Capitulo LX: Una noche en Kennedy.

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Lena 17:30

Llegamos a la casa de Kennedy y cuando bajamos lo primero que hice fue llamar a Imra para decirle que mí chofer iría a buscar a Lianna.
Cuando entramos la casa estaba reluciente, hace rato que no venimos, no sé unos 4 meses por ahí.
Kara subió las escaleras para arreglar el cuarto de Line, es un cuarto grandísimo para unas 5 personas pero solo tiene una cama de 2 plazas y media. Es un cuarto personal para uno, por eso no es de invitados, todos los cuartos son así de grandes.

 Es un cuarto personal para uno, por eso no es de invitados, todos los cuartos son así de grandes

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Me quité mis zapatos de vestir y luego el saco color crema apoyándolo en el sofá.
Line se quedó en el sillón pero observaba todo a su alrededor, está cada es demasiado grande y muy lujosa, pero extraño mi casa, la primera, en la que están aún algunas de mis hermanas.
Quiero volver a esa casa por que fue lo primero que le mostré a Kara cuando despertó y tiene mucho valor sentimental.

—Line, ¿quieres algo de tomar?— ella asintió mientras que Lena iba a la cocina. Kara bajó las escaleras y también se quitó los zapatos y el saco negro que llevaba. Desató su corbata y la dejó en el brazo del sillón, luego se tiró en él y subió sus pies a la mesita de té.
Lena volvió con 2 vasos de jugo de naranja exprimido, Kara ama el exprimido al igual que Line, Lena se sirvió una copa de vino tinto que tanto ama ella. —¿quieres contarme sobre el orfanato?— preguntó Lena y la adolescente asintió lentamente.

—Cuando yo llegué tenía 14 años, unos meses antes de cumplir mis 15. En total éramos 105 o 106 niños de diferentes edades, algunos de 17 o 14 y así bebes de 2 meses. Las monjas les pegaban a los niños, a los bebés los quemaban con un cigarrillo para que se callaran pero eso provocaba que lloren más. El director del orfanato solo le importa el dinero, él recibe mucho dinero por darle un techo a los niños sin familia y casa.
A mi me tomaron del pelo muchas veces y me obligaban a limpiar los baños 3 veces por día y a hacer las 106 camas más las de las monjas todos los días, es una abominación, mis padres eran los mejores que podían haber o existir.
Ellos no dejaban que nadie me gritara o maltratara, ellos nunca me levantaron la mano o retaron, siempre me daban mis caprichos y el amor que recibía de su parte nunca nadie va a poder igualarlo. Eran los mejores padres para mi— la adolescente se limpió algunas lágrimas que brotaron de sus ojos. —Mi tío me dio en adopción después de...bueno de, de eso— dijo bajando su cabeza y Kara se acercó a la adolescente y la abrazó, Line se sentía en confianza y también la abrazó. —Me violó 7 veces y quedé embarazada, pero él me obligó a abortar y lo hice por que me amenazó— omitió y comenzó a llorar mientras tocaba su panza. —Se que éramos familia y que ese niño era producto de una violación, pero era mi hijo y siempre va a comerme la cabeza eso— Lena también la abrazó, las tres estaban abrazadas y luego el timbre sonó. Lena se levantó y al abrir la puerta su pequeña la abrazó, el guarda espaldas de Lena se quedó en la puerta del lado de afuera para cuidar la casa.

—hola mi vida hermosa, ¿estás bien hija?— dijo Lena abrazando a su pequeña mientras está también lo hacía.

—Lo estoy madre, me asuste al ver a ese hombre apuntándote con un arma— No se querían soltar, Lianna tuvo miedo de perder a su madre.

Mis ojos en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora