso estoy envejeciendo? ¿La comida rápida será la culpable? El estrés, sí, se trata del jodido estrés que me ha estado quitando la vida. Tal vez necesito vacaciones otra vez o necesito dormir toda una semana sin moverme.

Pensar en eso empeoró las cosas, pero fue lo único que hice en mi camino de regreso. Pensé en Jungkook y comencé a excitarme, pero cuando... mh, bueno, tengo que ser sincero. Jungkook me sigue gustando mucho y claro que recordar todas las veces que lo hicimos aún me pone, estoy de acuerdo en ello. Sin embargo, ¿por qué no se me paró con Yangmi? ¡Es la mujer de mi vida y me gusta más que cualquiera!

Tal vez es porque... Jungkook me dejó intentar con él muchas cosas, como algunas fantasías y suciedades sin privarme de nada, bueno, eso no explica nada, solo me pone a recordar y recordar. Entonces empecé a sentirme más duro y bufé. ¿En serio me estaba poniendo duro ahora? ¿En serio? Mierda, estoy loco eso es lo que pasa.

Frené de golpe al darme cuenta de que estaba a nada de irme de largo por otra dirección. Afortunadamente el estacionamiento se veía tranquilo y con la cantidad usual de autos que me permitieron llegar a mi lugar sin problemas. Aquello me ahorró tiempo para ingresar al edificio lo más pronto posible y tomar el ascensor, quitándome el esfuerzo de subir todas esas escaleras hasta el cuarto piso.


Vale, no pienso hacer una locura, en serio. Solo quiero reclamarle a Jungkook, —aunque sé que no lo haré— por las cosas que sucedieron esta noche, creo que él es el responsable. ¿Por qué? Bueno, es la culpa que no me deja tranquilo, sé que le herí y eso me tiene estresado. Si soluciono esto con él, mi pene podrá coger feliz con Yangmi, claro, y tendremos nuestro final feliz.

En cuanto pisé el pasillo del cuarto piso, me conduje hasta la puerta de su departamento y toqué el timbre dos veces. No una porque no podría escucharme y no tres porque no quería que pensara que estaba desesperado. Dos porque muestra interés pero no tanto y porque es cortés pero no ñoño. Mierda, ¿en qué estoy pensando?

—¿Quién? —Reconocí su delgada voz.

—Hola Jungkook, ¿podemos hablar?

Hubo un silencio que empezó a incomodarme.

—Es algo tarde...

—Seré breve. —Ni yo sabía qué debería decirle.

—Creo que no deberíamos, Taehyung. —Todavía hay melancolía en su voz y eso me pone nervioso.

—Solo quiero hablarte, ¿bien?

—Lo siento... no puedo.

Inhala, exhala. No dejes que los pensamientos o imaginación te hagan pensar otra cosa, no, calma.

—¿Por qué no puedes, eh?

—Es tarde... y...


—¿Y?

—Y no quiero verte ahora.

—¿Acaso hay un hombre contigo y por eso no quieres abrir?

Inhala, exhala, cuenta hasta 100, calma. Inhala, exhala, cuenta hasta 100, calma. Inhala, exhala, cuenta hasta 100, calma.

—¡Claro que no! ¿Crees que actuaría como tú, idiota?

Joder, lo he arruinado otra vez.

—Lo siento...

—Solo vete.

—Escucha Jungkook, yo solo quer-

—¡Vete! —Oí sollozos desde el fondo antes de que el sonido molesto del portazo resonara.

Mierda, ¿por qué lo está haciendo tan difícil? ¡Yo solo quiero disculparme y hacer las paces con él, solo eso!









Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora