No pude dormir bien debido a todos los pensamientos que se abarrotaban en mi cabeza, vi cómo el amanecer se tomaba su tiempo para llegar.
Admiré el rostro de Taehyung por algunos segundos, él continuaba durmiendo, alejándose del mundo. ¿Hemos cambiado tanto? Sus cabellos caían sobre su frente y parte de su nariz. Inspeccioné su rostro, su lunar, la forma de sus labios y de sus ojos. Era el mismo, pero... era diferente a la vez.
Con cuidado me levanté de la cama y salí hacia la cocina. Ya tenía planeado el día. Prepararía el desayuno, esperaría que Taehyung se fuera a la empresa, empacaría mis cosas, recogería el dinero que ayer le había pedido a mi madre, compraría un boleto de tren y me iría. Todo en ese orden. También dejaría muchas notas sobre las cosas de Taehyung, con instrucciones de cómo las debe usar, empezando por la lavandería y terminando con el refrigerador.
Le diría a mi madre que me hicieron un traslado y haría la pasantía en otra ciudad, si no tenía oportunidad comenzaría a trabajar. Me apresuré en preparar café, porque tardaría un poco con los hotcakes. Pensé que estaría bien ir a Daejeon, era un bonito lugar. Podría conseguir un lugar para vivir, quién sabe, tal vez hasta una casa, luego podría casarme con alguien y... tener hijos, sí, o adoptarlos, así como Jin hyung.
Solté un suspiro. Todo sonaba muy tonto.
Comencé a preparar los hotcakes y luego corté fruta para que complementara con la miel. A Taehyung parecía gustarle así que la compré. Caí en cuenta de que me había tomado mucho tiempo para preparar cosas tan simples, el sol entraba con vigor por las ventanas, anunciándome que pronto tendría que marcharme de ahí.
—Oh, imposible. —Me giré cuando oí la voz de Taehyung. Él admiraba su plato con detalle y emoción.— ¿Cómo preparas estas cosas? Se ve delicioso.
—Yo solo...
Taehyung empezó a comer con velocidad, como si no hubiera comido nada hace días. Sentí mucha ternura. Tomé el café y lo puse a su
costado, él levantó su pulgar. Yo creí en ese momento que era todo un tonto...
—¿Y la fruta? —Preguntó velozmente.
—La compré.
—Mira, hagamos un trato. —Tomó un gran sorbo de café y luego me miró. ¿Por qué seguía luciendo tan guapo incluso después de despertarse?— Tú pagas la comida y la preparas, obvio, y yo no te cobro la renta, eh, ¿qué opinas?
Aquello me tomó por sorpresa. Es decir, ¿él pensaba cobrarme renta? Luego pensé seriamente en que... no le he visto trabajar, tampoco lo mencionó, ¿entonces cómo mantiene el departamento?
—Yo... —me iría dentro de algunas horas, ¿qué podía decirle?— claro.
—Genial, genial. —Él siguió comiendo con la misma velocidad, devorando todo lo que estuviera sobre el plato y limpiándolo con el tenedor.— Y tú, ¿sabes cocinar galletas o esas cosas?
—Amh sí. —Mi madre me obligó a aprender todas sus recetas para que yo se las dictara de memoria.
—¿En serio? Tengo esa cosa, cómo se llama, eh... —Señaló con su dedo el horno de la cocina.
—¿Horno?
—Ah sí, esa mierda. ¿Sabes utilizarla?
—Sí, lo sé. —Solté una risita. Taehyung es muy divertido y espontaneo, nunca ha sido así, eso me agrada.
—Genial, ¿crees que puedas preparar algo? No sé, lo que sea.
Pero me iría dentro de algunas horas, ¿cómo puedo comprometerme a hacer algo que no iba a cumplir? Me sentí mal. Bajé la cabeza, él se veía entusiasmado con eso y yo...
—Claro... —¿Cómo es posible que tenga que mentirle?
—Eres el mejor, ¡el mejor! —Terminó de beber su café y se levantó del comedor. Yo me levanté junto a él para recoger los platos.
Taehyung estaba a punto de salir de la cocina, pero se volteó a verme.
—Jungseok, hoy no iré a la empresa.
Jungseok, Jungseok, Jungseok... ¡JUNGKOOK!
—¿Por qué? —Hoy teníamos una clase importante y yo tenía que hacer mis maletas, ¿cómo que no iría?
—Tengo algunos compromisos. —Bueno, pero saldría.— También quería pedirte un favor.
—¿Favor?
—Sí y me gustaría que me acompañaras, no es ilegal, bueno... no tanto.
No acepto un no como respuesta.
Me quedé confundido y tampoco supe qué responder. ¿Yo?
¿Acompañarle a dónde? ¿Pensaba llevarme a mí? ¿A mí?
—Está bien. —Podría hacer mis maletas mañana, ¿no?— Pero... ¿qué debo hacer?
—Ser mi copiloto. Salimos en veinte minutos. —Dijo y salió de la cocina, dejándome muy confundido.
Taehyung me prestó la habitación para que pudiera cambiarme, en lo que él sacaba su motocicleta a la calle. Me sentí muy emocionado cuando supe que me llevaría ahí. Entendí que él tendría un compromiso muy importante, no sabía ni qué ni dónde, pero sí que sería genial. Así que elegí un bonito y pegado atuendo para lucirme, después de todo, yo sería su copiloto, ¿no?
Además él se veía muy bien, demasiado guapo y sexy con esa chaqueta de cuero que al parecer era su favorita.
Me apresuré en arreglarme y en dejar una ligera capa de protector labial con un poco de color sobre mis labios, antes de salir de su departamento e ir a su encuentro en la puerta del edificio. Me sentí muy nervioso, más cuando se detuvo a mirarme sin decir nada. ¿Mi atuendo estaba mal o le gustaba? ¿Me vestí muy atrevidamente?
—Toma. —Susurró, mientras me entregaba el casco. Eso destruiría mi peinado...
—Yo... estoy bien.
—¿No quieres usarlo?
—No.
Taehyung subió los hombros restándole importancia al asunto y él se puso el casco. Yo me subí sobre la motocicleta y me abracé a su torso para sostenerme. Entonces partimos a toda velocidad y durante todo el camino me arrepentí de haber rechazado el casco, porque el viaje había hecho estragos con mi peinado y mi dignidad.
Llegamos luego de media hora a lo que parecía ser una carretera abandonada y cerrada. Alrededor había mucha gente bebiendo cervezas
y fumando. Taehyung estacionó la motocicleta y puso el seguro antes de permitirme bajar. Sentí mucho miedo incluso de mirar alrededor, todos se veían como personas peligrosas. Taehyung se quitó el casco, despeinó su cabello para "arreglarlo" y bajó de la motocicleta.
Mucha gente empezó a acercarse a él con felicidad.
—¡Vante! —Le gritó un chico que le abrazó.
¿Vante? ¿Por qué le llamaba así?
—¿Qué tal, bro?
—Cuando te fuiste de estudiosito, creímos que no volverías jamás.
—Por favor, esta es mi vida. —Respondió Taehyung, separándose de él, para saludar a los demás que se habían acercado a hablarle.
Según lo que vi, la mayoría arreglaba motocicletas y autos. Así que cuando terminaron de saludar a Tae, todos regresaron a sus actividades, claro, después de entregarle a Taehyung varias botellas de cerveza.
Sentí las miradas intensas de varias personas a mi alrededor y algunas chicas se acercaron a Taehyung para acariciarle los brazos. Eran unas zorras que no les importaba que sus bragas sobresalieran de su minifalda. Taehyung abrió la cerveza con el mango de su motocicleta y abrazó a una de las chicas.
Yo estaba conteniéndome, tomé aire y me acerqué cuidadosamente hasta él. Aclaré mi garganta ruidosamente hasta obtener su atención.
—¿Puedo hablar contigo?
—Claro. —Respondió mientras bebía de su cerveza.
—A solas.
Las chicas me miraron mal, pero cuando Taehyung hizo un movimiento de cabeza, indicándoles que se marcharan, se alejaron de nosotros.
—¿Qué?
—¿Qué hacemos aquí? ¿Te llamas Vante?
—Tenemos una competencia de motocicletas. Ah, y sí, Vante es mi nombre artístico.
¿Artístico?
—¿Y yo qué hago aquí?
—Serás mi copiloto.
—¿De tu motocicleta?
—Sí. —No entiendo.
—Taehyung... ¿qué haces tú aquí? —No entendía nada— ¿Trabajas aquí?
—No exactamente.
—¿Entonces cómo mantienes el departamento? —No era la pregunta adecuada ni la situación adecuada, pero quería saberlo.
—Mi madre me dejó una herencia.
¿Herencia? Quise preguntarle muchas cosas pero aquella voz me lo impidió.
—¡Ya llegó! —El ruido se incrementó. Oí otra motocicleta desde lo lejos.
Taehyung miraba hacia el camino de donde provenía el sonido.
Una motocicleta pasó velozmente por nuestro lado y se detuvo más adelante. Dos personas bajaron de ella y se quitaron los cascos. Yo estaba a punto de tener un ataque cardiaco cuando lo vi. No podía ser cierto, era mentira, no podía tratarse de ellos, no podía...
Taehyung se acercó hacia ellos, yo no podía ni moverme.
—¿Suga? —Le preguntó Tae.
—Sí. ¿Vante?
—Sí. —Yoongi y Taehyung se dieron la mano y yo sentí mis piernas temblar.
¿Yoongi no reconoció a Taehyung?
Desvié la mirada, encontré a Jimin a pasos de ellos con una expresión pasmada, sin moverse y admirando a Taehyung. Sentí miedo, una corriente eléctrica recorrió mi espina dorsal y me sentí mareado.
Un amigo de Taehyung se acercó a ellos y les llamó. Jimin no pudo moverse de su lugar, mientras veía todo el panorama, sentí ganas de llorar. Él se volteó y nuestros ojos se encontraron. Una expresión de molestia apareció en su rostro y de inmediato caminó hacia mí.
—¿Qué haces tú aquí? —Me preguntó con rabia contenida.
Quise huir de nuevo, alejarme de él, pero ya estaba harto de eso. Había venido hasta aquí para afrontarlo, ya no quería ser ese chico débil que tenía que refugiarse detrás de alguien, no más. Levanté la cabeza.
—Eso no te interesa.
Jimin me miró en silencio, como tratando de descifrar mi mirada.
—Ese chico es Taehyung, ¿cierto?
—¡No!
Jimin también estaba buscando a Taehyung, pero no iba a permitir que se acercara a él, no después de que descubrí el tipo de persona que es. Jimin lastimaría a Taehyung, Jimin querrá involucrarse con él. No iba a permitirlo. Eso jamás.
—Deja de mentir, sé que viniste por él hasta aquí.
—No es Taehyung, él es Vante y es mi novio, ¿oíste? —Lo dije con mucha rabia.
Jimin dudó por algunos segundos.
—No te creo.
—Pues ve creyéndolo, él no es Taehyung... ¡vete!
—Déjame averiguarlo, mentiroso.
—¿Crees que le habría saludado a Yoongi como sin nada? No olvides que Taehyung odia a Yoongi con toda su alma. —Jimin no tendría por qué enterarse que Taehyung perdió la memoria. Taehyung ya no le recuerda...
—Él es Taehyung.
—Inicié una nueva vida aquí junto a Vante, déjenme en paz.
Jimin me empujó por los hombros, mas no perdí el equilibrio.
—¡La carrera dará inicio! —Se anunció desde un megáfono.
Taehyung y Yoongi regresaron a sus respectivas motocicletas. Yoongi levantó la vista antes de subirse a la motocicleta y me miró directamente. Ambos nos quedamos sin movimiento. Ver de nuevo su rostro, sus ojos,
verlo a él después de tanto tiempo revivió el dolor de mis heridas. Quise explotar en llanto, quise correr, pero yo seguía viendo sus ojos inexpresivos.
Él desvió la mirada y terminó de subirse. Jimin lo hizo junto a él.
Taehyung me llamó. —Jun-
—Voy. —Dije de inmediato. Me acerqué y susurré.— Jungkook.
—Ah sí. Escúchame bien, debes sujetarte muy fuerte a mí, ¿entendido?
Ni siquiera sabía lo que iba a ocurrir, ¿esta era una carrera de motocicletas y yo iré con él? ¿Por qué Yoongi junto a Jimin también partirían? La gente nos rodeó, toda la atención estaba sobre nosotros.
—¿Vas a correr?
—Vamos a hacerlo. Escúchame, nunca he perdido una carrera y no pienso hacerlo. Si tú caes perderé automáticamente y probablemente deberán llevarte a emergencias, así que debes sostenerme bien, junta los dedos, si los sientes resbalosos aférrate a mi camiseta o a mi estómago, ¿vale?
—Vale. —No entendí nada, yo estaba procesando la parte en la que deberán llevarme a emergencias.
—Por nada del mundo bajes los pies, menos hacia las llantas, si lo haces supongo que ya sabes lo que puede pasar.
Dios mío.
Se quitó la chaqueta y una chica se la sostuvo. Luego me entregó otro casco, que me puse sin dudarlo. Subió a la moto, quitó el seguro y se puso su casco. Yo supe que debía subirme cuando todos me miraron
atentamente y él esperaba por mí. Me subí luchando contra mis manos temblorosas.
¿Íbamos a competir contra Yoongi y Jimin? ¿Qué hacían ellos aquí? ¿Cuándo llegaron? ¿Por qué Jimin sigue buscando a Taehyung? ¿Por qué Yoongi me mira de esa manera mientras abrazo a Taehyung? ¿Por qué siento que mi vida corre peligro?
—Señores, hagan sus apuestas. Por Vante que no lleva ningún reto perdido o por Suga el más veloz de Daegu. —El sonido del megáfono me estresaba. Me abracé con más fuerza a Taehyung.— Y que comience la carrera.
Una chica apareció al centro, quitaron el retén del camino abandonado y ella levantó dos banderas. Cuando ella las bajó, Taehyung y Yoongi salieron disparados por el camino.
Sentí que el corazón se me iba a salir del pecho cuando salimos de esa manera. Solté un chillido de miedo. Las motocicletas iban a la misma altura, pero Tae se adelantó en una curva. Miré el camino de reojo, estaba lleno de grietas y huecos. Cerré los ojos, pensé que si iba a morir hoy, sería mejor si no veía nada.
Oí un grito frustrado de Taehyung. Supuse que Yoongi nos había pasado. Sentí cómo incrementaba la velocidad y cómo la pista rugosa hacía brincar a la moto.
—Agárrate. —Me dijo Taehyung en un grito, yo obedecí aferrándome a él con toda la fuerza que tenía y clavando mis uñas en la delgada tela de su camiseta.
Sentí aquel fuerte brinco que me obligó a abrir los ojos. Taehyung llevaba la delantera, pero yo sentía que en cualquier momento iba a caerme.
Miré hacia un costado. Vi a yoongi desde atrás quien venía a toda velocidad.
Las curvas eran intensas, tuve muchas ganas de estirar mis pies porque juraba por dios que iba a caerme, pero recordé las instrucciones de Taehyung y no quería ir a emergencias, así que solo me aferré muy fuerte y dejé toda mi vida puesta en sus manos.
Ni siquiera sabía dónde estábamos, pero logré divisar desde lo lejos a una enorme multitud de gente, probablemente era la misma. Quizás fuimos en círculo y yo no me di cuenta. Taehyung aceleró para alejarse totalmente de Yoongi. Pasamos de vuelta el inicio, pero del lado contrario y la misma chica agitó las banderas.
Taehyung se detuvo y todos empezaron a gritar y festejar. Unos brazos me jalaron con poca amabilidad hasta que abandonara la motocicleta. Me quité el casco y observé cómo todos iban a abrazar a Taehyung por su reciente victoria.
Yoongi y Jimin llegaron después, cuando Taehyung ya había abierto otra cerveza solo para él. Ellos no se acercaron a nosotros, se pusieron a conversar con quien supuse había organizado la carrera. El mismo que le entregó un fajo de billetes a Taehyung, minutos después.
Yoongi se acercó de pronto a Taehyung y le extendió la mano, Taehyung no la tomó.
—Buena carrera, pero eres demasiado lento. —Le dijo Tae con una sonrisa en los labios.
—Bueno, solo quería que mi novio no sufriera un accidente. —Respondió Yoongi, mirándome por algunos segundos.
—Creo que tu moto tiene un gran problema.
—¿Cuál?
—El conductor. —Taehyung dio otro gran sorbo.
No se veía ebrio, pero comenzaba a hablar... incoherencias. Yoongi bufó y dio media vuelta para regresar con Jimin.
—Hey chiquito. —Me llamó Tae, mientras él se apoyaba sobre su motocicleta— Sé bueno y tráeme otra cerveza.
Yo solté un suspiro de resignación y caminé hasta la mesa de bebidas que habían instalado, tardé un poco tratando de que aquel hombre viejo que repartía cervezas abriera la mía. Me di la vuelta y encontré Yoongi muy cerca, sirviendo un vaso, volvimos a intercambiar miradas, pero esta vez fui yo quién movió la cabeza y abandoné el lugar.
Cuando regresé vi la escena que quería evitar, Taehyung y Jimn platicaban muy cerca. Tae acarició su mentón mientras le regalaba una sonrisa. Yo estaba a punto, a casi nada de estallar de rabia. ¡Qué está mal con Taehyung, maldita sea!
Rápidamente me acerqué hacia ellos.
—Disculpa, déjanos solos. —Le dije a Jimin. Él me miró con una expresión molesta, pero se fue a su lugar, seguramente porque vio a Yoongi acercarse.
Taehyung terminó su cerveza, sin darle importancia a lo que acababa de suceder.
—Gracias. —Dijo antes de arrebatarme la cerveza que había traído.
—Dime de qué hablaron. —Estaba tan frustrado y lleno de sentimientos que no pude controlarme.
—¿Perdón?
—¿De qué hablaron él y tú, Vante?
Taehyung soltó una estridente risa y subió los hombros, negándose a responder a mi pregunta.
Yo tenía mucha paciencia, pero ya estaba llegando a mi límite. ¿Taehyung se atrevió a coquetear con Jimin? Jimin se atrevió a hablarle...
—Quiero irme de aquí.
—Yo no. —Él dejó de un lado su cerveza.
Todos volvieron a retomar a sus labores. Era extraño porque todo parecía una fiesta, pero a la vez no.
—Vante...
Taehyung desvió la mirada hacia donde estaba Jimin y yo sentí mucha ira. Tomé su rostro entre mis palmas, le obligué a mirarme y besé sus labios con necesidad. Él no me apartó, por lo contrario, siguió el beso con el mismo ritmo incluso de manera salvaje. Sus labios sabían dulces, aunque el sabor amargo de la cerveza se internara por mis sentidos lentamente.
Sentí sus manos sobre mi cintura, sentí cómo sus dedos se movían hábilmente por la zona y se deslizaban lentamente hacia mi trasero. Fue inesperado, pero sus palmas tomaron posesión del lugar y apretaron con fuerza, con mucho deseo. Me pegué más a su cuerpo sin separarme ni
por un solo segundo de su boca. Mi corazón latía sin parar y el aire se internaba apresuradamente por mis fosas nasales.
Todos nos estaban viendo, pero a él no le importaba, a mí tampoco me importó por esos minutos. Estaba excitado, mucho, por tener a sus manos tomando con gran fuerza mi trasero y por sentir a su boca violando la mía.
Nos separamos un minuto después, jadeando ruidosamente y tratando de recuperar el aliento. Nos miramos por algunos instantes, antes de que él esbozara una sonrisa y se incorporara para pedirle su chaqueta a la chica que me miraba con una expresión molesta.
Escuché el sonido de otra moto, giré la cabeza para observar de quién se trataba. Yoongi y Jimin se marcharon a toda velocidad del lugar. Mis mejillas se ruborizaron en ese instante.
Él me había besado de esa manera... él...
—¿Le dijiste a ese chico que yo era tu novio? —Me preguntó Tae de pronto.
—¿Qué?
—Le dijiste a... ¿Jimin? Que éramos novios, ¿verdad?
—Sí.
Así que Jimin fue directamente a preguntarle eso. También le dio su nombre, me preguntaba qué tanto conversaron en mi ausencia, por lo que veo, Jimin no es nada lento.
—¿Por qué? Tú y no somos nada. —Aquello me llegó directamente. No éramos nada... ¿no éramos nada?
—¿No somos nada?
—Claro que no.
Vale, no iba a perder el control, podía seguir con paciencia si tomaba algo de aire.
—¿Cómo que no? Me besaste hace minutos.
—Ajá, pero y qué.
Tomé aire, mis dedos empezaron a temblar. ¿Cómo que y qué? ¿Cómo?
¿Qué sucede con él?
—Me besaste porque... —al menos— te gusto.
—Amh no, no me gustas en lo absoluto.
Sentí un fuerte nudo en la garganta ahogándome, había aguantado demasiado.
—¿No? —Mi voz sonaba débil.
—No lo tomes mal, no eres mi tipo, por otro lado Jimin sí lo es, ¿le conoces o algo?
—¿No oíste que tiene novio? —Le pregunté con ira contenida.
—Sí, ¿eso es una discapacidad o algo así?
Ya no pude contenerme, era demasiado para mí. Taehyung tomó mi corazón y lo hizo pedazos.
—Me iré. —Susurré a duras penas, caminé de vuelta, sintiendo cómo las lágrimas resbalaban por mis mejillas.
—No pasan autos por aquí, tendré que llevarte. —Gritó Taehyung. Yo me detuve en seco. Todos estaban mirando la escena muy entretenidos, sobre todo las chicas, quienes se reían en mi cara.
Quería desaparecer, ser polvo y desaparecer.
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfic❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...