Unos días antes de la misión.
Era el día libre de los tres alumnos de primer año, y habían decidido ir a Akihabara porque Haibara quería comprar figuras de acción con lo que le quedaba de su último salario. Él y Nanami iban a un ritmo constante en busca de la tienda de su interés, pero Shokue iba muy por detrás de ellos deteniéndose en cada puesto de comida que encontraba. Ni siquiera necesitaba acabar un platillo para detenerse a comprar otro.
—Prueba esto —dice a Haibara, acercándole los pinchos de carne que acaba de obtener. Su compañero da una mordida sin pensarlo.
—¡Oh! ¡Qué bueno! —exclama.
—¿Quieres probar, Nanami-kun?
—No deberías comer en la calle, Shokue —responde el rubio, incapaz de ocultar el disgusto por la manera en que come su compañera—. O si vas a comer en la calle al menos hazlo con más... Elegancia.
—Soy elegante —afirma con la boca llena. Haibara ríe y Nanami gruñe con mucha fuerza. Mastica y traga— ¡Soy un encanto!
—No sé porqué lo intento —suspira, resignado—. Tengo que dejar de salir con ustedes dos, nada más me causan dolores de cabeza. Somos chamanes así que-
Cuando gira para continuar su regaño descubre que Shokue se ha detenido en un puesto diferente de comida.
—Voy a golpearla —advierte molesto, dispuesto a sacar su arma.
—¡No! —interrumpe Haibara, sujetándole la mano para detenerlo.
Shokue regresa corriendo a ellos con un sándwich en manos.
—¡Era el último de tonkatsu! —exclama, sonriendo ampliamente. Llevan ya varios meses como compañeros pero siempre les da escalofríos ver sus colmillos— ¡Haibara-kun, te doy la mitad!
—¡Ah! ¡Espera! —interrumpe una voz desconocida. Sujeta el brazo de Shokue para evitarle correr a sus compañeros. ¿Un enemigo?— ¡Tus dientes!
—¿Eh? —murmura, extrañada por el comentario.
—¡Llevo años queriendo conseguir prótesis dentales que se vean tan reales! —insiste el hombre desconocido. Parece ir vestido de algún personaje de anime— ¿Es cosplay? No reconozco al personaje, ¡pero se ve genial!
—Es... Es un personaje original —miente, sonriendo de lado—, para una campaña de juegos de rol.
—¡Eres tan cool! —halaga sonriendo ampliamente— ¡Tómate una foto conmigo!
—C-Claro —el chico saca su celular y Shokue se inclina un poco para poder quedar ambos en la fotografía.
—Sonríe mucho, por favor.
Ella así hace.
Intercambian contactos antes de que el muchacho deba marcharse.
—Eh, ¿qué fue eso? —murmura para sí misma, acercándose a sus compañeros— Es la primera vez que me dicen que mis colmillos son geniales —ríe, divertida— ¿Todavía quieres la mitad del sándwich, Haibara-kun? Está helado, pero todavía se ve bien.
—No, ya no quiero nada —responde, retomando el paso por su cuenta—. Se nos hace tarde.
—¿Tarde? —repite confundida, yendo tras él. Tras ambos va Nanami, suspirando como siempre— Pero solo es poco más de mediodía —muerde su sándwich—. Podías decirme que solo no te gusta la comida helada. ¿Tú quieres la mitad, Nanami-kun?
—Si tanto quieres comer quizás deberíamos parar en una tienda, Shokue —suspira el rubio, cansado de que se le hable con la boca llena.
—Lo haremos —afirma ella—. Este es un aperitivo. Cuando sea hora de almorzar yo invito a lo que quieran —da otra mordida a su sándwich mientras asiente—. Deberías probarlo, el pan está sabroso, es muy dulce y esponjoso.
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Hambre ;; JJK
Fantasy"Uno dice «vamos»" La historia de como Geto Shokue y Geto Suguru, dos primos inseparables, tomaron caminos distintos. "Y el otro dice «estoy cansado»"