35. Flores.

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El enfrentamiento en el evento de intercambio empieza y parece ser que los alumnos no se tienen piedad mutuamente.

Por primera vez en meses Shokue decide dejar de buscar respuestas en el cielo para fijar sus ojos en las pantallas donde Mei Mei comparte la información de sus cuervos. Desde hace un tiempo se le dificulta mantener la mirada al frente, pero debe hacer un esfuerzo para ver el potencial de los alumnos.

Es incapaz de ocultar su sorpresa cuando Todo Aoi golpea a Itadori Yuuji con una fuerza monstruosa, abre mucho sus ojos y se cubre los labios con una mano. Un golpe así a ella le hubiera destrozado la cabeza, dejándola incapacitada un largo rato, pero Yuuji se pone de pie con solo un poco de sangre en el rostro.

—Eh, ese tipo es aprendiz de Tsukumo Yuki, ¿cierto? —comenta, inclinando un poco la cabeza— Es sorprendente.

—Es aprendiz de Tsukumo-san pero sigue siendo mi alumno —recuerda Utahime, acercándole una barra de granola para que coma. No tiene con ella su "tak, tak" pues Gakuganji odia el sonido y se ha quejado varias veces al respecto, sabe que si no está jugando con esa cosa el hambre se vuelve insoportable por lo que decide alimentarla aún contra los deseos de su superior.

—Claro, tus alumnos son todos sorprendentes —asegura, viéndolos rodear a Yuuji mientras abre su barra—, eres una maestra excelente, Iori-san.

—Lo soy, ¿no es así? —ríe un poco fanfarrona, sonriendo con orgullo.

—Tan excelente como puede serlo una debilucha —agrega Satoru, burlesco e insoportable como solo él sabe serlo.

—¡Jódete!

La imagen cambia, los cuervos empiezan a moverse en los alrededores de la zona.

—Shokue —suspira Satoru, Utahime está intentando superar su infinito para golpearlo, pero es inútil. Mientras suspira se sujeta el rostro con la mano, esbozando un puchero—, ¿no tienes alguna técnica menos errática que la de Mei Mei?

—¿Eh? —murmura ella, recibiendo desde sus espaldas un pan bao que Yaga ha traído para ella. Él también la consiente un montón con comida— No que pueda compartir información, pero si Mei Mei me deja morderle el meñique podría mezclar una de mis técnicas con la suya...

—Te dejaré morderme por 28 millones de yenes —afirma la mujer albina, cruzando sus piernas, una sobre la otra. Su tono pícaro que es tan típico de ella la hace sonar coqueta—. Te daré el meñique de mi mano izquierda.

—Por 28 millones de yenes deberías darme tu riñón.

—No hay regateos.

—Entonces no —suspira, desviando la mirada—, no tengo ninguna técnica útil, querido.

Shokue no era muy lista, era algo de lo que él era consciente desde que estaban estudiando, no tenía buena memoria, era lenta y las palabras grandes la confunden, por lo que no era extraño que no entendiera su sarcasmo y que no se diera cuenta que en esas peleas hay algo sospechoso.

Los alumnos de Kioto están atacando a matar a Itadori Yuuji.

Los cuervos de Mei Mei enfocan el combate entre Miwa Kasumi, la chica de cabello celeste y fleco, contra Zen'in Maki.

Era una humillación, si se tratara de una pelea real Miwa ya habría muerto dos veces, Maki incluso es capaz de desarmarla.

—Que chica tan interesante —ríe Mei Mei—. ¿Por qué no solo promoverla a grado 2?

—Maki-san podría incluso ser semi-grado uno —asegura Shokue, echando su cuerpo hacia adelante para intentar ver mejor la pelea—, pero esos hijos de puta están metiendo las manos para evitar su ascenso —gruñe furiosa, separando los labios, mostrando sus colmillos como tigre a punto de atacar. A Utahime le da escalofríos verle los dientes, había olvidado cómo lucían.

Hambre ;; JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora