Capítulo 41

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Ya casi marcaban las ocho y no hay noticias de Taehyung. No quiero pensar cosas malas, quiero fortalecer la confianza que hemos estado forjando, al menos yo, no sé exactamente qué compromiso tiene, sin embargo espero que no sea nada peligroso para él.

Es inevitable no preocuparme y sentirme incómodo con la situación, porque dentro de mí está la ilusión de poder iniciar algo serio con él. A veces puedo ver la sinceridad en sus ojos y sentirla en sus labios, no se trata de mi imaginación, lo siento en serio, es por eso que estoy jugando todas mis cartas, sin esperar perder. Quiero ganar esta vez, por primera vez.


Mi móvil sonó sobre el sofá, de inmediato me lancé para contestar, podía tratarse de Taehyung.

—¿Hola?

—¿Kookie?

—Sí, hyung. —Era Jin. Hace muchos días que no conversamos como solíamos hacerlo antes, quiero dejar esta tonta pelea de a ratos que me desconcierta y me pone triste.

—¿Estás bien?

—Sí, hyung. ¿Ustedes están bien?

—Lo estamos, cariño. —Pude escuchar el sonido de los autos a través de la línea. También la dulce risa de Seokjoon que me puso de buen humor.— Justo ahora salimos a pasear porque terminamos toda la mudanza al nuevo departamento...

—Oh hyung, es bueno oír eso. No tuve mucho tiempo para visitarlos, me gustaría venir mañana.

—Sobre eso... —El tono de voz que usó me asustó, ¿por qué sonaba tan disgustado?— Reamente no sé cómo vayas a tomar esto, pero debo decírtelo. Ayer... vi a Yoongi caminando cerca de nuestro edificio, creí que sería una coincidencia, pero hoy vi a Jimin subiendo las escaleras hasta el tercer piso. Creo que ellos viven ahí.

Oh no, no puede ser. ¿Por qué tenían que vivir junto a mi hyung? Serían capaces de hacer algo. Conociendo a Jimin, manipularía a Namjoon con esa "amistad" que decían tener, y por supuesto, Jin no podría contarle nada a Nam para que no supiera nuestro "secreto". Joder.


—Hyung, eso es terrible.

—Mira, ya no le temo a Jimin, ¿vale? Si se atreve a molestar a mi familia, soy capaz de cortarle los dedos. —Soltó un suspiro.— Te informo esto porque... sé que quieres a Taehyung. ¿Acaso Jimin sabe que Taehyung perdió la memoria?

Me puse muy tenso, ¿por qué de pronto me está hablando de este tema?

—Hyung, no... por supuesto que no lo sabe, para él Taehyung se llama Vante y es mi novio. De hecho, jamás debería saberlo, tú sabes que...

—Kookie, quiero que seas sincero conmigo, ¿cómo va la situación entre Taehyung y tú?

—Va bien, es decir, creo que hemos dado varios pasos...

Oí de nuevo la risa de Seokjoon y desde lo lejos alcancé a oír la voz de Namjoon saludando a su bebé. Jin aclaró su garganta y continuó hablando.

—Tengo que colgar cariño, pero debo decírtelo porque no quiero que te vean la cara de tonto... vi a Taehyung y a Jimin subiendo juntos hasta su piso.

Me perdí en la inmensidad de sus palabras, ¿juntos? ¿Juntos?

—...

—Tómalo con calma, ¿está bien? Te llamaré más tarde.

Jin cortó velozmente y yo me quedé en la nada, sosteniendo mi móvil con una fuerza desgarradora. Me levanté con calma, tomé mi tiempo para admirar cómo la noche cubría majestuosamente la simplicidad del cielo y me dirigí hasta la puerta, solo cuando giré la manija que me di


cuenta de cuánto temblaba. Estaba tan afectado que ni siquiera lo había notado. Hay... una parte mía que huele a olvido y otra a recuerdo, puedo decir ahora que estoy empapado de recuerdo, porque todas las emociones que sentí en el pasado están quemando mi piel o mi alma o mi mundo justo ahora.

Bajé las escaleras con dificultad, sosteniéndome al barandal como si se tratara de mi vida misma. Inevitablemente todos los pensamientos tomaron su lugar en mi mente. Esto es lo siempre ha querido Jimin, siempre ha querido tenerlo solo para él, siempre... ¿están juntos ahora porque ya lo tiene? ¿Ya lo sabe? ¿Ya sabes que se trata de Taehyung?

Cubrí mi boca cuando las nauseas fueron incontrolables, salí corriendo hacia la calle, por un momento perdí el sentido de ubicación, no sabía si los autos iban a la izquierda o derecha. Levanté la mano en el momento en que apareció un taxi del lado izquierdo, me subí y con voz temblorosa repetí la dirección que Jin me había enviado hace días. Cerré los ojos, me sentí muy mareado cuando todos los recuerdos giraron ante mis ojos. Taehyung y Jimin juntos...

Jimin pateándome junto a Hoseok, un día antes de que la fractura de Yoongi. Aún puedo escuchar la voz desgarradora de Jin pidiendo ayuda y tratando de alejarlos de mí. Ese dolor, ese mismo dolor acariciando mi piel ahora como si contuvieran fuego. Yo rindiéndome, yo suplicando que el dolor se detenga, yo... suplicando.

Taehyung y Jimin en el jardín de la universidad, abrazándome y olvidándose de todo alrededor, siendo uno, nada más. La manera en la que hervía mi sangre cuando mi corazón se oprimía sin explicación alguna, el creciente odio en mi pecho hacia Jimin cada vez que sentía que iba a quitarme algo que por siempre sentí mío.


Jimin rompiendo el trabajo que había tardado en hacer durante una semana entera sin dormir bien. Todas las hojas desgarradas y rotas tiradas alrededor, diez minutos antes de la entrega. Así como se rompió el trabajo, se rompió mi sueño y mi corazón. Risas, resuenan las risas de nuevo, quiero sacarlas, pero flotan más allá de mis oídos, se internan en mí, me consumen.

Jimin riéndose de mí desde arriba, con esa mirada llena de felicidad que solo la malicia podía otorgarle. Jimin tan seguro de sus palabras cuando proclamaba que sería feliz con Taehyung algún día, algún día, algún...

—Joven, aquí es. —Abrí los ojos con sorpresa.

Me había perdido tanto en mis pensamientos que ni siquiera calculé cuánto tiempo pasó desde la partida. Me sentí vacío y sin ganas, ¿qué estaba haciendo aquí? ¿Quería cerciorarme de que se trataba de una equivocación de mi hyung y que Taehyung no estaba junto a Jimin?

—D-disculpe... ¿podría esperar un poco? Regresaré dentro de algunos minutos y me gustaría retornar al mismo lugar.

—Está bien, pero la tarifa será igual.

—No hay problema.

Salí del taxi y me conduje dentro del edificio. Ya que mis piernas temblaban tanto, opté por tomar el ascensor.

Tercer piso, tercer piso, tercer piso.

¿Cómo afrontaría todo? Taehyung y yo tendríamos una discusión, eso era sabido. Pensaba sacarle de ahí y conducirlo a casa... ¿golpearía a Jimin? Tuve muchas ganas de eso, sí, quería devolverle aunque sea un golpe de los tantos que me dio, justo en la nariz.


Las puertas se abrieron, tomé un poco de aire antes de avanzar por el pasillo hasta la puerta. No sabía qué iba a hacer realmente, muy dentro entendí que no tendría la suficiente valentía como para golpear a nadie, solo había venido esperando un milagro.

Toqué el timbre un par de veces y en serio supliqué por ver a Yoongi dentro, supliqué varias veces, incluso cuando la puerta se fue abriendo lentamente, supliqué. Lastimosamente nadie me escuchó. Jimin me miró con una expresión fingidamente interrogante, sujetando su bata de baño para que ésta no se abriera, llevaba los cabellos húmedos y un semblante alegre.

—Oh, ¿Jungkook, qué haces aquí?

Mis manos se formaron en puños, traté de controlarme, tenía muchas ganas de borrarle esa pequeña sonrisita que deseaba agrandarse en su cara.

De pronto oí pasos, levanté un poco la cabeza para admirar dentro del departamento. Taehyung apareció detrás con una expresión tranquila que se transformó en preocupación al verme, no llevaba nada puesto encima.

—...

No había nada qué explicar, porque todo ya había quedado bastante claro. Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante, el poco valor que había reunido colapsó al verlos. Me di la vuelta, huí tan rápido como mis piernas temblorosas me lo permitieron.

—¡Jungkook, espera, no es lo que crees! —Oí a Taehyung desde lo lejos y realmente no quería mentiras ni excusas, lo asumí, está bien.


Brinqué seis escalones antes de llegar al vestíbulo. Corrí como si huyera de mi pasado, bruscamente abrí la puerta del taxi y me dejé caer sobre el asiento sin poder respirar.

—¡Retorne, retorne ahora! —Mi voz sonaba poco clara debido al nudo consistente en mi garganta. El pobre conductor se veía algo asustado por la situación, sin embargo con una velocidad increíble avanzó y se giró para retornar al departamento.

Clavé mis uñas en mi pantalón con fuerza, no me importó llorar delante de un desconocido. Estaba roto por dentro, qué más daba.

—Joven, ¿se encuentra bien?

Asentí antes de cubrirme la cara con las manos, explotando en llanto. Yo era el único imbécil haciéndose ilusiones, pensando que alguna vez recuperaría todo lo que había perdido, cuando en realidad nunca había tenido nada. Taehyung nunca me perteneció y ahora me ha olvidado, no soy nada para él, nunca lo fui y nunca lo seré.

Esto era todo, este era fin. Me rendí. Ya no iba a luchar por él, ya no quería nada de él, no quería tenerlo en mi vida nunca más. Haría todo para sacarlo de mi mente y de mi corazón, iniciaría de nuevo en otro lugar. Borraría cualquier rastro suyo, quemaría todo... todos los recuerdos.

Fui un estúpido al pensar que todo era un malentendido, que tal vez mi hyung confundió a Taehyung con alguien más, incluso una broma hubiera sido mejor que la cruel realidad. Así que el "compromiso" importante era acostarse con Jimin, pues vaya que no podía faltar, y yo como estúpido... ¡esperándole! Es que ya lo sabía, sabía que iba a


terminar así, pero seguí intentando con una fe sumamente ciega. Era un idiota, la persona más ilusa e idiota del mundo.

Sequé con torpeza las lágrimas impregnadas sobre mis mejillas, logré reconocer las calles cerca del departamento. Seguía tan afligido como hace quince minutos, incluso más. El taxi se detuvo y el chofer se giró para verme, yo tenía mis propios asuntos, pero él también los suyos así que no pude simplemente salir corriendo.

—Espere aquí por favor. —Logré decirle antes de salir por la puerta sin cerrarla.

Salí corriendo dentro del edificio con la adrenalina corriendo por mis venas, que no me permitía pensar las cosas con claridad. Sin embargo, era la mejor decisión que podría tomar, era tiempo de rendirse y dejarlo todo en el olvido.

No tuve tiempo para tomar el ascensor, subí los escalones de dos en dos para ganar ventaja. No me importaba si Taehyung tenía una excusa o una disculpa, no iba a escuchar nada que provenga de él. Busqué las llaves dentro de mi bolsillo y luché para que ésta abriera la puerta sin sufrir daños debido a mi frustración. En cuando la puerta se abrió, la empujé para ingresar y corrí hacia la habitación. Saqué por debajo de la cama mi maleta y la abrí sobre las sábanas. Lo primero que dejé a la vista fue mi mochila, aquella que se encontraba escondida en el cajón de ropa interior, luego con brusquedad metí todo el contenido del mismo en la maleta sin preocupación.

No me importó abrir el closet y sacar la ropa que metí dentro sin doblar. Guardé lo que me parecía más importante, porque no había espacio para más ropa. Con desesperación cerré la maleta siendo consciente de que


entrarían más cosas si tan solo las hubiera doblado. Cargué mi mochila y arrastré la maleta fuera del departamento, me detuve para tomar el ascensor sufriendo de extraños temblores acompañados de escalofríos que recorrieron mi cuerpo.

Me tomó cinco minutos volver a llegar a la puerta principal, sin embargo agradecí que no hubieran sido más. El amable chofer del taxi salió del volante para ayudarme a guardar mi maleta en la cajuela, mientras yo tomaba asiento y cargaba con desdén aquella estúpida mochila.

—Joven... —El chofer tomó el volante y se giró a mirarme.

—Lléveme a un hotel lejos de aquí, por favor. No se preocupe, le pagaré todo lo que le debo, señor.

Él asintió y condujo lejos del departamento. No miré atrás ni siquiera por curiosidad, no quería volver por miedo o anhelo, sería por mi bien alejarme de ese lugar.

Taehyung será un capítulo de mi vida que borraré y olvidaré.











Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora