—Permíteme hacerlo.
—Está bien, no te preocupes.
—No es nada para mí, permíteme hacerlo por favor.
—Pero Yugyeom...
Yugyeom tomó mi maleta y cargó con la suya solo para tratar de ser amable. No tenía motivos para hacerlo, yo podía con mis cosas, pero él siempre es tan cortés...
—Ya la tengo, no pasa nada.
—Gracias...
Seguimos directo después de salir de la estación, yo planeaba tomar un taxi e irme a casa. Sin embargo ahora que Yugyeom está aquí, los planes han cambiado. Él me dijo que quiere visitar algunos lugares y que por supuesto quiere conocer a mi familia, ¿cómo le contaría a mi madre lo sucedido con Taehyung, trayendo a alguien a la casa? ¿Cómo decirle amablemente a Yugyeom que se fuera a un hotel sin sonar de mala manera?
—Jungkook, ¿has estado bien? —Es una pregunta difícil de responder.
Le es difícil jalar mi maleta, aunque muestre esa expresión relajada tan fingida, ¡yo puedo ayudarle!
—Bueno, tú sabes que...
—¿Aún tienes problemas con "ese"?
—En realidad no. —No puedo mentirle, le conté cómo me sentía desde hace un tiempo. Él simplemente no aceptaría una mentira como respuesta.— Nosotros terminamos.
Yugyeom paró en seco y me miró con esa expresión de "no me lo creo" que empezó a ponerme tenso. No quiero hablar sobre el tema, vine a Busan para tratar de no pensar en Taehyung.
—No lo sabía. ¿Estás bien?
—Doy lo mejor de mí para estarlo.
—No olvides que yo estaré aquí apoyándote, Jungkook.
—Gracias Yugy, eres un gran amigo —y una gran persona.
Esbozó una sonrisa antes de continuar jalando mi enorme maleta calle abajo. Entonces cuando sus brazos comenzaron a temblar cinco minutos después, le sugerí tomar un taxi, aceptando la invitación invisible de permitirle quedarse en casa, más amabilidad y porque la noche se hacía más ella mientras avanzaban los minutos.
Él era una buena persona y yo estaba tan destruido que quería olvidar los modales con todo el mundo y quedarme encerrado.
Cuando llegamos a casa, él insistió en seguir cargando con mi maleta lo cual agradecí con una sonrisa. Yugyeom se veía emocionado y los
ánimos se le notan en el tono de su voz, sé que él quiere que yo me contagie de sus buenas vibras, yo solo estoy dando lo mejor de mí, en serio.
—¿Kookie? —Mamá abrió la puerta y me abrazó tan pronto como nuestros ojos se encontraron.
—Mamá.
No voy a llorar, no voy a llorar. Yugyeom está aquí, no puedo.
—Cariño, estaba preocupada, yo-
—Oh. —Me separé de sus brazos para posicionarme al lado de Yugyeom.— Él es Yugyeom, mamá.
—Señora, es un grato placer conocerla —dijo extendiéndole la mano que mi madre tomó con algo de incomodidad.
Ella nos dejó pasar, mientras disimuladamente me miraba con una expresión interrogante.
—Y bueno...
—Permítame decirle que en mucho tiempo no visito una casa tan hermosa como la suya, señora Jeon. El color de las paredes combina perfectamente con su sala, sin duda, usted sabe bastante de esto.
—Oh, muchas gracias querido.
No, la señora Kim eligió el color. Mamá quería pintarlo todo de azul muy azul, bastante azul.
—Mamá, Yugyeom se quedará en el cuarto de invitados...
—Comprendo, descansen bien. —Mamá está molesta, lo sé. ¿Qué pasa con la cena? Yugyeom ha cenado, pero yo no.
—Yugy, por favor sígueme.
Él asintió y me siguió escaleras arriba hacia las habitaciones. La idea de saber que me quedaría en mi habitación y no así en el cuarto de invitados, me estremeció la piel. Ha pasado mucho tiempo desde que no duermo ahí y sé que "todo" se encuentra ahí.
—Jungkook...
—¿Sí?
—No me gustaría importunar, puedo irme a un hotel. —Oh no, no, no.
—Claro que no importunas, me hace feliz tenerte aquí.
—A mí me hace feliz estar aquí contigo, pero de ningún modo quisiera que tu madre sintiera incomodidad, sé que soy un desconocido para ella.
—Claro que no Yugyeom, es solo que ella está cansada, y ambos estamos felices de tenerte en casa, eres alguien muy importante para mí.
Abrí la puerta del cuarto de invitados y dejé espacio para que él pudiera ingresar.
—Estoy conforme al saberlo. —Dejó su maleta dentro y me miró desde su lugar.— ¿Te gustaría salir? Podemos ir pasear.
—Oh, sobre eso... estoy algo cansado con el viaje y me gustaría descansar, lo lamento mucho.
—¿En serio? No te preocupes, podemos hacerlo mañana, ¿no crees? — Se acercó a mí, recargándose sobre el marco de la puerta.
—Mañana sin duda.
—Sueña cosas hermosas —susurró, dejando una ligera caricia sobre mi mejilla.
Yo alcancé a asentir y a recuperar mi espacio personal retrocediendo algunos pasos.
—Igualmente.
Nos despedimos con un movimiento de mano que se hizo visible, hasta que yo giré para abrir el picaporte de mi habitación. Arrastré la maleta e ingresé dentro, asegurándome de cerrar la puerta con el seguro. No entendía por qué prefería estar dentro que en el pasillo, porque en cuanto recorrí el lugar con la vista caí en cuenta de que ahí estaba yo con los recuerdos otra vez.
Noté el desorden que provocaban los cuadros y cajas sobre el piso. Mamá se encargó de guardar todo el día que Taehyung llegó, no se percató de que yo podría encerrarme ahí algún día, como hoy. ¿Cómo podré dormir así? Tan lleno de él...
Caminé lentamente hacia mi closet, tratando de ignorar todas esas cajas que gritaban "ábreme", para buscar algo de ropa y lo primero que encontré fue aquel pijama que consideraba mío, que realmente era de Taehyung y que él prefería dármelo porque prefería usar el pijama que debería pertenecerme.
Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, todo se trata de él. Mi vida está hecha en base a él. No es cobarde huir, es suicida. Lo entendí.
Empecé a desnudarme frente al closet que tenía una enorme fila de figuritas que ambos pegábamos cada sábado. Cada figurita tenía una estación, las más entretenidas eran las de navidad que son rojas y las más aburridas eran las escolares. Caminé hacia el baño con pasos lentos, mas me sobresaltó aquellos golpeteos en la puerta. Con velocidad tomé mi bata y abrí, imaginando que podría tratarse de mi madre.
—Jungkook. —Estaba equivocado.
—¿Yugyeom?
—Sí, eh... quería preguntar si me llamaste, creí haber oído tu voz.
—Mh, no lo hice, creo que se trata de una confusión.
—Oh vaya. Bueno, lamento haberte molestado.
—Descuida.
—Emh... descansa bien.
—Gracias Yugy, descansa bien también.
Cerré la puerta cuando Yugyeom retomó su camino hacia su habitación. Por algún extraño motivo me sentí nervioso al tenerlo ahí en casa, no he traído a nadie en años y es... simplemente diferente. Cerré la puerta con el seguro porque me sentí más resguardado.
Seguí mi camino rumbo al sanitario y preparé un baño con espuma que creí que me ayudaría mucho a lidiar con el estrés. Lo que fue bastante
acertado, pues en cuanto mi piel colisionó con el agua tibia, el gran peso sobre mi nuca empezó a disminuir. Cerré los ojos, dejándome abrazar por la agradable sensación de ambiente. Floté, me dejé llevar y entonces solté un suspiro pesado.
Abrí los ojos para admirar la puerta del baño desde ese ángulo y esbocé una sonrisa que más lucía como mueca.
—Tonto... ¿crees que no lo sabía? —susurré sin sentido.
Sabía que Taehyung solía observarme desde ahí cuando iba a bañarme, no era alguien distraído, aunque él lo creyera. Yo sabía perfectamente todo acerca de sus movimientos y reacciones, si no lo habría sabido entonces jamás habría dejado la puerta entreabierta para que él viera.
No esperaba nada más que eso, es decir, no me desesperaba saber sobre sus grandes debates mentales cuando me espiaba, tal vez porque la idea de él y yo juntos como algo más no se atravesó por mi cabeza, pero evidentemente la curiosidad de conocer algo desconocido me impulsaba a dejar pasar ciertas cosas. Entonces cuando lo pensé fríamente, sabía que en realidad me excitaba saber que a él le gustaba contemplarme desnudo y que ya habíamos dejado de ser un par de niños y nos estábamos haciendo hombres.
Deslicé mis manos sobre mis muslos e inevitablemente dejé escapar un jadeo cuando mis dedos desembocaron sobre mi miembro. Una electrizante sensación recorrió mi espalda de inmediato, por lo que tuve que cerrar mis piernas para hacer presión, intentando contener mis instintos.
Mi cabeza repetía su nombre varias veces, como si pudiera llamarle y me estremecí tan pronto como otro jadeo se escapó de mi boca.
¿Qué estaba haciendo justo ahora? ¿Con quién se encuentra? ¿Ha pensado en mí? ¿Me extraña como yo a él? ¿Me desea tanto como mi cuerpo lo desea? ¿Sabe que lo único que hago es pensar en él? ¿Lo sabe?
Me incorporé de golpe cuando oí algunas voces desde fuera, todos mis pensamientos se fueron al reconocer el tono agudo de mi madre. Dejé el agua y tomé mi bata para poder salir a la habitación y encaminarme hacia la puerta con pasos suaves para oír lo que sucedía.
—Solo me encontraba buscando el baño, señora Jeon —oí a Yugyeom en el pasillo.
—La habitación tiene baño, querido. —¿De qué hablaba mi madre?
—Disculpe, soy algo distraído y no lo noté.
¿Yugyeom no notó el baño en la habitación? Debí haberle mostrado el lugar, pero estaba tan ido con mis pensamientos que no pude ser amable con él.
—Entiendo, buenas noches.
—Buenas noches señora Jeon, descanse.
El sonido de la puerta cerrando desde el otro lado del pasillo resonó antes de que todo se quedara en silencio. Entonces alguien tocó mi puerta y tomé algunos segundos en abrir, para que no supiera que me encontraba escuchando todo.
—Kookie.
—Mamá...
—Dormiré contigo.
Asentí para no hablar y romper en llanto, aunque inevitablemente lo hice cuando ella me abrazó, porque había cruzado todo Seúl hasta Busan solo por ese dulce y cálido abrazo.
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfiction❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...