Me levanté con los rayos del sol golpeando mi rostro. Me giré lentamente buscando a Taehyung con la mirada, pero me encontraba solo en la habitación. Me incorporé sobre las sábanas, me preguntaba dónde estaba Taehyung. En los fines de semana la gente solía dormir más...
Mi rostro comenzó a arder cuando me di cuenta de que había dormido semi desnudo junto a él. Cubrí de inmediato mi cintura con la sábana y arrastrándola un poco logré alcanzar la puerta de baño para tomar una ducha que necesitaba con urgencia.
No hubo señales de Taehyung en los veinte minutos que tomé para secarme y vestirme. Salí de la habitación con calma, tratando de escuchar algún ruido proveniente de él y me detuve en la puerta del cuarto de huéspedes, que extrañamente se encontraba abierto. Crucé la puerta y paré en seco, ahí estaba Taehyung, ejercitándose sobre una delgada colchoneta. Tenía todo el torso desnudo y su estómago se marcaba cuando realizaba cada una de las flexiones.
Ahogué un suspiro, tenía muchos sentimientos encontrados y acababa de levantarme. Tuve muchas ganas de sentarme sobre su regazo, tuve ganas de montarle...
Negué con la cabeza, ¿qué estaba sucediendo conmigo? Él volteó la cabeza y se percató de mi presencia, yo brinqué hacia atrás con nerviosismo y aclaré mi garganta.
—¿Y-ya desayunaste?
—No. —Dijo moviendo su cabeza. ¿Cómo se pone a entrenar si ni siquiera ha desayunado?
—Lo prepararé, ¿puedes venir en quince minutos?
—Vale.
Salí velozmente de ese lugar con rumbo a la cocina. Taehyung no se veía feliz, pero tampoco molesto, en realidad estaba serio y tranquilo, no tuvo ninguna reacción en particular al verme. ¿Pudo dormir con tranquilidad? Yo no, en absoluto.
Quería hacer algo sencillo pero delicioso. Así que usé su tostadora, esa que parecía nunca haber sido usada aunque no tuviera la etiqueta y abrí la bolsa del pan para usar un par y mientras se doraba, serví un poco de yogurt —su favorito— con fruta picada en cuadraditos y granola. Las tostadas estuvieron listas y les puse mermelada. Pensé que Taehyung tendría que comer algo más saludable, pensé que podría gustarle ese tipo de desayunos.
Supuse que estaría muy lleno como para querer café, así que preparé una taza para mí.
Taehyung apareció después de los quince minutos acordados, con el pelo húmedo y portando una chaqueta abierta que continuaba dejando ver su torso. Tragué duro y me senté en el comedor junto a él.
—¿Cómo preparaste esto tan rápido? —Él husmeaba su taza y plato con curiosidad.
—Es sencillo...
—¿Esto es sencillo? Yo jamás podría hacerlo.
Taehyung empezó a probar todo mientras chocaba sus pies contra el suelo demostrando emoción. Yo solté algunas risitas de vergüenza. Seguía diciendo que era algo sencillo, pero dentro de mí sabía que jamás
hubiera preparado algo así para mí. Quería lucirme para él y darle lo mejor.
Probé las tostadas y mientras le agregaba más mermelada a la mía, vi cómo uno de sus bracitos se estiró para jalar mi taza de café hacia su sitio. No pude decir nada cuando él se bebió de golpe la mitad y luego continuó comiendo con esa hambre voraz que a mí se me hacía tierna. Tuve muchas ganas de llenarle la carita de besos.
Taehyung se levantó con velocidad cuando terminó.
—Gracias. —Dijo antes de desaparecer por el pasillo.
Yo recogí la mesa y lavé todo con calma. Él y yo podríamos salir, no sé, podría poner la excusa de que no conocía la ciudad —aunque así fuera— para que él me enseñara más lugares, así pasaríamos más tiempo juntos.
Me senté sobre el sofá y encendí la televisión, no encontré nada divertido, pero me entretenía cambiando los canales.
Taehyung apareció de nuevo y esta vez estaba arreglado.
—Voy salir, volveré mañana, ¿vale? —Dijo con velocidad, mientras buscaba las llaves del departamento, olvidando por completo que quien las tenía era yo.
Me levanté apresuradamente para ir a su encuentro.
—¿A dónde irás? —¿Cómo que volverá mañana?
—Tengo una fiesta.
¿Tan temprano? ¿Regresará mañana? Todo hizo conexión y entendí lo que iba a ocurrir, Taehyung regresaría mañana porque seguro tenía
planeado follar con alguien. Me sorprendí y me sentí molesto, ¿cómo se atreve a decirme eso tan fácilmente si sabe que él me gusta? ¿Cómo se atreve a decirme eso cuando ayer estábamos a punto de hacerlo?
—¿No puedes quedarte? Tengo miedo de quedarme solo...
Vale, iba a usar cualquier excusa para que él no saliera del departamento. Taehyung tenía que enamorarse de mí, no ir con otro.
—Es un departamento seguro. —Dijo sin mirarme. Él no podía encontrar las llaves y yo disimuladamente me acerqué a la puerta para bloquearla.
—¿Y si viene alguien? ¿Si viene Mark?
Taehyung se detuvo y luego volteó a mirarme. No entendí su reacción, hasta que recordé que ayer él llegó con el dinero que le di a Mark sin saber de lo que hablamos.
—¿Por qué vendría Mark, eh?
—P-porque es tu amigo... —Vale, lo había jodido.
—Ajá. ¿Acaso le estás coqueteando a Mark también?
—¡No! —Respondí con velocidad.— No dios mío no...
Taehyung se acercó lentamente a mí, yo retrocedí hasta que me espalda impactó contra la puerta. Me acorraló entre sus brazos, mientras me miraba intensamente con esa expresión de "te he pillado".
—¿Entonces qué hay conmigo?
¿Cómo que qué hay con él? Hay todo con él y lo sabe, ¿quiere que le diga lo que es obvio o repita lo que he dicho?
—Tú me gustas. —Mis piernas temblaron y él soltó una risa sarcástica.
—Tú a mí no.
No iba a negar que eso me dolió tanto como la primera vez que lo dijo, pero confié en Mark, en serio lo hice y tomé valor para afrontar los hechos. Vale, no le gusto, entiendo, pero podría gustarle si continuaba con el plan.
—No me importa. —Susurré.
Deslicé mis dedos sobre sus brazos hasta llegar a sus hombros de donde me sostuve. Admiré sus ojos antes de cerrar los míos y fundirme en sus labios. Él me siguió, él me besó de nuevo, así como esa tarde, de una manera apasionada y salvaje. Gemí sobre su boca, me importó poco lo que pensara sobre mí, yo iba a dejarme fluir.
Sentí sus brazos sobre mi cintura mientras me dirigía lentamente hacia el sofá. Caímos sobre él cuando lo rozamos. Eso no impidió que siguiéramos besándonos con la misma intensidad.
Sus palmas se deslizaron por debajo de mi suéter, yo me estremecí de inmediato, pero abrí mis piernas para él cupiera entre ellas y tuviera más intimidad con mi cuerpo. Nuestras bocas se separaron, pero nos sentí muy conectados a pesar de la distancia. Levanté la base de mi suéter con lentitud hasta mi cuello, sentí miedo, yo no me ejercitaba como él, pero su gruñido cargado de excitación me dio confianza.
—Mierda... qué cinturita. —Susurró, en tanto acariciaba mis pezones con cuidado y su diestra se clavaba en mi cintura.
Bajó la cabeza hasta la altura de mi vientre y dejó un par de besos sobre la zona. Cerré los ojos. Grité cuando sentí cómo su lengua se internaba
en mi ombligo, mi pene reaccionó al instante y mis manos se aferraron al sofá.
Tenía que ser descarado, pero... cómo se supone que iba a serlo.
—Rico... —Mis mejillas ardieron en calor.
Él rió sobre mi piel y se levantó para mirarme a los ojos por algunos segundos. Yo no me atrevía a hacerlo, me sentía muy avergonzado, porque si bien no era virgen, yo nunca me había atrevido a hacer este tipo de juegos con nadie.
—¿Te perece rico, bonito?
—S-sí.
Sentí su boca esta vez sobre uno de mis pezones que sin dudarlo mordió. Mi piel ardía de dolor, pero un dolor placentero que no pude explicar. Gemí su nombre y él embistió mi trasero con fuerza. Mi voz sonaba muy aguda, sentí mucha vergüenza de oírme a mí mismo en esa situación, pero adoré la manera en la que su voz grave combinaba con la mía.
—Hueles muy bien...
Sus dedos juguetearon sobre mi cintura y yo estaba a punto de perder la razón. Sin embargo recordé las palabras de Mark, no quería ser solo alguien más en la vida de Taehyung, yo quería ser su vida.
Fue descendiendo lentamente, entreteniéndome con sus besos, hasta que tomó el borde de mi pantalón y lo jaló con fuerza hacia abajo. Entonces reaccioné.
—T-taehyung no puedo... —Jalé un poco, para que él no pudiera ver mis muslos. Mis manos temblaron.
—¿Cómo que no puedes, cariño? Sé que te está gustando. —Dijo de manera seductora, tratando de deslizar de nuevo mi pantalón, pero se lo impedí, con el dolor de mi alma.
—E-espera... por favor.
—Joder, está bien. —Taehyung se incorporó, estaba molesto.— Yo me voy.
Se levantó e intentó marcharse, pero yo me abracé a su espalda con fuerza.
—N-no te vayas...
—Te dije que tengo una fiesta. —Él trataba de avanzar.
Taehyung quédate, dejaré que me lo hagas, dejaré que me penetres muy fuerte o de la manera en la que quieras, te daré todo, pero no te vayas por favor. Quise decir.
—Haré un pastel para ti... —Se detuvo en seco y volteó a verme.
—¿De esos que venden en las pastelerías?
—S-sí... de esos...
Ni siquiera sabía que esa idea iba a funcionar pero estaba desesperado. Levanté la cabeza, logré observar su expresión y una sonrisa se pintó en sus labios.
—De acuerdo, hazlo.
Yo creí que estaba jugando, en serio lo creí, pero me di cuenta de que no. Taehyung hablaba muy en serio. Se quedó conmigo toda la tarde y me ayudó a preparar el pastel que tanto le entusiasmaba probar.
No lo entendía, él dejó de lado una fiesta en la que podía follar y beber, por un pastel de mango que devoró sin piedad. No podía entender cómo un hombre tan masculino y sexy como él, se convertía en un niño cuando se trataba de comida.
Solté un suspiro cuando le entregué su tercera tajada de pastel.
Inevitablemente, me había enamorado de él.
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Jungkook, el chico flor ➳taekook [COMPLETA]
Fanfic❝ Taehyung no pudo evitar que jungkook floreciera, aunque quiso protegerlo y ocultarlo de los demás, todos se habían dado cuenta de cuán hermoso se había puesto.❞ ❝ Jungkook se convirtió en una hermosa flor y ya no necesitaba a su mejor amigo, el ca...