—¿Quién?
—¡El amor de tu vida! —grité aguantando la risa.
—¿Dean eres tú?
—Jeon Jungkook...
Jungkook soltó varias risitas y abrió la puerta del departamento. Yo no hice el intento de ingresar, me encontraba muy ofendido con eso de la mención de "Dean" como para tener ganas de hacerlo. Sin embargo, él negó con la cabeza y jaló de mi brazo para que ingresara. Finalmente esbocé una sonrisa y reí junto a él.
—No te enfades por eso, uh.
—Supongo que Dean no te traerá algún presente romántico como yo.
Moví mi brazo hacia adelante y le mostré la rosa blanca que había comprado para él en el camino. Su sonrisa se transformó en una expresión de sorpresa que me hizo sentir orgulloso, evidentemente, yo era la persona más romántica del mundo.
—Amor...
—Tómala, la traje para ti.
Él tomó la rosa con ambas manos y la inspeccionó sigilosamente antes de asomarla a su nariz con la intención de disfrutar de su agradable aroma, el mismo que yo fui inhalando mientras subía las escaleras del departamento. Tenía tres razones para comprarle una rosa blanca; la primera la razón es que detesto las rosas rojas porque tienen un olor intenso y casi asqueroso, lo que las rosas blancas disimulan y lo hacen agradable, la segunda razón es que el idiota de Yugyeom le regaló rosas rojas porque sin tin rijis cimi sis libiis.
—Es realmente hermosa, amor.
—La compré porque sentí que ella y tú tenían algo en común. Sus pétalos con tan pálidos y suaves como tu piel, también comparten un delicioso aroma que me vuelve loco. —Esa es la tercera razón.
—Oh Tae... mi Tae.
Jungkook se mostró bastante conmovido por mi reciente razón y me abrazó torpemente mientras su boca buscaba la mía para besarnos después de tantas horas estando separados. Mis brazos apresaron su cintura para atraerlo un poco más cerca, apreciando el sutil roce de nuestros cuerpos cubiertos de una calidez agradable. Entonces los
minutos continuaron pasando entretanto nosotros nos perdíamos en nuestro mundo.
—Bebé...
—Es que no sé cómo expresar con palabras todo lo que siente mi corazón en este momento.
—Lo expresaste con es beso, ya lo sé todo.
—Uh, amorcito lindo.
—Bebito precioso.
Aún en la gran cercanía de nuestros rostros, pudimos contemplar con claridad la sinceridad en nuestros ojos y sonreímos porque la paz nos inundó. Una paz de "ya no hay dolor ni preocupación, solo nosotros".
—¿Te gustaría salir a cenar?
—Sí —susurró sobre mi boca— estaba a punto de preparar algo, pero llegaste antes.
—Es que estaba ansioso de verte —y aceleré de manera peligrosa.
—Yo también, oh, ¿me contarás cómo te fue?
—Te lo contaré a detalle en la cena.
—De acuerdo.
Nos separamos de manera natural, aunque mis manos insistieran en seguir sujetando su cintura, porque Jungkook necesitaba tomar su abrigo para salir. Entretanto yo abrí la puerta para cederle el paso, pero me tuve a esperar un poco pues él corrió a dejar la rosa en un vaso porque ciertamente no teníamos ningún florero en casa y se me cruzó la idea
tonta de comprarle un enorme florero en donde pondría guardar cada día una rosa, la que por supuesto yo se la daría después de regresar a casa. Ah, qué cursi, dios mío.
Él apareció segundos después con una bonita sonrisa en el rostro y salió del departamento al ver que yo estaba dispuesto a cerrar la puerta. Después nuestras manos se entrelazaron y bajamos las escaleras con calma. Nos tomamos todo el tiempo del mundo en bajar y llegar hasta el vestíbulo. El silencio que se formó entre nosotros solo hablaba de lo bien que nos veíamos juntos saliendo oficialmente. Sé que hay un brillo diferente en mí, lo sé porque lo siento y él también.
El frío se cruzó con nosotros cuando seguimos de largo por la calle, por lo que hicimos todo lo posible por mantenernos juntos mientras la gente pasaba por los costados empujándonos y mirando nuestras manos unidas de reojo.
—¿Buscamos un nuevo restaurante o vamos al cercano?
—El cercano está bien, sé que el chef es exageradamente perfeccionista e higiénico con todo, así que disfrutaremos de la comida.
—Bebé, eso no tiene nada qué ver con que la comida esté deliciosa.
—Para mí sí.
—Para mí no.
Él golpeó mi hombro con su mano libre y yo me hice al ofendido para sacarle una sonrisita. Continuamos con el transcurso hacia el restaurante y no tardamos mucho en llegar porque se hallaba a menos de diez minutos del departamento, y por supuesto era mejor que el restaurante de comida rápida que estaba a un minuto, cofcofelcualmeefermócofcof.
Abrí la puerta amablemente para mi novio, yo ingresé después para cerrar la puerta. Pensé que buscaría una mesa para ambos, sin embargo se quedó estático sobre sus pies. No entendí lo que estaba sucediendo hasta que mi vista se encontró con su hyung cargando a Seokjoon, junto a un chico bastante alto, ¿seguramente su esposo?
Ellos estaban listos para abandonar el restaurante, era evidente.
Seokjoon me saludó agitando su manita.
—Oh, Seokjin hyung, Namjoon hyung —susurró Jungkook en un saludo extraño.
¿Seokjin? ¿Namjoon? ¿Seok? ¿Joon? ¿Seokjoon? HAHAHAHAHAHA por dios, ¡qué cursis!
—Hola Kookie —respondió Jin algo nervioso—, ¿tú y Vante?
—Hola —les saludé de improviso.
Su esposo me miraba raro, de hecho no dejó de mirarme con esa expresión sorprendida y un poco angustiada. ¿Qué sucede con él?
—Sí, emh...
—Amor —intervino Jin, dirigiéndose a su esposo—, quiero presentarte a Vante, él es el novio de Jungkook.
—¿Su novio? —él dejó de mirarme para dirigir su atención en Jin quien se veía mucho más nervioso que antes. ¿Hay algún problema entre ellos que Jungkook no me haya contado?
—Sí, es un gusto —dije extendiéndole la mano, la cual él tomó con duda para finalmente saludarme.
—Jungkook nos habló de un chico, te conocimos finalmente. Mi nombre es Kim Namjoon. —Joder, ¿por qué el tipo habla tan lento, como lanzando una indirecta lenta? ¿Eh?
—Ah, mi nombre es K-
—¡Vante! —interrumpió Jungkook—. Estábamos a punto de cenar, supongo que ustedes van a descansar, ¿cierto Jin hyung?
—Oh sí cariño, ya nos íbamos, Seokjoon ya está en la hora de su siesta. —Jin y Jungkook están actuando raro, ¿acaso Jungkook ya le contó que cogimos riquísimo?
—Bueno...
—Ha sido un gusto verlos.
—Igualmente, por favor descansen bien.
Jungkook tomó mi mano y jaló de ella hasta la mesa del fondo, cerca del ventanal. Quise restarle importancia al asunto tomando asiento junto a mi novio, sin embargo me sorprendí al ver al tal Namjoon aproximándose hacia nosotros.
—Disculpa, Vante... —me llamó.
—¿Hyung sucede algo? —preguntó Jungkook, sujetando mi brazo. Él ignoró la pregunta y continuó mirándome.
—¿Dónde naciste? —¿Qué pregunta es esa?
—Seúl.
Vale, Jungkook nunca me habló del esposo de Jin, nunca dijo que era una persona realmente extraña. Seguramente es alguien sobreprotector, sé que considera a Jungkook como un hermano e incluso como un hijo,
así que era normal que quisiera saber acerca del hombre con quién Jungkook está saliendo. Vale, podía asumir eso.
—¿Dónde se conocieron?
—Hyung, nos conocimos en las pasantías, ya te lo conté. —Jungkook lucía incómodo.
—Así es, por favor no dudes en que cuidaré de Jungkook como a mi vida, voy en serio con él. —Con eso quedaría muy bien ante Namjoon, obvio.
—Claro... —Jin le llamó desde la puerta y él soltó un suspiro pesado mientras nos miraba de reojo—. Ha sido un placer.
—Igualmente. —Me levanté para ofrecerle una reverencia.
Él salió del restaurante segundos después y yo pude tomar asiento. Jungkook permaneció en su sitio mirando cómo ellos se marchaban, junto a un Seokjoon bastante alegre, a través del ventanal.
—¿Bebé?
—¿Sí?
—¿No crees que deberíamos pedir algo? El mesero nos está mirando mal.
—Claro...
¡Tierra llamando a Jungkook, tierra llamando a Jungkook! ¿Por qué el ver a Namjoon dejó un ambiente tan incómodo? Joder, tendría que asumir esas cosas y situaciones por él desde ahora en adelante. Gajes de... tener novio, jé.
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfic❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...