47. Sacrificio.

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Fushiguro Megumi había iniciado un ritual de exorcismo en contra del General Divino de las Ochos Hojas Divergentes del Sila: Mahoraga, el as bajo la manga de los portadores del la técnica de sombra de diez tipos, el as bajo la manga que hace siglos a manos de la cabeza del clan Zen'in asesinó a la cabeza del clan Gojo.

Megumi fue el primero en ser derrotado, entrando en un estado de muerte suspendida que solo acabaría cuando todos los involucrados fueran derrotados o Mahoraga fuera exorcisado.

Sabiendo tal cosa, Shokue aleja al delgado chico rubio del camino del general.

—¡Nanako! ¡Mimiko! —exclama, sujetando el rostro de las chicas para que la vieran a ella y no al aterrador shikigami— ¿Están bien?

—¡Sí! —exclaman ambas, bien abrazadas una a la otra, temblando por el miedo y sudando en frío. Entre la energía maldita de Shokue, el haberse expuesto a una velocidad inhumana que consideraban imposible, y además estar frente a un demonio que se veía bastante poderoso, no sabían qué las aterraba más.

—Sé que tienen miedo, pero necesito que sean valientes un poco más —jadea, escupiendo dos pequeños shikigamis en forma de ratones acurrucados—, a unos quinientos metros de aquí hay una estación de enfermería con una mujer y un señor con lentes. Vayan allá y digan que están conmigo. Si tienen problemas solo tiren de las colas de estas cosas —da una rata a cada una y les dedica una sonrisa—. Confío en ustedes.

Ambas asienten y cuando se ponen de pie Shokue las despeina con cariño.

Y cuando vuelve a sonreírles solo pueden pensar en Geto-sama.

Decididas corren a la dirección señalada.

—Yo también debería irme —murmura el rubio, señalando a las dos muchachas—. Bye...

—Tú no vas a ningún lado —sentencia, sujetándole el cabello y arrojándolo al suelo. ¿Dónde esta esa dulce sonrisa? ¿Dónde quedó esa suave mirada?—. Tienes rastros de la energía de Nanamin, y Megumi invocó esa cosa en contra tuya. Cuando acabe con él voy a matarte.

—Yo... Yo no-

—Silencio.

Y guarda silencio, no porque así quisiera, sino porque la opresión en su pecho causada por la sola presencia de esa mujer no le permite expresar una sola palabra más.

El General Divino de las Ochos Hojas Divergentes del Sila: Mahoraga sería un dolor en el culo para ella, un shikigami capaz de adaptarse a cualquier técnica o ritual que se usara contra él definitivamente sería capaz de adaptarse a su inmortalidad y su manipulación de maldiciones.

Lo odia.

Odia enfrentarse a oponentes con técnicas complicadas o técnicas que la hagan pensar demasiado. Si Satoru estuviera ahí solo le diría cómo o dónde atacar y ella atacaría como el perro fiel que es, pero sin él o nadie medianamente inteligente su única opción es planear su propio ataque. No puede solo golpearlo, pero definitivamente tampoco puede huir pues algo así mataría a Megumi, ¿podría morderlo? ¿Devorarlo? Si hiciera lo mismo que hizo con Dagon y solo se impulsa es probable que la esquive o que el ataque ni le haga daño. Además, Satoru le dijo que esa cosa era más inteligente que ella... Aunque Satoru pensaba que hasta los perros de Megumi eran más inteligentes que ella.

Mahoraga ataca primero, eso ya es un buen inicio para ella pues le da posibilidad de activar su técnica... ¿O es malo? ¿Mahoraga se puede adaptar de ese momento? ¿Está en problemas? Fue un ataque de energía positiva, similar a la energía que se genera ante el uso de una técnica inversa, que de haber golpeado una maldición la hubiera exorcisado inmediatamente. Es el mismo tipo de refuerzo que usa ella en su mandíbula para poder decapitar a sus oponentes no-humanos de una sola mordida.

Hambre ;; JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora