—Algún día serás mi novio.
Jungkook soltó un par de risitas y me lanzó su mochila para que la cargara de camino a la universidad. Se puede decir que las cosas han estado muy, muy bien entre nosotros, está de más decir que se quedó conmigo todo el fin de semana y acordamos en ir juntos como siempre lo hacíamos en el colegio. Evidentemente nuestros horarios son diferentes y no podemos vernos mucho, pero me hace feliz tenerlo para mí algunos minutos más.
—Calla y camina.
—Y juntaremos nuestras manos así. —Tomé su mano entre la mía, mientras reía junto a él. Jungkook me empujó con su brazo libre y se liberó del agarre para salir corriendo.
—¡Corre, lento!
Negué con un movimiento de cabeza y emprendí carrera siguiendo sus pasos. Me alegra saber que cada vez que le digo cosas como “te voy a conquistar” o “serás mi novio” él no se molesta ni lo toma mal, por lo contrario, lo toma de muy buen humor y siempre terminamos riendo. Eso me hace suponer que tengo una oportunidad y cómo no, él terminó con Yoongi y yo no permitiría que ese idiota volviera a hacerle daño. Si alguien merecía conquistar a Jungkook, ese debería ser yo.
Por lo tanto he iniciado un plan. El sábado por la madrugada le mandé varios mensajes a Namjoon para que me ayudara a darle una sorpresa a Jungkook, ésta consistía en grabarle una canción. He pensado esto hace muchos meses atrás y por lo mismo he aprendido de memoria las notas de una canción con ayuda de la vieja guitarra de mi padre, mamá me contó que él era músico antes de… bueno, antes de que nos dejara, así que “llevaba” la música en mis venas.
Namjoon podría ayudarme a grabar la canción y a darle un poco de ayuda a mi voz con esas cosas que regulan la afinación. ¡Con ello quedaría perfecta!
Cuando estuvimos cerca de la universidad, Jungkook alegó que tenía otras cosas qué hacer antes de que iniciaran las clases, así que nos despedidos antes de lo previsto, recordando que hoy nos veríamos en el descanso, cerca de los árboles del jardín. La mañana pasó demasiado
rápido, más cuando Namjoon empezó a contarme sobre el mini estudio de grabación que armó en su habitación y que estrenaría junto a mí.
La hora del receso llegó muy pronto, Nam y yo nos dirigimos hacia el jardín y nos recostamos sobre el césped sin ningún problema. Jimin tenía una clase adicional, así que no pudimos tener su compañía a esa hora, lo cual me desanimaba un poco, es que cuando estabamos lo tres, todo se vuelvía más gracioso, incluso las cosas sin sentido.
—Entonces si cambiamos el ritmo a uno más lento, tu voz resaltará más, Tae.
—De hecho la canción es romántica, así que…
—A Jimin le encantará. —Susurró Namjoon, tras darme un ligero codazo. ¿De qué estaba hablando?
—Nam, no sé a…
Nam sujetó mi muñeca con fuerza y se quedó mirando adelante con una expresión sorprendida, de inmediato me di la vuelta para observar lo que estaba sucediendo, sin embargo solo hallé a Jungkook y a su amigo, acercándose a nosotros, tal y como habíamos quedado. Aunque no esperara que su amigo, Seokjin, nos acompañara también.
—Es Jungkook, yo no quiero problemas, vámonos Tae. —Nam intentó levantarse de su lugar, pero yo no se lo permití. ¿Por qué tendríamos problemas?
—¿De qué hablas?
—Es novio de Yoongi, el chico que te empujó, ¿no lo sabes?
—En realidad, ya no son novios, Nam.
—Ajá, pero entonces Jungkook te dará una patada, levántate y vámonos.
—Basta, te dije que es mi amigo.
—Tae…
Nam no pudo levantarse y Jungkook llegó. La incomodidad se formó en ese momento, porque él no sabía que yo traería a un amigo y yo no sabía que él haría lo mismo.
—Amh, Jungkook, él es mi amigo Namjoon. —Susurré, presentando a un Nam, que estaba retorciéndose los dedos.
Él avergonzadamente saludó a Seokjin y a Jungkook, luego se posicionó detrás de mí, como ocultándose.
—Él es Seokjin y no quiso dejarme solo ni un momento. —Agregó Jungkook con una sonrisa y su amigo le dio un codazo.
—Un gusto. —Dijo como si nada hubiera ocurrido.
—Bueno… emh, tomemos asiento. —No sabía qué más decir. Jungkook tomó lugar sobre el césped sin ningún problema, pero Seokjin se sentó sobre la mochila de Namjoon, quien se la ofreció sin dudarlo.
Ese rincón era bastante tranquilo, sin señales de estudiantes por ningún lago, bajo la sombra de un gran árbol en donde se estaba bien. Compartimos una bolsa de papas y nadie se atrevió a romper el silencio, hasta que Seokjin lo hizo.
—¿Tu móvil se dañó? —Preguntó de la nada. No entendí a qué se refería ni a quién, porque no movió la cabeza, sin embargo fue Namjoon quien respondió de inmediato.
—Sí.
—Oh, fue raro no recibir mensajes tuyos. —¿Seokjin y Namjoon se enviaban mensajes? ¿Desde cuándo?
—Pero lo reparé un día después.
—Ah.
El silencio se hizo incómodo otra vez. Jungkook y yo nos miramos sin entender mucho de lo que ellos hablaban, así que decidimos no interrumpir y no causar más incomodidad con nuestro silencio.
El receso duró muy poco. Jungkook y Seokjin se marcharon minutos antes de que nosotros también lo hiciéramos. Namjoon se puso muy serio después de lo sucedido, parecía realmente pensativo, más de lo que suele ser.
—¿Me vas a decir lo que sucede?
—Umh. —Él se rascó la nuca con nerviosismo y soltó un suspiro de frustración.— Lo que sucede es que soy un idiota, el más idiota del mundo.
—¿Qué dices? Eso no es cierto.
—Claro que lo es. Hace poco le declaré mis sentimientos a Seokjin.
—¿Qué? —No podía creérmelo, él no me contó nada.— ¿Qué pasó?
—Me rechazó sin piedad alguna, creí que insistiendo lograría conseguir algo, a veces pensé que él solo se estaba haciendo al difícil, pero ahora sé que a él nunca llegaré a gustarle, porque eso fue lo que me dijo antes de romperme el corazón.
Nam se veía desanimado, no podía creer que todo aquello había sucedido y yo no había estado ahí para darle apoyo.
—Nam… ¿estás bien?
—Sí, sí. Pero verlo de pronto, me lastimó un poco, ya sabes.
Él siempre quiere mostrar esa imagen de chico fuerte, que nada le provoca algo, pero es realmente sensible, lo veo en sus ojos melancólicos y en esa expresión de derrota. ¿Qué se creía ese tal Seokjin para rechazar a alguien tan genial como Namjoon?
—Deberías dejar de… escribirle.
—Dejé de hacerlo hace mucho, no entiendo la razón por la cual sacó ese tema de pronto.
—¡Por qué no miras alrededor? Es decir, hay más chicos que pueden llegar a gustarte. ¿Qué tal Jimin?
—¿Jimin dices? —Nam estalló en risas y me palmeó el hombro varias veces. ¿Qué era lo gracioso? Jimin es un gran partido: es bonito, encantador, educado, agradable y gracioso.
Afortunadamente Namjoon se mantuvo de buen humor toda la mañana, porque me confesó que Yoongi ha estado perdiendo los últimos partidos amistosos y eso no le está gustando al director para nada, por ello le ofreció a Nam una reunión para hablar sobre el monto económico que estaba recibiendo el equipo científico.
Pasamos la última clase con Jimin, quien no ha dejado de picar mi espalda con sus deditos solo para distraerme. Al menos la pasamos bien en clases, porque el trabajo se ha puesto muy pesado, considerando que
el invierno está haciendo de las suyas y hay mucha clientela invadiendo el local.
Las clases terminaron tan pronto que pareció un parpadeo. Jimin ya estaba jalando mi brazo con rumbo a la salida, siempre con esa sonrisa en el rostro.
—Mamá hizo un platillo occidental que ni te imaginas.
Jimin me invitó a comer a su casa y por supuesto no me negué. ¡Era comida occidental, comida occidental!
—Ya la quiero probar.
—Vámonos, vámonos.
Caminábamos apresuradamente hasta la salida, sin embargo una presión apareció sobre mi brazo y me percaté de que Jungkook estaba ahí, mirándome con una expresión interrogante.
—¿Jungkook?
—Sí… —Susurró con algo de incomodidad al ver a Jimin a mi lado.
—¿Qué sucede?
Él parecía sorprendido.
—¿Cómo?
—¿Qué ocurre, Kookie?
Él jaló de mi brazo, para que Jimin no nos escuchara.
—Emh, deberíamos irnos, ¿no?
Oh, han pasado varias semanas desde que Jungkook y yo no regresamos a casa juntos, porque él decide irse temprano, me tomó por sorpresa que hoy sí quisiera hacerlo.
—Tengo el trabajo.
—Ya, pero… debes comer.
—Sí, p-
—Mamá hizo el almuerzo hoy. —Susurró.
—¿En serio?
—Claro, como todos los lunes.
Creí que él ya no quería que fuera los lunes, por esa razón acepté ir ese día a la casa de Jimin.
—Jungkook, es que… tengo planes.
—¿Planes?
—La madre de Jimin me invitó a comer y… si quieres yo… pudo decirle que no iré y…
—Déjalo, ve a comer con él.
—Jungkook, lo siento, de verdad puedo decirle…
—No, no. —Jungkook soltó una risita incómoda y negó con la cabeza.— Ve, te veré mañana.
Él se fue lo más pronto posible y no se tomó la molestia de voltear para ver mi expresión arrepentida. ¿Y si Jungkook se enfadaba? Estábamos muy bien como para que yo lo arruinara de nuevo.
—Tae… —Jimin continuaba esperando, pero su sonrisa había desaparecido.— ¿Surgió algo?
—Nada.
—¿Entonces nos vamos?
—¡Claro!
¡Comida occidental! ¡Comida occidental!
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfic❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...