Lena Luthor es convencida por su mejor amiga, Samantha Arias de vender la compañía familiar.
Alexandra Danvers desea comprarla y lo hace. Por medio de ella Kara conoce a Lena y se hacen muy buenas amigas o más. Lena tiene empresas por todo New York...
Dios el sol si que está potente, me levante gracias a los rayos de sol que entraron por la ventana que está frente de la cama. Lena dormía con su cabeza en mi pecho y me estaba abrazando como un koala.
—Cariño, vamos levántate quiero ver qué más hay en esta fabulosa casa— dijo Kara ansiosa por ver las siguientes cosas.
—Está bien— dijo Lena aun con los ojos cerrados sin poder despegarse del cuerpo de acero de Kara. —Me encanta tu abdomen— dijo Lena metiendo su mano por debajo de su remera para tocar los cuadrados de su rubia.
—Lo sé cariño, estoy ansiosa caemos porfis— dijo Kara con un puchero cosa que Lena no se puede resistir es como mostrarle una banana a un mono, no se resisten.
Me paré de la cama y me coloqué las zapatillas de hoy en la mañana, de echo son alpargatas que me dieron en el hospital. Lena se parto y se colocó la campera que se había quitado. Salimos del cuarto luego de mirar arriba y bajamos por la inmensa escalera. Al costado de la escalera estaba la oficina de Lena, ya que la Luthor sabe qué hay una oficina especial para Kara.
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—Ahora no va a hacer falta ir a la oficina de L-corp para trabajar— dijo riendo la Luthor y Kara la miró con admiración y una mirada de amor que no todos tienen por una persona.
—Espero que ahora pases más tiempo en casa, estoy considerando darme un año sabático— dijo Kara mirando a su Lena a Los ojos la cual no dudó en asentir con la cabeza y seguir el recorrido. Al costado de la sala había una puerta que llevaba a una sala para hacer los deberes del colegio, pero nosotras no tenemos hijos. ¿Para que queremos esto?
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—Lena, nosotras no tenemos hijos— Dijo Kara acercándose a la silla para sentarse y teclear la computadora.
—Pero los tendremos— Dijo y Kara giro su cabeza tan rápido como pudo para mirar a la Luthor sonreír con sus manos detrás de su espalda. —Solo que yo no me embarazare, tu si lo harás— dijo Lena sonriendo. —oh, no, no claro que no tú no te embarazarás, yo lo haré ya que no quiero que pierdas esos músculos que tienes en el abdomen— las mejillas de Kara se tiñeron de rojo moneras sentía la mano de Lena acariciar su cuerpo.
