Capítulo 34

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"Sight and Sounds" era un teatro descomunal. Gigantesco, luminoso, lujoso y muy exclusivo. Solo las obras con los actores y productores más importantes de la industria de por aquí, solían estar en el. Yo no soy muy de las artes en general, pero lo conocía.

Tenía una estructura que parecía antigua, pero moderna al mismo tiempo. Pintado en tonos anaranjados y con varias ventanas.

Al acercarnos a la puerta, vimos a algunos camarógrafos cerca de una alfombra roja. Con Sarah, fuimos hasta la entrada directamente, ella mostró las "invitaciones" y pasamos sin problemas.

Entramos a una pre-sala, un pasillo con algunas personas. Hasta que cruzamos un cartel con la leyenda "Salón Audrey Hepburn", con Sarah intercambiamos una mirada y nos metimos.

Era un lugar bastante grande, pintado de blanco con cortinas rojas, varias mesas con sillas, un catering como para cien personas y, obvio, el licor Rosè L'amour.

-Hay que buscar al director- me dijo ella y asentí.

Habíamos investigado y era amigo de Mario. Quizás, podría decirnos algo que no sabíamos.

Buscamos con la mirada y encontré una cara muy familiar, que no deseaba ver demasiado.

-Tu amigo está aquí- comenté. Sarah me miró confundida, hasta que lo vio- Que coincidencia que siempre esté donde estamos nosotros.

-Tenemos el mismo caso, Oliver- me contestó obvio- Probablemente, haya alguien más que haya estado en esa asociación- revoleé los ojos, no muy convencido. De un momento a otro, mi compañera, empezó a sonreír mirando a lo lejos y volvió a mí- Hey... ¿Has notado que en las películas típicas de espías, llega el momento en el que la chica tiene que coquetear con alguien para obtener información?

Fruncí el ceño, algo perdido, al no entender porque sacaba el tema.

-Si, me suena- asentí, dándome cuenta que era cierto.

-¿Qué opinas de eso?- preguntó, no paraba de sonreír- ¿Crees que está mal que usen así a las chicas? Como si fuera lo único bueno que podemos hacer.

-No, no lo veo así- respondí- A ver... no es para tanto, tampoco. Es solo fingir y, si es importante y útil para el caso, entonces, no veo realmente el problema- me encogí de hombros.

Sarah soltó una carcajada y puso una de sus manos en mi hombro.

-Me alegra tanto que pienses así, querido compañero- empezó casi sin parar de reírse- Porque encontré al director- señaló detrás de mí y me di vuelta, viéndolo a unos metros.

Estaba hablando muy animado con algunas chicas, agitaba las manos sobre su cara, se secaba algunas lágrimas de la risa supongo, ya que se le notaba una gran sonrisa. Tenía un traje rojo vivo y una corbata con un estampado que no podía distinguir de lejos.

Creo que empiezo a tener una teoría de porque Sarah se estaba riendo.

-No- dije y me volteé a mirarla otra vez- No hay chance- le aseguré negando con la cabeza- No voy a ir yo, de ninguna manera.

-¿Por qué no?

-Porque...- volvi a él un segundo y otra vez a ella- Es raro. No, no lo haré.

-¿Eres homofóbico?

-¿Qué? No- contesté molesto. Ese no era el punto para nada- Pero tampoco soy gay.

-Es solo fingir y, si es importante y útil para el caso, entonces, no veo realmente el problema- repitió mis exactas palabras, imitando mis gestos. La miré mal, mientras sacaba aire por la nariz- No puedo ir yo, no creo ser su tipo.

-Ni siquiera sé coquetear, por Dios- excusa, pero es verdad.

-Ay, por favor- Sarah revoleó los ojos- Es de tu misma especie, sabes lo que le va a gustar oír- siguió- Solo ve- me hizo darme vuelta agarrándome de los hombros y me dió un empujoncito- Se gay.

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