Capitulo LVIII: ¿Divorcio?

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Melissa

Apenas me subí al avión me quedé sentada en él asiento de al lado e la cabina, que por cierto es el jet de Lena así que no hay piloto.
Yo pensé que Clark era distinto, yo pensé que de verdad me amaba tanto como yo lo amaba a él. Pero me equivoqué, pensé mal y ahora sufro mucho por que me enamoré de él como nunca lo hice con alguien más. Es tonto, yo enamorada, jure nunca enamorarme pero los juramentos a veces se rompen, quizás no seamos las personas correctas para ambos.
Recuerdo la navidad pasada, él y yo en el árbol de el centro de la ciudad en New York, la nieve se hacía presente en nuestro alrededor y también en nuestros gorros. Él tomó mi mano y me dijo "algún día te propondré matrimonio aquí" esas palabras se clavaron en mi pecho y desde entonces no puedo quitarlas, por que sigo pensando que algún día lo hará, pero no es así, se que me equivoco.
Recuerdo los momentos compartidos, las risas contagiosas y los abrazos cálidos que parecían eternos. Pero ahora, esos recuerdos se entrelazan con la amargura de la traición y el desamor. Cada palabra hiriente y cada gesto indiferente son como puñales que se clavan una y otra vez.
Intento comprender qué sucedió, cómo pasamos de ser dos almas entrelazadas a ser dos extraños distantes. Me pregunto si alguna vez realmente me amó o si todo fue una ilusión fugaz. El peso del engaño se vuelve insoportable, como si la confianza que deposité en él se hubiera evaporado en un instante.
Mis lágrimas se convierten en compañeras constantes, mientras mi corazón trata de recomponerse entre susurros ahogados. Me aferré a la esperanza de que todo podría cambiar, de que podríamos superar cualquier obstáculo juntos. Pero ahora sé que el amor no siempre es suficiente para mantener unidos los fragmentos rotos.
A pesar del dolor desgarrador, sé que esta herida sanará con el tiempo. Aprenderé a valorarme nuevamente y a reconstruir mi vida sin él. Quizás algún día encuentre a alguien que realmente merezca mi amor y que no me haga sentir esta agonía.
En este momento, me permito llorar, sanar y renacer. Clark pudo haber roto mi corazón, pero no puede apagar la luz que brilla en mi interior. Soy más fuerte de lo que él cree y estoy dispuesta a encontrar la felicidad en mi propio camino.
Debo dejarlo ir, él debe hacer su vida pero espero que cuando quiera hacer lo correcto no sea demasiado tarde, jugar con una persona no es gracioso, es egoísta por que solo piensas en ti mismo.

—Oye Mel, ¿estás bien?— Es fue Lena sentándose al lado de Melissa mientras está se acomodaba de lado para mirar a la Luthor.

—claro que no estoy bien, yo estoy enamorada de él todavía Len— Bajó su cabeza y sintió la mano de Lena en la suya y luego sus lágrimas callaron sin control, Mel cerró sus ojos y por sus blancas y pecosas mejillas sus lágrimas saladas se deslizaban hacia su boca. —Estoy mal Len, no puedo siquiera lograr salir de la cama sin ayuda de ustedes— su mirada se veía perdida, sus ojos ya no mostraban el brillo de antes, sus ojos esmeraldas se apagaron. —Fue hermoso conocerlo pero lamento la parte donde dije que si quería ser su novia— se abrazó a si misma mientras sus lágrimas empapaban su pantalón mom azulado con roturas en sus muslos. —El no rompió mi corazón, el rompió mi alma Lee— Lena estaba quieta escuchando atentamente a Melissa. Su mano estaba en la espalda de la pelirroja. —Siquiera se arrepintió de haberlo echo, solo sonrió cuando estaba en la cama con esas mujeres. Dijo que me fuera, que no me amaba y que me uso todo el tiempo— Melissa estaba llorando sin parar y ahí es cuando Lena levanta el apoya brazo de los asientos y la abrasa haciendo que esta llore más fuerte. Mel abrazó el brazo de Lena mientras que esta acariciaba
Su pelo y besaba su cabeza. —Me la paso acostada, pero no puedo dormir— Dijo contando la pura verdad. —no quiero hacerlo, tengo pesadillas con ese día Len— se secó algunas lágrimas pero seguían cayendo. —Quiero poder desestresarme— Lena la tomó de la mano y ambas se levantaron. En el jet de Lena hay dos habitaciones, una de adultos y otra de niños. Cuando entraron Lena cerró la puerta.

—Ahora vuelvo— Dijo Lena y salió de la habitación en busca de Kara, la cual estaba con Lianna y Lautaro jugando.

Me quedé sentada en la cama esperando a Lena, tardó 20 minutos en regresar, ahora ya está aquí y yo bueno, yo sigo llorando sin parar.

Mis ojos en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora