A lo siete años con los Fushiguro bajo su custodia y dos años casada con Satoru, Shokue y su marido se presentaron delante de la cabeza de los Zen'in con una propuesta.
—Eh, ¿quieres hacer un trato con nosotros? —habló incrédulo el supremo primer grado Zen'in Naobito— Vamos, vamos, no tienes cara de comediante, niña, pero me harás reír.
—No es un chiste —vociferó Geto Shokue—. Estoy dispuesta a pagarle al contado lo que pagó por Fushiguro Megumi y Fushiguro Tsumiki —extendió su brazo para acercarle la maleta, llena de billetes—. Hemos estado en un intercambio constante por los últimos siete años, actualmente están bajo mi custodia de manera temporal después del acuerdo que hizo con Satoru, pero, por favor, acepte este dinero y permítame adoptarlos... Incluso su custodia permanente me bastará.
—¡Tengo una mejor idea! —exclamó, apestaba a alcohol, y de él podía percibir un tipo de hambre inconfundible. Casi todos en la familia Zen'in compartían ese tipo de hambre: hambre de control. Otros tenían hambre de poder— ¡Acepta MI propuesta! La misma que te ofrecí hace meses: si te casas con mi hijo podrías permanecer cerca de esos dos y supervisar su crecimiento o lo que sea. Claro que a cambio debes darnos DOS hijos con esa técnica tuya de inmortalidad o alguna técnica de la familia.
—Está casada —interrumpió Gojo Satoru, que siempre la acompañaba, él confiaba mucho en ella, pero sabía que como era mujer los Zen'in nunca la tomarían en serio. Como se dijo, él había logrado que le dieran la custodia temporal, pero esos tipos eran tercos y solo esperaban verla cometer un pequeño desliz para arrebatarle a los niños con sus sucias garras.
—Podemos hacer vista gorda a un divorcio —divagó el borracho—. Nadie más tiene que saberlo, ¿no? De todas formas no es como que su unión sea muy... Reconocida.
—Deme una cifra y se la daré —insistió Shokue, que para ese momento llevaba años siendo una fuerza imparable. Naobito no sería el primero en detenerla—. Incluso estoy dispuesta a ofrecer mi cuerpo, pero la custodia permanente de los hermanos Fushiguro debe ser mía.
—Tu cuerpo no nos sirve de nada si no piensas darnos hijos fuertes, y tu dinero es una miseria comparado con las reservas de la familia.
—Tengo más que ofrecerles. La lanza celestial invertida y la katana del alma partida, herramientas de grado especial invaluables que solían estar en manos de Fushiguro Toji, junto a la cantidad de dinero ofrecida anteriormente... No, el doble. Veinte millones de yenes, al contado.
—¿De dónde has sacado tanto dinero? No me digas que estás agotando las reservas de tu clan, muchacho —rio, dando un largo trago a su alcohol, dirigiéndose al albino a pesar de ser la mujer quien le estaba hablando.
—Nuestro clan —corrigió Satoru—. Shokue es mi esposa, y mi clan le pertenece a ella también. Aunque no es como si tuviera que darle explicaciones.
—Sobre la oferta... —interrumpió Shokue.
—No tengo interés en nada de eso —siguió riendo el anciano, rascando su estómago de manera despreocupada—, ¡a este punto es solo divertido verte tan desesperada!
Satoru gruñó alto, dispuesto a ponerse de pie para marcharse. Estaba harto de ver a ese anciano burlarse de ellos... Burlarse de ella. Fue Shokue quien extendió la mano para detenerlo.
—Entonces hagamos algo que lo pueda divertir más, Zen'in Naobito.
—¿Qué tienes en mente, Gojo Shokue? —aunque para ese entonces no se había cambiado el apellido todavía.
—El poder es lo que ustedes los Zen'in valoran más, ¿no es así? Después de todo sería una tragedia que Fushiguro Megumi, portador de la única técnica en su familia capaz de hacerle frente a Gojo Satoru, mi esposo, acabara en manos de una debilucha, ¿no es así?
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Hambre ;; JJK
Fantasía"Uno dice «vamos»" La historia de como Geto Shokue y Geto Suguru, dos primos inseparables, tomaron caminos distintos. "Y el otro dice «estoy cansado»"