Capitulo XIII: Las Danvers.

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Sam 1:20 am

Acabo de llegar a New York y me encuentro con esto, nunca me imagine que Alex pueda terminar así. Ella ahora está en el hospital y yo bajándome de un puto avión que encima se retraso 1 hora.
Cuando colgué la llamada con Lena me subí al taxi y me dirigí al hospital, le pedí al taxi por favor que maneje lo más rápido posible, tuve suerte esta vez el muchacho es muy bueno manejando.
Mis negocios quedaron en la nada, en una semana tengo que viajar de nuevo a Australia, pero creo que cancelaré mis negocios y me quedaré aquí. Las cosas no están bien aquí no puedo irme así por que si, Lena se está recuperando y yo bueno llorando por Alex.

—¿Se encuentra bien señorita?— Limpio mis lágrimas al oír la voz del sujeto.

—No, la verdad no me encuentro bien— respondo mirando al hombre por el espejo.

—Puede contarme qué sucede si quiere— Si quiero desahogarme y hablar con alguien ahora y bueno que más da, es un extraño no lo voy a volver a ver.

—Bueno, mi amiga que no es mi amiga es decir que me gusta.... Nos gustamos. Y ella está en coma, yo recién me bajo del avión que vino de Australia y me enteré a penas me subí al coche— Digo recibiéndole un pañuelo al hombre que raramente no se su nombre todavía. —Gracias— le agradezco por el pañuelo.

—Lamentó mucho su situación, hace unos 3 días lleve a una chica que estaba en la misma situación de usted, pero no me contó nada de lo qué pasó — Dijo el manejando atento a los semáforos.

—Gracias, son cosas que pasan y son muy dolorosas. Mi amiga salió del hospital antes de ayer y ahora ella está bien— Digo sacando una pequeña risa.

—me alegro por su amiga, ¿como se llama usted?— Pregunta el con los ojos medios cerrados.

—Samantha Arias, puedes decirme Sam— Digo sonriendo.

—Es un placer conocerla, me llamo Gustavo pero puedes llamarme Gusti— Siempre quise tener un hermano llamado Eduardo.

—Lindo nombre— Dije para luego sonríe.
Todo el viaje hablamos, me ayudo a salir de mis pensamientos con mas charlas largas. Pero bueno cada momento llega a su fin, el se despidió de mi y yo de él pero obvio que le dejé mi número para charlar en el futuro.
Me baje del coche después de pagarle 15 dólares por su bien servicio, nunca supe que un taxi venía con una buena charla.
Entre al hospital casi corriendo pero no podía por las maletas, llegue a la recepción y hablé.

—Buenas noches, ¿me podría decir en qué habitación se encuentra Alexandra Danvers?— Digo mirando a la chica que en su tarjeta decía mariana.

—Claro, enseguida le digo— dice ella tecleando en su computadora.

—Gracias— suelto mientras que mis dedos chocan con la madera del mostrador.

—fue trasladada a el 6to piso hace 1 hora, en la habitación se encuentran sus familiares ella está en la B19— Dice ella. — Puede pasar si gusta, hasta 5 personas se puede en el 6to piso así que bien pueda— Dice mariana mirando mis ojos con una sonrisa.

—Muchas gracias, ¿puedo dejar mis maletas aquí?— Pregunto acercando mis maletas.

—Claro, pase por aquí— La mujer me dirijo a un cuarto lleno de valijas. —Con este ticket las retira— me da un papel y yo firmo.

—Gracias, buenas noches— digo caminado hacia el ascensor.
Subí al 2do piso por las escaleras, ya que el ascensor estaba en la planta alta que es la 9.
Llegue a la 2da planta y ahí estaba el ascensor, a punto de cerrarse pero lo detuve, entre y espere a subir a el piso 6.
Busque la B19 que quedaba al final del pasillo, en la puerta veo por la ventana a 2 chicas que no conozco. Imra y Megan estaban ahí, Megan apoyada en el pecho de Imra mientras que esta acaricia su espalda y pelo.
Tomó valor al ver a Alex recostada en esa camilla toda entubada. Al entrar las 4 se me quedaron mirando y me detuve al abrir la puerta.

Mis ojos en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora