Capítulo 15

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—¿Ya?

—Faltan tus hombros.

—Apresúrate, bebé.

El sol del atardecer iba disminuyendo a medida que los minutos transcurrían sin detenerse. Era la tercera aplicación del protector solar en el día porque a Jungkook le gustaba exagerar en todo, vamos, no estuve todo el día en el sol y comenzaba a detestar la extraña sensación de crema hecha plasta sobre mis brazos. Además mis amigos me estaban esperando cerca de la piscina del hotel, pues la red ya estaba lista.

—Ya está.

¡Sí! Me levanté velozmente dispuesto a correr hacia los chicos, sin embargo noté la expresión aburrida de mi novio y no pude irme así.

—¿No quieres jugar con nosotros?

—No se jugar eso.

—No es tan difícil, bebé, ¿vamos?

—No, estaré aquí.

Jungkook en serio estaba exagerando. Estuvo sobre esa reposera toda la tarde, sosteniendo aquel enorme paraguas que no dejaba espacio a que el sol rozara su piel. Se echó una gran cantidad de protector solar sobre el cuerpo y no conforme con ello, continúa portando una camiseta holgada y usando un enorme sombrero ridículo. ¿Qué parte de "estamos en Jeju" no entendió?


—Deberías disfrutar un poco del sol, no me pondré celoso si roza tu piel por algunos segundos antes de que se vaya.

—Amor...

—¡Taehyung, no tenemos todo el día! —Gritó Matty, siendo acompañado de un coro de voces angelicales que gritaron: "corre, idiota".

Giré para esperar la respuesta de mi novio, él esbozó una sonrisa y movió su manita expresando que debería irme. De inmediato avancé velozmente hacia los chicos y empezamos a ponernos en posición de juego para definir la serie de apuestas que habíamos iniciado más temprano, porque el voleibol definiría todo, y aunque yo no era tan bueno, era mejor que los demás, claramente.

Siendo seis, nos dividimos en dos grupos de tres, uno dirigido por Hyungmin y otro por Matty. Mejores amigos y enemigos de por vida.

—Yo voy a sacar y Tae será el receptor —Matty definía el plan del juego—, tú Sungmin, ponte a rezar.

Sungmin empujó a Matty de manera graciosa y tras organizar nuestros puestos, estuvimos dispuestos a iniciar. Sin embargo, Hyungmin nos dijo que nos detuviéramos con un movimiento de mano, mientras se ponía reír con una chica.

—Chicos —finalmente Hyungmin se acercó a nosotros—, ¿qué les parece si jugamos con las chicas?

No lo había notado, pero había un grupo de chicas con diminutos bikinis al otro lado de la piscina, que se acercaban lentamente hacia nosotros.

—¿Qué pasa con nuestro juego y las apuestas? —preguntó Yon.


—Tenemos toda la noche para seguir jugando.

—Vale.

Ellas llegaron saludándonos de manera amable, tan amable que dos se tomaron la libertad de acariciar mis brazos. Por favor que Jungkook no haya visto nada, por favor que Jungkook no haya visto nada, por favor que Jungkook no haya visto nada.

—A posiciones.

Ellas tomaron su puesto del otro lado y nos dispusimos a improvisar los lugares, menos yo, ellos me pusieron de central, así que me mantuve ahí en medio de toda la acción. Entonces noté que el brasier de una de las chicas de adelante no llevaba tirantes, ¿si saltaba no se le iba a bajar? Es más, ¿no se le bajaba al caminar? Preguntas sin respuesta.

Emh... disculpa, tu bra se va a caer y pues... todo el mundo te va a ver y...

—¡Que saquen los perdedores! —Gritó la susodicha y nos lanzó la pelota de una manera intensa. Necesitábamos calma, apenas y sabíamos qué significaba "voleibol".

Miré de reojo hacia el costado y me encontré con la mirada intensa de mi novio desde lo lejos. Él ha estado jugando en su móvil toda la tarde, ¿tiene que mirar justo ahora? Bebé, continúa mirando tu móvil por favor.


Matty sacó la pelota como todo un perdedor porque la sacó mal. Más tarde Hyungmin ganó con sufrimiento un punto a nuestro favor y eso que yo tuve que doblarme el dedo meñique para salvar una. Sungmin empezó a rezar.


Observé de reojo hasta el sitio de Jungkook y me quedé algo ido cuando noté que empezó a recoger el paraguas junto a sus cosas. Guardó el sombrero y de pronto empezó a quitarse la camiseta, dejando al descubierto la hermosa forma de su cintura desnuda. Me quedé en blanco por algunos instantes, hasta que vi cómo Matty saltó por delante tratando de recibir el impacto del balón, cosa que nunca pasó.

—¡Taehyung! —Hyungmin se mostró enfadado al continuar perdiendo.

—Emh... nos vemos más tarde, chicos —susurré abandonando el juego.

—¿Qué? ¡Taehyung, regresa!

Seguí a Jungkook mientras se alejaba lentamente por los pasillos que conducían hacia las habitaciones. Corrí hasta alcanzar su brazo, deteniendo sus pasos.

—Oh.

—¿Vas a la habitación?

No entendía exactamente qué estaba sucediendo conmigo, tal vez se debía al nerviosismo por la propuesta de esta noche o al pensamiento sucio de finalmente poder admirar su piel desnuda después de verlo muy cubierto todo el día, pero joder, qué ganas de hacerle de todo justo en este momento.

—S-sí...

—¿Y te ibas sin decírmelo? —Acorralé su cuerpo en contra de la pared de mármol para que no tuviera posibilidad de huir.

—Te veías muy entretenido jugando.


Atrapé su boca en un beso necesitado y casi por instinto, mis pulgares se elevaron para jugar con sus pezones de manera ruda. Jungkook jadeó en consecuencia y me permitió meterle la lengua cuando tuve la oportunidad. En aquel momento oímos algunas voces y pasos de gente acercándose.

Jungkook me empujó velozmente para alejarme de su cuerpo cuando una pareja de ancianos cruzó por nuestro lado, mirándonos de reojo. Tuvimos que disimular por un momento, mientras ellos desaparecían de nuestra vista. Quise continuar con lo que habíamos iniciado, pero Jungkook escapó de mis brazos y con algunas risitas ruidosas empezó a correr.

Fui yo quien tuvo que tomar las cosas que había dejado olvidadas y comencé la carrera tratando de alcanzarle. En el transcurso, empujé a dos chicos y una señora, de los cuales tuve que disculparme rápidamente, pues el vestíbulo se hallaba bastante lleno debido a las personas invitadas al lanzamiento de nuestra marca. Jungkook no pudo escapar, no cuando el ascensor tardó en llegar, dándome minutos de ventaja.

—Deja de correr, ¿entendiste, Jungkook?

Él me sacó la lengua de manera burlona y se abrió espacio entre la gente que salía desde el fondo. Después picamos el botón con el número de nuestro piso y guardamos silencio ante la presencia de dos señoras acompañándonos.

Cuando llegamos a nuestro piso, él no intentó huir, solo me empujó juguetonamente en el momento en que quise robarle un beso. Ah, es que


a veces se comporta de una manera tan infantil que me es difícil tomar las cosas en serio.

—Tomaré un baño —dijo campante. Yo tomé su brazo para detenerlo.

—Yo lo tomaré primero, es que... estoy algo cansado, ¿sí?

—¿Y si lo tomamos los dos?

Ah sí, por qué no, lindura... ¡no, no, no! Tengo que preparar muchas cosas antes de las siete sin que él lo sepa, porque a esa hora se encenderán los fuegos artificiales. Pero es que casi nunca me deja bañarme con él y esto es prácticamente un regalo... ¡no, no, no! Hay cosas mucho más importantes para después.

—Lo tomaré solo, ¿de acuerdo?

—¡Tae!

Jungkook se quedó bastante molesto sobre la cama y cruzó sus brazos sobre su pecho.

—No tardaré, bebé. —Ignoré su expresión manipuladora y luché conmigo mismo, sorprendiéndome del impacto que tenía Jungkook sobre mis decisiones. ¿Me estaré volviendo alguien dócil?

Tomé un baño corto y veloz porque mis manos empezaron a temblar recordando todas las palabras que debería decir en mi declaración, imposibilitándome la concentración. Quince minutos después tuve que abandonar el baño enfrentándome con la mirada seria de Jungkook, que me recibió tan pronto salí.

—Bueno, es tu turno, bebé...


Jungkook se levantó de la cama y pasó por mi lado, mostrándome una actitud enfadada. Joder, todo el día ha sido un vaivén de emociones, ¿qué estoy haciendo mal?

—...

Cerró la puerta con seguro, exagerando el sonido de los mismo al usarlos.

—Bebé, escucha, ¿sí sabes que eres lo más importante para mí?

—¡No parece! —Gritó desde el fondo.

—¡Pues lo eres y te lo he demostrado, eh!

El timbre sonó, no me permití desviarme en otros asuntos. Me conduje hacia la puerta y la abrí de manera silenciosa para él no pudiera sospechar nada. Se trataba de una camarera, bastante puntual por cierto.

—Joven Ta-

—Shh, hable más bajo por favor —susurré, jalando el carrito que contenía la cena especial.

—Aquí está la cena que pidió, si gusta algo más no dude en pedirlo.

—Gracias.

—Disfrute de su cena.

—Sí, muchas gracias.

Cerré la puerta con mucho cuidado y arrastré el carrito hacia la ventana del balcón. Con el mismo cuidado recorrí las cortinas y deslicé la puerta para poder salir. La vista desde ese lugar era magnifica y tan


deslumbrante como la noche estrellada ante mis ojos, los fuegos artificiales combinarían muy bien con todo.

Revisé que la cena, las rosas y el vino hayan sido los correctos antes de abandonar el balcón para dejar todo en su lugar, cerrando las cortinas con esmero. Luego me lancé sobre la maleta para ponerme algo decente, porque esta noche tenía que causarle una gran impresión a Jungkook. Guardé el anillo dentro del bolsillo de mi pantalón y empecé a repetir lo que debería decir: "Dos de las mejores cosas que me han pasado en el mundo fue conocerte y saber que te amo. No quiero tener una vida en donde no estás tú porque sería infeliz. Hoy... hoy... ¡te amo, cásate conmigo! ¡No me rechaces!"

No debí ver ese video de los más terribles rechazos en propuestas de matrimonio, porque ahora siento que yo formaré parte de esa gran lista de chicos derrotados. ¡No, no, no! ¡Hay que ser positivos, hay que ser positivos, continúa! "Dos de las mejores cosas que me han pasado en el mundo fue conocerte y saber que te amo. No quiero tener una vida en donde no estás tú porque sería infeliz. Hoy estoy dispuesto a pasar mi vida entera contigo pidiéndote que seas mi compañero de vida y el amor de mi vida, vida, vida, vida, vida... ¡no me rechaces!"

Jungkook salió del baño con una bonita blanca y ya de mejor humor. Lo supe cuando me regaló un pequeño besito.

—Perdóname amor, no quise pelear.

—Eso no fue una pelea, en lo absoluto.

—Eres tan lindo...

Él empezó a secarse el cabello con una pequeña toalla, justo cuando yo vi la hora en el móvil. Vale, tenía quince minutos antes de que los fuegos


artificiales aparecieran. Mi declaración puede durar trece minutos a más tardar y tendría dos minutos para besarle antes del "boom" final. ¿Y si me rechaza? ¡No, no, no! ¡Positivos, positivos!

—¿Bebé?

—¿Sí?

—¿Qué te parece si salimos al balcón?

—No, estamos bien aquí, amor.

—¿Sí? Emh yo creo que estaríamos mejor en el balcón, ¿no crees?

—Nuh.

Jungkook se paseó tranquilamente sobre la alfombra y se tomó su tiempo en arreglar su cabello con el cepillo. Sí, yo empecé a temblar porque ya no tendría los dos minutos extra para besarle.

—Si salimos al balcón, veremos todo el paisaje de Jeju. Wow, increíble.

—...

Él soltó una risita y me ignoró olímpicamente cuando pasó por mi lado para dejar la toalla dentro del baño. Incluso le oí mover nuestras cosas sobre el tocador, pues había puesto a ordenar. Vale, tendré nueve minutos en los que tendré que declararme a lo flash.

—¡Jungkook!

—¿Qué?

Finalmente abandonó el baño y caminó hasta mí para mirarme a los ojos.

Era el momento.

—¿Podemos salir al balcón?


—Tenemos mucho tiempo para hacerlo después, ¿no crees? —¡No, no tenemos tiempo!

—Jungk-

Jungkook deshizo el nudo de su bata y la dejó caer sobre sus pies sin dejar de sonreírme de una manera muy provocativa. Contuve el aliento al admirar su cuerpo totalmente desnudo a centímetros del mío, siendo la verdadera tentación en persona. No pasó mucho desde que él retrocedió algunos pasos, hasta que se dejó caer sobre la cama y abrió sus piernas extendiéndolas a los lados, mostrándome esa entradita en la que había pensado todo el maldito día.

—Házmelo, mh.

Fui a su encuentro como un idiota hipnotizado. Mi boca atacó su cuello en una serie de mordidas y besos que empezaron a dejar marca, en seguida mis manos recorrieron sus muslos desde las zonas más íntimas hasta sus rodillas, disfrutando de la suavidad de su piel y del delicioso aroma que desprendía.

Mi mente divagó, sin embargo cuando recordé que la cuenta regresiva no se detenía, supe que debería proponerle matrimonio y ya no tenía mucho tiempo. Me levanté de la cama con brusquedad y Jungkook me observó con una expresión incrédula.

—B-bebé, es necesario que salgamos al balcón...

—¿No quieres hacerlo conmigo? ¿Qué pasa?

—No es eso, es que realmente ten-

—Estás así desde que viste a esas chicas en la piscina, ¿te gustaron? ¡Responde!


—No, joder, claro que no. Pero e-

—¿Entonces qué es? ¡Si no tienes ganas solo tienes que decírmelo y así podré conservar mi dignidad! —Recogí su bata del suelo y le ayudé a ponérsela. Él mantenía esa expresión incrédula que me estaba impulsando a arruinar toda la sorpresa para decirle de una vez lo que estaba sucediendo y que dejara de pensar estupideces—. ¡Taehyung!

—Ven aquí.

—¿Qué?

Tomé de su brazo y jalé de él hasta el balcón. Afortunadamente no tuve muchos líos con las cortinas y la puerta, no tuvimos que perder segundos valiosos en problemas menores. Logramos salir hacia el balcón, pero él no notó la mesa del fondo y el carrito de la cena.

—Jeon Jungkook, yo...

Los fuegos artificiales estallaron a nuestras espaldas. Jungkook perdió toda la concentración y se dedicó a admirar las luces en el cielo. En ese momento me sentí totalmente decepcionado, porque mierda, esta era una de las cosas más importantes en mi vida y no había salido bien.

—¿Querías mostrarme esto, amor? —Me preguntó alzando la voz.

—...

Yo no respondí, me encontraba asimilando la derrota. Sin embargo él tomó mi mano y la acarició lentamente.

—Mira esos de corazones, ¡qué lindo!

Sí, sí, sí. Muy lindo, muy genial. Contuve la ira conmigo mismo, probablemente si no me hubiera enfocado en los partidos con los chicos,


habría tenido más tiempo para organizar todo. Jungkook también habría asimilado mi petición de salir al balcón sin que todo se malinterpretara. Suspiré pesadamente y luego busqué una manera de sacar la decepción desde adentro.

—¡Quiero casarme contigo! —Grité con fuerza, justo en el momento en que los fuegos artificiales cesaron.

Podría jurar que todos los que se encontraban abajo y en los pisos colindantes, lograron oír mi voz. Incluso Mark desde Seúl tuvo que haber oído. Jungkook me miró con expresión asombrada y a mí ya no me importó lo demás, vale, se lo diría, que se caiga el mundo y todo lo demás, pero yo se lo iba a decir.

—...

—Joder sí. Escucha Jungkook, tenía un lindo discurso que olvidé, unos fuegos artificiales que estallaron en el momento inadecuado y una propuesta hermosa de matrimonio que no pude mostrarte, ¿vale? Porque todo resultó mal como todo en mi vida, menos tú, pues tú eres lo único que está bien y siempre estará bien en ella, así que... —saqué la caja del anillo de mi bolsillo y la abrí para mostrarle el contenido—, ¿quieres casarte conmigo?

Tuve todos los huevos de habérselo dicho, sin embargo empecé a temblar cuando la valentía se fue en la última pregunta. ¿Por qué sigue tan sorprendido como antes? ¡No me rechaces! ¡No me rechaces! ¡No me rechaces! ¡No me rechaces! ¡No me rechaces! ¡No me rechaces!

—¿Estás... estás hablando en serio?

Oh no, esas son las preguntas que hacen para rechazar gentilmente la primera pregunta. Oh no, ya me vi lanzándome de ese balcón.


—Sí.

Estoy estúpido. Llevamos siendo novios tres meses, ¡tres meses! Él va a reírse de mí, las cosas van a ponerse tensas desde ahora en adelante y se irá el amor y me va a romper el corazón y se va a reír de mí de nuevo y volveré a emborracharme con Jack y... y voy a lanzarme de ese balcón.

—Oh dios, Taehyung... sí, c-claro que quiero.

Jungkook rompió en llanto y se lanzó a abrazarme. ¿Dijo que "sí"? ¿O sea sí?

—Bebé... ¿en serio quieres? —o sea sí, ¿no?

—Sí, tonto. Sí, lo he querido toda mi vida... te amo, te amo tanto.

—Te amo más, bebito. Gracias por —no rechazarme— esto, gracias por todo.

Sentí cómo el peso sobre mi espalda comenzó a desvanecerse. Él había aceptado casarse conmigo, en serio, él y yo seríamos esposos muy pronto. Él piensa y siente lo mismo que yo, no se trata de un sueño, vamos a casarnos, dios mío. Ahora sí podemos follar hasta que mis huevos se sequen y él no pueda caminar, ¡sí!

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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora