Capítulo 21

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He vuelto a soñar con el niño perdido y no tengo idea de lo que significa. ¿Es que acaso un niño va a pedirme ayuda? No entiendo el sentido de los sueños, me dijeron se tratan de una recopilación de momentos vividos o captados por el subconsciente que forman una escena o un conjunto de ellas tratando explicar el impacto dentro de nuestra cabeza. Aunque algunos estén seguros de que se trata sobre el futuro y que puede predecir muchas cosas. ¿Entonces ya he vivido eso o va a pasar? ¿O qué mierda?

Yo solo espero que realmente no tenga que encontrar a un niño perdido y llevarlo con sus padres, ya tenía mucho con mi vida como para estar tratando de arreglar la de los demás. Quizás.

—Y... ya estamos aquí.

—¿No quieres pasar, cariño?

—Me encantaría, pero tu padre...

—Algún día tendrá que aceptar que somos novios.

—Sí, pero no hoy cuando puede cortarme la cabeza.


Yangmi me miró con una expresión divertida y negó con la cabeza antes de regalarme el último beso del día, anunciado nuestra despedida.

—Te escribiré.

—Estaré esperando a que lo hagas.

Ella me miró por algunos segundos y caminó hasta perderse detrás de la enorme puerta de metal de su casa. Entonces continué con mi camino hacia el departamento, pensando en muchas cosas, tratando de olvidar algunas y fracasando en el intento.

Jungkook no vino a trabajar hoy, Yangmi y yo lo sabemos pero no hemos querido dar informe de ello, porque sabemos perfectamente que no se encuentra bien. Además esta mañana él ya se había marchado y ni siquiera pudimos conversar después de lo sucedido ayer, no es como si yo quisiera hablar sobre eso, no, tampoco me quiero comportar como un jodido inmaduro que necesita explicaciones. Es solo que... no quiero que confunda las cosas y piense que yo siento algo, mh.

Vale, nos excitamos y acariciamos, eso puede pasarle a cualquiera, incluso pasa entre amigos y no necesariamente porque hayan sentimientos de por medio. Me gustaría que él pensara de la misma manera.

Estacioné el auto y acaricié mi motocicleta antes de subir las escaleras hasta mi piso. Ha pasado algún tiempo desde que los chicos no me han hablado, sé que podrían estar molestos por mi derrota, pero las peleas siempre se desvanecen y ya están buscándome para otra carrera. Realmente no sé si ellos están en serio ofendidos o solo quieren joderme, me hacen falta...


Giré la cerradura una vez llegué al piso y encendí las luces del departamento, y como siempre fue el silencio quien me recibió. De pronto mis ánimos se vieron reducidos y esa sensación de soledad que solía invadirme antes, ha regresado. No quiero tener que fumarme algo o emborracharme para lidiar con esa melancolía que me obliga a acostarme sobre la cama tratando de encontrarle el sentido a mi vida, pero qué podía hacer si todo irremediablemente me lleva a eso.

—Solo de nuevo... eh —susurré encaminándome hacia la cocina.

Luego maldije por lo bajo al recordar que el último yogurt se había terminado ayer y que tendría que ir a comprar comida afuera.

Me dejé descansar sobre el refrigerador, dejando todo el peso de mi espalda sobre el mismo. Me detuve a admirar la cocina por algunos instantes y noté que la montaña de vasos y platos sucios en el fregadero había desaparecido, al igual que las sartenes quemadas que me dieron problemas estos días.

Algo no estaba encajando muy bien, por lo que me incorporé para revisar alrededor. Alguien usó el detergente de Jungkook para limpiar el piso, lo sé porque conozco cuán brillante queda el piso después de que lo usa. Alguien ordenó todo y lo dejó en su lugar, ah joder, creo saber de quién se trata.

