Capítulo 18

686 102 0
                                    

Estadística es una de las pocas materias que comparto con Jungkook. Siempre ocupo el lugar de adelante en caso de que Jungkook quiera sentarse junto a mí, sin embargo termina en la parte final junto a sus amigos. Al comienzo me molestó muchísimo, ahora le resto importancia, sé que él se divierte mucho más conmigo, pero no quiere herir los sentimientos de sus amigos, yo lo sé.

—Jungkook, por favor resuelve el ejercicio. —Ordenó el maestro, debido a que el tonto estaba haciendo mucho ruido.

No es la primera vez, el maestro ha estado algo molesto con Jungkook desde hace mucho, tanto que casi siempre le ordena resolver los ejercicios de la tarea y hasta ahora, los ha resuelto muy bien, en parte, es porque yo le dicto la respuesta. Sé que es malo, pero el maestro es demasiado pesado con él.


La clase se quedó en silencio, observando atentamente cualquier movimiento suyo. El maestro tomó lugar en su escritorio y distraídamente revisó los trabajos de la semana anterior. Jungkook tomó el marcador, empezó a ordenar el ejercicio para que fuera más claro para él y se volteó disimuladamente a verme. Yo ya había terminado el ejercicio, así que con mis dedos le mostré la cantidad de números que debería completar para terminar el problema. No tendríamos que hacerlo si él se empeñara más en aprender y no en dejarme las cosas a mí.

Como sucede cada clase, Jungkook dejó el marcador en su lugar, el maestro se levantó para revisar el ejercicio, soltó un suspiro de fastidio, le mandó a tomar asiento y con ello finalizó la clase.

Han pasado dos días desde el almuerzo en la casa de Jimin, la buenas nuevas traen que temprano Namjoon me entregó el cassette con la grabación de mi canción, juro que nunca estuve más emocionado por nada más en la vida, todo salió tal y como lo había planeado. Últimamente Jungkook ha estado decaído y sé que la canción le animará un poco. Él tiene un reproductor portátil de cassettes que ama con todo su corazón y mi grabación completaría su pequeña lista de canciones especiales.

—¿Estás hablando en serio, Taehyung?

Al finalizar la clase, Jimin y yo nos quedamos unos cuántos minutos a descansar. Tendría que esperar por Jungkook alrededor de una hora más para llevar a cabo mi sorpresa.

—Sí, sé que el jefe me descontará este día, pero quiero descansar un poco.


—Te has estado esforzando tanto, podríamos conseguir un trabajo mejor.

—Lo dudo.

Jimin dejó caer su mentón sobre el pupitre y me miró desde abajo con una expresión preocupada.

—¿Le has dicho a tu madre sobre…

—No.

Ha pasado algo malo, en realidad, han pasado muchas cosas malas, cosas que jamás le contaría a mi madre y mucho menos a Jungkook, lo cual me sorprende, porque siempre nos hemos contado todo, absolutamente todo, pero después de mi declaración… es como si un muro se hubiera construido entre nosotros. Estoy siendo muy cuidadoso incluso en las cosas que digo, no entiendo la razón, yo solo no quiero que ellos se preocupen.

Últimamente Jimin se ha convertido en mi respaldo, si no hubiera sido por él me hubiera vuelto loco y hubiera estallado de rabia. Él es el único que conoce todo lo malo que ha pasado.

—¿Por qué no se lo dices? Por favor…

—No quiero que se preocupe, además falta poco para que nos paguen.

—No sé si vale la pena.

—Lo vale, Jimin. —Claro que sí, lo vale.

—Muéstrame tu brazo.

—Jimin…


—Muéstramelo ahora.

Él levantó su cabeza y elevó sus manos hacia mi brazo cuando dejé que lo examinara.

Tengo que confesar, entre lo malo que ha pasado, está que mi jefe me ha agarrado un odio impresionante, no tengo ni remota idea sobre la razón, pero ha estado insultándome sin parar, también hace dos días un cliente derramó café caliente sobre mi brazo —actualmente herido— porque no le gustó el sabor y los demás percances que han sucedido, que solo Jimin conoce.

No me gusta ver la preocupación en su rostro, por ello trato de restarle importancia, pero Jimin no ha parado y sé que no va a parar hasta que alguien se haga cargo de lo que está sucediendo. Con decir que hace poco intentó golpear al jefe con una caja de muestras, cosa que detuve a tiempo y sin que nadie se enterara de aquello, nunca sabré si iba en serio o solo estaba jugando.

—Está mejor. —El día que ocurrió tenía todo el brazo inmóvil y un enorme moretón morado se formó, ahora puedo mover el brazo libremente y el moretón está reduciendo de tamaño.

—Tae, dejemos el trabajo, busquemos otro sitio, por favor.

—Hey, pequeñito. —Elevé mi brazo para despeinar su cabeza.— Nos pagarán pronto y nunca volveremos a pisar ese lugar en nuestras vidas.

—¿Me lo juras?

—Te lo juro. De igual manera, si tú quieres marchart-

—No, me quedaré hasta el fin de mes.


Asentí con un movimiento de cabeza. Afortunadamente Jimin no tenía problemas en el trabajo, nadie le molestaba y si alguien lo hacía, ahí estaba yo para defenderlo.

—Minnie.

—¿Qué?

—Quiero probar comida occidental otra vez.

—Te dije que mamá era la mejor cocinera del mundo.

—Tenías razón.

—Ella quiere prepararte algo genial para tu cumpleaños, obviamente habrá comida occidental.

—¿Qué? ¿En serio?

—Síp, ya sabemos que eres un tragón de primera. —Jimin se levantó y caminó hacia la salida, mientras me llamaba con un movimiento de cabeza.

—Óyeme no, yo solo soy educado y termino todo el plato. —Le seguí, con una gran sonrisa en el rostro.

—Vaya, ¡eres tan educado que pides doble ración!

—¡Soy el más educado de toda mi familia!

Más tarde Jimin tuvo que irse debido al trabajo y yo me quedé a esperar por Jungkook, como solía ser, se tardó alrededor de una hora más y apareció con una expresión desalentadora. Él solo extendió su brazo, entregándome su mochila y salió con pasos lentos hacia la calle.

—Cárgame. —Pidió sin mirarme a los ojos.


—Umh, falta poco para llegar a tu casa.

—Cárgame. —Repitió sin oír excusas. Mi brazo aún continuaba herido y no podría sostenerle de manera correcta.

—Estoy algo cansado…

—¡Cárgame!

Solté un suspiro de desesperación, ¿qué podía hacer? Sé que está de mal humor y eso terminaría en otra pelea, lo que menos quiero que suceda, luego de tanto dilema entre nosotros. Además si quería ganarme su corazón, tendría que iniciar de alguna manera. Joder, esto me va a doler.

—Está bien.

Resignado me posicioné con una rodilla en el suelo, esperando que Jungkook se montara sobre mi espalda, cuando lo hizo luché para que el dolor en mi brazo no me hiciera jadear, pues todo el peso de sus piernas recaía sobre él. Nadie dijo nada en el camino ni una sola palabra. Jungkook se la pasó suspirando todo el trayecto y no le importaba la gente que se nos quedaba viendo.

Llegamos en diez lentos y dolorosos minutos a su casa, la señora Jeon me recibió con un gran abrazo, pues había pasado algo de tiempo desde que no los visito como se debe. Ella intentó reunirnos en la mesa para comer, pero Jungkook dijo que se sentía mal así que se fue directamente a la habitación. Sabiendo que él no se encontraba bien tampoco pude comer. Fui en su búsqueda y lo hallé sobre su cama, abrazando un gran peluche que por alguna extraña razón se me hacía conocido.

—¿Estás bien?

—Sí.

—¿Seguro?

—Sí.

Tomé asiento en la orilla de su cama, para hacerle compañía.

—¿Entonces por qué estás en este estado, eh?

—Solo… tuve un mal día.

—Tengo algo que arreglará tu día.

—…

Revisé dentro de mi mochila y saqué el cassette que había guardado para él. Jungkook se levantó con calma y alcanzó a tomar el objeto para revisarlo a detalle. Escribí sobre la nota: “Hold me tight. Con amor para Kookie”. Era la versión acústica de una de mis canciones favoritas y si tendría que dedicársela a alguien, sería para él, siempre.

—Grabé la versión acústica para ti, Jungkook.

—¿Lo grabaste tú? ¿La cantaste?

—Sí…

Él lucía bastante sorprendido, pero en ningún momento mostró señales de querer oírla, creí que lo haría en el momento adecuado, esperaba que fuera pronto para saber si le gustó.

—¿Por qué? —Su frente fruncida me hacía saber que quería una razón suficiente.

—No estaba jugando cuando dije que quería conquistarte… y estoy siendo sincero con mis sentimientos. Lo hice porque te quiero.


—Gracias. —Respondió cortante.— Me gustaría descansar un poco, ¿nos vemos mañana?

—Oh, emh, sí, yo… me iré.

—Adiós.

Me sentía algo confundido, pero creí que él estaba cansado y solo quería dormir. Levanté mi mochila y salí de su habitación, encontrando de reojo al pequeño oso de peluche que le gané en el parque de diversiones, en un rincón de su habitación, casi invisible para los demás.

Esperaba que su reacción fuera otra, pero entendí o intenté hacerlo, que él no estaba de humor. Tuve la ilusión de que cuando la escuchara, él se animara un poco.








Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora