Cinco meses después
-No estamos aquí para comer- escuché su voz, cuando estaba por meterme un cuadrado de queso en la boca.
Me di vuelta y sonreí.
-Tu no estás aquí para comer- respondí.
Está tan igual, pero a la vez tan distinta. Se había hecho reflejos rubios en el pelo castaño, muy sutiles, pero que le hacían resaltar lo linda que ya era. Tenía una pollera negra, con un top de tirantes púrpura brillante, un blaizer corto negro también y botas.
Yo tenía simples jeans negros y una camisa azul oscura.
Hacía cinco meses que no la veía a la cara. No la visité, ella no me visitó y estábamos bien así. Yo estaba ocupado con la escuela, los exámenes y los últimos preparativos para entrar a la universidad. Ella, estaba recomponiendo su vida.
Pero nos tocó reencontrarnos hoy, me imaginé que vendría, pero no me preparé los suficiente mentalmente.
A mi mamá le estuvieron llegando de "pura casualidad", pequeñas cosas sobre el caso del maletín robado de Rosè L'amour con evidencia especial. Cosa, que aprovechó para hacer la gran historia que le pedía su jefa para el periódico.
A ver, lo hablamos con Sarah y decidimos hacer algo útil con lo que teníamos, y no dudamos en regalarle esta oportunidad a ella, más una entrevista exclusiva con el mismísimo Ralph Jenkins.
Me tomó bastante tiempo explicar con coherencia que el papá de Sarah, era un fugitivo falsamente acusado. Pero, con el tiempo, lo procesaron bien. Aunque, no saben que estuve metido en eso, siempre fue un pequeño secreto y quiero que así se quede.
Hoy a mi mamá le entregaban un reconocimiento por la mejor historia de uno de los casos más importantes. Era una especie de fiesta, por así decir, donde estaban sus compañeros, obviamente su familia y alguna persona que ella quisiera invitar.
-Hola- me dijo acercándose un poco más.
-Hola- contesté- Me gusta el cabello- solté.
-Gracias- asistió- Deberías probar teñirte se rubio- sugirió.
-Si, claro- contesté sarcástico.
Soltó una risa y se puso a mi lado, mirando el gran salón.
-Me alegra que hayamos hecho esto- aseguró.
-Si, también a mí- concordé mirándola.
La primera vez en cinco meses que la tengo tan cerca. En serio no creí que esto me afectaría demasiado.
💻💻💻
Cerré la puerta con mi cuerpo y sin separar mis labios de los de Sarah ni por un segundo. Dios, no puedo creer que estuve sin besarla tanto tiempo.
Nos empezamos a besar ya en el pasillo sin poder resistirlo más y nos metimos a la primer habitación que vimos. Tenía un sillón, una mesa con flores y una luz tenue, creo. No ví bien.
Solo me importaba sostener su cintura contra la mía para que nunca más vuelva a irse. Ella me agarraba de la nuca y no paraba de mover su boca contra la mía. Lo único que se escuchaba en la habitación, eran nuestros besos y algunos jadeos que empezaron a hacerse presentes.
-Te extrañé, Oliver Twist- soltó sobre mis labios con la respiración agitada y metiéndose más adentro de la habitación.
Esas palabras, la forma, el beso, estaban haciéndome sentir cosquilleos contantes, no paraban.
-Yo también- contesté de la misma manera, pasando las manos a sus hombros, deshaciéndome de su blaizer, y sacó las manos de mi cuello para que cayera al piso.
Antes de que me diera cuenta, yo estaba sentado en el sillón y ella sobre mí, desabotonando mi camisa.
-Oliver...- empezó separándose un poco. Aproveché, para pasar los besos a su cuello, no me detuvo- Me gustas demasiado, me gusta esto.
-Dilo otra vez- pedí, sobre su piel. Me había causado una sensación tan increíble, que necesitaba experimentarla de nuevo.
Me agarró el cuello para mirarme directamente y sonrió.
-Me gustas demasiado, me gusta esto- repitió y se movió un poco sobre mí.
Ahora, ella empezó a besar mi cuello y terminó de desabotonar mi camisa.
-También me gustas, no tienes idea de cuanto- contesté- Y por favor, quedémosnos en este cuarto para siempre- agregué.
-Hecho- respondió soltando una risa y volviendo a mis labios.
No lo pensé demasiado y metí la mano por debajo de su pollera, tocando su ropa interior con los dedos, con suavidad. Su respuesta fue sobresaltarse y separarse un poco de mí.
-Perdón- saqué la mano rápido.
Me estaba apresurando demasiado, me dejé llevar, hice algo que no tendría que haber hecho.
-No, no- negó con la cabeza- Por favor, no pares de hacer eso- me aseguró seria y con la respiración densa.
Asentí y volvió a mis labios, acercando sus manos a la hebilla de mi cinturón.
-No puede ser...
Sarah se separó de mí completamente, sentándose a mi lado y vimos a Ralph en la puerta de la habitación.
Estoy muerto, muy muerto.
-Hola- saludó su hija con inocencia.
Nos miraba bastante molesto, ambos estábamos con la respiración agitada y claramente algo vio.
-¿En la fiesta de tu mamá? ¿En serio?
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Mastermind 💻
حركة (أكشن)¿Y si te digo que nada fue un accidente? Oliver, un chico tímido, pero increíblemente inteligente, siempre que lee una novela de misterio sabe perfectamente quien es el culpable después de la página 6, muy responsable y amable. Se le dan muy bien es...