Abrí el refrigerador y me lo encontré tan lleno como cuando Jungkook vivía conmigo, luciendo los paquetes de mi yogurt favorito justo donde él lo dejaba. No tuve que leer la nota que se encontraba pegada en un táper con comida dentro para saber que se trataba de Jungkook. Yo ya había pasado por esta etapa, después de terminar con Yangmi ella sintió


pena por mí y empezó a limpiar y a dejar comida, cosa que aborrecí con toda el alma y que ahora Jungkook quiere repetir.

Caminé con velocidad hacia la habitación y encontré todo perfectamente ordenado. El dolor de cabeza se instaló en mí cuando abrí el closet y encontré toda mi ropa limpia y doblada ocupando todo, incluso el espacio que le pertenecía. ¿Para eso faltó al trabajo? ¿En serio?

Él no tenía que hacer eso, yo no quería que sintiera pena por mí, ¡no necesitaba de nadie! Inhalé un poco de aire y me dirigí hacia la puerta repitiendo todo lo que iba a decirle: "No tienes que hacer esto por mí (ya sé que soy un inútil), estoy lidiando solo con estas cosas (aunque moriré pronto si sigo así) y no necesito ayuda".

No tienes que hacer esto por mí, estoy lidiando solo con estas cosas y no necesito ayuda. No tienes que hacer esto por mí, estoy lidiando solo con estas cosas y no necesito ayuda. No tienes que hacer esto por mí, estoy lidiando solo con estas cosas y no necesito ayuda. No tienes que hacer esto por mí, estoy lidiando solo con estas cosas y no necesito ayuda. No tienes que hacer esto por mí, estoy lidiando solo con estas cosas y no necesito ayuda.

Cerré la puerta y un ruido extraño me distrajo desde las escaleras del segundo piso. Reconocí una voz que sonaba distorsionada y poco comprensible. Bajé un poco y me encontré a un chico acostado cerca de los últimos escalones, a quien le era difícil sostenerse.

—¿Disculpa?

El chico levantó su cabeza y pude saber de quién se trataba. ¿Qué hace ese hijo de puta aquí?

—Vaya l-la...


—¿Qué haces aquí? Vete.

Suga no podía pararse, pero sí podía reírse y retarme con esa mirada de mierda que me hace enfadar.

—Déjame.

Él intentó ponerse de pie, pero sus brazos se encontraban muy temblorosos para lograrlo. ¿Cómo permitieron su ingreso? ¿Dónde estaba el portero?

—Dije que te fueras.

—Veré a Jungkook —susurró antes de resbalarse.

—¿Qué? Mejor lárgate de aquí.

—¡No!

No iba a escuchar nada más. Bajé para tomar de su brazo y alejarlo de mi departamento. ¿Cómo que ver a Jungkook? Aquí nadie ve a Jungkook, al menos no nadie que no quiera morir.

—Vete imbécil.

Usó todas sus fuerzas para mantenerse en su sitio, pero no pudo lograr nada. Él estaba tan borracho como para poder estabilizarse y yo bastante enfadado como para ser amable. Así que tomé el cuello de su chaqueta y le arrastré escalones abajo hasta que cayó sobre el suelo del primer piso.

—¡D-déjame!

Suga se resistió abrazándose a uno de los barandales, pero no pudo continuar.


—No te atrevas a regresar jamás, ¿oíste? Porque voy a matarte.

—Me vale... ¡mierda! —Suga me empujó de manera torpe y yo volví a jalar de su cuello para que se le quitaran esas ganas de pelear.— ¡Jungkook!

—Cállate infeliz, ¿qué quieres con él, eh?

Mi paciencia se fue de inmediato y mi respiración se aceleró al punto de que mi mandíbula se tensara. ¿Jungkook habló con él? ¿Es que acaso le está coqueteando de nuevo? Mataría a Suga si ese era el caso.

—¡Déjame! Es con él...

—No, es conmigo, tienes que hablarme a mí para hacerlo con él, ¿entiendes?

—Déjame imbécil.

Ebrio y todo se hizo al muy hombre empujándome de una manera humillante y sin efecto.

—No lo diré otra vez, si vuelves aquí te mataré.

Jalé su cuello con más fuerza, arrastrando su cuerpo escalones abajo, esta vez pudimos llevar al vestíbulo con más velocidad, pues él usó sus piernas para resistirse y al final terminó tropezando de bruces contra el suelo.

—Él n-no... no es tuyo... —Perdón, ¿qué dijo?

—¿Qué? Jungkook es mío, imbécil. Si te acercas tan solo un milímetro a él, te juro que voy a romperte la cara.

—Jódete.


Tomé de su brazo y con fuerza logré arrastrar su cuerpo hasta la salida.

Solo cuando llegué al final de la acerca, le dejé caer con fuerza.

—Viejo, no jodas, ¿entiendes?

Suga levantó su cabeza para mirarme y tuvo la intención de insultarme por la expresión molesta que destellaba su rostro, sin embargo se quedó mirándome y abrió ligeramente la boca como si algo sorpresivo hubiera sucedido.

—¿Taehyung? —preguntó de una manera estúpida.

—Ajá, ahora vete a la mierda y no te atrevas a volver.

Regresé al edificio y me aseguré de cerrar las puertas, cumpliendo el único deber del portero que no apareció en ningún momento. Lo dejé pasar porque necesitaba ver a Jungkook con urgencia.

Afortunadamente él se encontraba en otro piso, pero eso no me garantizaba su seguridad. Incluso pensé en la loca idea de poner una reja en las escaleras del tercer piso para que nadie pudiera subir sin autorización, pero nadie iba a permitirlo. Además podrían usar el ascender y llegar de cualquier manera. Entonces la única manera de proteger a Jungkook, era asegurándome de que el edificio solo recibiera a los vecinos y tuviera más control con los extraños "visitantes" y "familiares".

Llegué al cuarto piso en menos de dos minutos y toqué la puerta con los puños, porque si bien intenté controlarme, seguía jodido con lo sucedido. ¿Qué hace ese imbécil buscando a Jungkook?

—¿Quién?

—Jungkook abre, soy yo.


—Oh... ¿Tae?

—Sí. —Abre, maldita sea.

—Es un poco tarde, ¿qué sucede?

Quiero verte, eso sucede.

—¿Podemos hablar?

—No lo sé...

Inhala, exhala, cuenta hasta 100, calma. Cálmate, cálmate, cálmate y piensa.

Suga se encontraba ebrio, vale. Sé también que él se trae algo por Jungkook, aunque ponga a su novio como prioridad. Bueno, no estaba en todos sus cabales, así que en un impulso vino a ver a Jungkook, yo también lo haría, así que probablemente Jungkook no le llamó.

Además le hice llorar hace días cuando le pregunté si estaba con otro hombre, lo que por supuesto no era verdad. Así que podríamos terminar peor si yo le reclamaba algo que no tenía sentido... él no sabía nada de lo que había sucedido hace algunos minutos. Él no tenía la culpa.

—Estaba... algo preocupado, ¿sabes? No te vi en todo el día y quería asegurarme de que estuvieras bien.

—E-estoy bien, no te preocupes por favor.

—¿No puedes abrir?

Él se tomó algunos minutos de silencio para responder.


—Es algo tarde, Tae. —Es una buena decisión, porque en la posición en la que me encontraba, sería capaz de cogérmelo y terminar lo que ayer habíamos comenzado.

—Claro, lo entiendo. Cuídate mucho, ¿vale? No dejes que ningún extraño ingrese al departamento, llámame si te sientes inseguro y yo estaré aquí

—Está bien, gracias...

Asentí aunque él no me estuviera viendo y bajé las escaleras hasta llegar a mi piso, con una sensación que me oprimía el pecho hasta el punto de ponerme tenso. No estaré tranquilo hasta conocer la verdadera razón de la visita de Suga, aunque ya la hubiera supuesto.

Tarde me di cuenta de que había olvidado decirle a Jungkook que no quería que sintiera pena por mí y que yo podría mantener el departamento solo, ¡joder!










Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora